Marc Márquez (Ducati), ocho veces campeón del mundo de motociclismo, comenzó la temporada 2025 el pasado domingo como se esperaba de él, con un dominio total y absoluto de la situación que se vio reflejado en sus resultados en el Gran Premio de Tailandia de MotoGP.
Con la voracidad que le ha caracterizado de los mejores momentos, el piloto ilerdense de Cervera fagocitó a todos sus rivales tanto en los entrenamientos libres como en los oficiales, en la carrera al esprint, en el 'warm up' previo de la prueba principal y dio una lección magistral de conducción en la primera tanda dominical del campeonato del mundo de 2025.
Lo ganó todo y, de paso, dejó claro que la complicidad que tiene con su nueva moto empieza a estar cerca de la perfección, unas sensaciones que le permitieron sumar su octogésimo novena victoria, a una solo del piloto español más laureado de la historia, el fallecido Ángel Nieto, que nadie duda que superará en la actual temporada.
Es una apreciación personal, pero, por lo visto en el Chang Internacional de Buriram, el ocho veces campeón del mundo de motociclismo podría estar protagonizando el inicio de su carrera hacia el noveno título mundial en una temporada que va camino de ser histórica.
De continuar con la superioridad mostrada en Tailandia, Marc Márquez bien podría dejar atrás las 13 victorias que acumuló en 2014, 10 de ellas de manera consecutiva al principio de aquella campaña.
El dominio que ejerció el catalán a las primeras de cambio, con la ejecución casi perfecta de su estrategia para mantener la presión de su neumático delantero en el rango legal establecido por el suministrador único, Michelin, atacando cuando lo tuvo claro y sentenciando de manera contundente en apenas tres vueltas, son como para que el resto de sus rivales se tomen muy en serio la forma de neutralizar su pasmosa eficiencia en pista.
Márquez, que ganó su primera carrera como piloto del equipo oficial Ducati, explicó que hizo «la salida y me sentía rápido, fluido y suave, pero enseguida vi que la presión de los neumáticos iba por debajo del rango y empecé a frenar más fuerte en solitario durante dos vueltas para intentar arreglarlo, pero, como no pude, decidí esperar a Álex y empecé a contar las vueltas para calcular y ver cuándo estaba dentro del rango reglamentario y entonces ataqué, porque tenía la velocidad y podía».
Con esa declaración después de su victoria, el de Cervera dejó claro que la clase y capacidad ganadora nunca la ha perdido en estos años de barbecho, sin poder competir por el Mundial. Ahora, a lomos de la mejor moto de toda la parrilla, el español parece estar otra vez en la casilla de salida tras un comienzo soñado.