La Federación Española de la Mujer Rural (Femur) expresó hoy su malestar por la decisión del Ayuntamiento de Segovia de ubicar a la Feria Internacional de la Mujer Rural, Pronatura, en el Paseo del Salón de Segovia, un enclave que desde Femur rechazan totalmente. Así lo matizó esta mañana en rueda de prensa su presidenta nacional, Juana Borrego, quien aseguró que "Pronatura lleva casi tres décadas celebrándose en la Avenida del Acueducto, siempre con éxito asegurado y un ambiente increíble, y en las dos ocasiones que se ubicó en el Paseo del Salón las artesanas de Femur han experimentado muchas más desventajas y nunca salió bien".
Asimismo, explicó que "si el alcalde no nos quiere, tendremos que marcharnos a otra ciudad". No obstante, indicó que desde la Federación "ya hemos solicitado el permiso para esta próxima edición y pedimos al alcalde que recapacite sobre su actual decisión", comentó Borrego. Además, solicitó conocer los informes de la Policía Local, donde exponen el riesgo por la aglomeración de personas en esa zona céntrica.
Por su parte, la secretaria general de Femur, Elena García, subrayó la falta de diálogo con la administración local, y expuso que "cualquier otra ciudad de Castilla y León, o incluso, Madrid estarían encantadas de acogernos, pero ese nunca ha sido el fin único, pues siempre hemos querido mostrar Segovia al mundo gracias a Pronatura". Además, precisó que "hay una falta total de apoyo a la cultura y a las tradiciones en una ciudad que atrae miles de visitantes precisamente por ser eminentemente cultural". Por ello, consideró que "el Ayuntamiento debería valorar estas iniciativas que son cultura y no sólo cultura del buen comer".
Con el fin de frenar esta decisión, Femur lanzó, a través de la plataforma change.org, una solicitud de firmas multitudinaria junto con el resto de las asociaciones afectadas como el Gremio de Artesanos de Segovia (GAS), el Colectivo de Ceramistas Segovianos (Cocerse) y la Asociación de Libreros de Segovia, Libro Antiguo (Alvacal). En dicha petición se precisó que este cambio de ubicación supone una pérdida económica cuantiosa a los participantes, ciudadanos y visitantes, ya que dejarían de disfrutar de un ocio cultural accesible.