El pacto valenciano que anunció Carlos Mazón con la formación de Santiago Abascal podría extrapolarse a otras regiones gobernadas por el PP. Meses después de haber dinamitado los puentes con la ruptura de las coaliciones autonómicas, ambas formaciones vuelven a acercar posturas de cara a la aprobación de los Presupuestos.
Vox confirmó ayer la existencia de «conversaciones» con las otras cinco comunidades en las que el PP no cuenta con mayoría absoluta y que precisan su respaldo para sacar adelante las Cuentas Públicas siguiendo el ejemplo de la Comunidad Valenciana. Allí, Mazón consiguió oxígeno para blindarse en la Generalitat asumiendo los postulados de los de Abascal en materia de políticas verdes e inmigración. Y mientras Génova negaba un giro en su discurso, sus exsocios se apuntaron una victoria.
La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán, ratificó ayer que «siempre hay conversaciones», sin concretar regiones, aunque fuentes de su formación admiten un acercamiento en Aragón y Murcia. En cualquier caso, dejó claro que cualquier negociación de Presupuestos implica seguir el guion valenciano y asumir sus tesis sobre el Pacto Verde Europeo y la inmigración ilegal.
Pero esa sintonía no llega a la dirección nacional, que a juicio de Vox «sigue queriendo soplar y sorber al mismo tiempo», en alusión a la postura sobre sus propuestas. «Nosotros decimos lo mismo en todos sitios, pero nos encontramos con 17 Partidos Populares diferentes y una cúpula que puso palos en las ruedas», proclamó Rodríguez.
Uno de los barones que salió al paso del acuerdo valenciano fue el vicepresidente del Govern balear, Antoni Costa, que preguntó a Vox si ese pacto «una excepción» , a lo que el diputado derechista Sergio Rodríguez le respondió que «muestra el camino» de cara a una negociación, que en el caso de Baleares, incluiría la defensa de los derechos de los castellanoparlantes.
Desde otro escenario, en el que no necesitan a los de Abascal, los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno, y de Galicia, Alfonso Rueda, defendieron el acuerdo presupuestario en Valencia como la medida «más viable» para sacar adelante unas Cuentas «necesarias para la reconstrucción».
Y desde Génova, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, reiteró que no se ha producido «ningún cambio de discurso», alegando que su partido no ha «intercambiado principios por votos» como, según dijo, sí que hace el PSOE de Pedro Sánchez «con sus acuerdos con los independentistas».
Tellado calificó de «gran noticia» que la Generalitat vaya a aprobar las cuentas «de la reconstrucción» para hacer frente a los estragos de la dana y censuró que el Gobierno «en vez de alegrarse esté enfurruñado como hemos visto al ministro Bolaños».
El aludido ministro de Presidencia, Félix Bolaños, aseveró que ese pacto «deja al PP fuera de la derecha europea» y se cuestionó si vale la pena «abrazar los postulados xenófobos y machistas y contrarios a los poderes europeos a cambio de mantener un Gobierno regional».