Hace ahora casi 20 años, en septiembre de 2004, el pleno del Ayuntamiento de Segovia aprobó el estudio de viabilidad del que cinco años después sería el aparcamiento subterráneo con mayor capacidad de la ciudad, el de Padre Claret. Un mes antes, en el pleno de agosto, se había resuelto el concurso y descartado un proyecto anterior en la misma zona que había comenzado a gestarse 12 años atrás, en la época del alcalde Ramón Escobar, del PP, y había pasado en su última etapa por otro alcalde, José Antonio López Arranz, de Unión Centrista. No fue posible porque era necesario que el Gobierno central cediera antes la travesía de la N-110, incluyendo esta céntrica avenida de la ciudad, algo que por fin se consiguió ese mismo año de 2004.
Desde el primer momento, el gobierno municipal de PSOE-IU, presidido por el alcalde Pedro Arahuetes, vinculó este aparcamiento de Padre Claret a la peatonalización del centro histórico. El regidor llegó a decir que sería «progresiva, no traumática y con medidas reversibles» pero real a partir de 2006.
Junto a esa infraestructura se preveían otras inversiones para «alejar el tráfico» del Acueducto y del recinto amurallado, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO un par de décadas antes. Destacaba, además del parking, la construcción de un falso túnel (con tramos a cielo abierto y otros ocultos) para conectar Padre Claret y Vía Roma a través de la ladera de los jardines que rodean al cementerio.
Este nuevo vial paralelo a la calle de San Gabriel se incluyó en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, así como la construcción de dos nuevas rotondas, que sí se ejecutaron, las actuales de Dionisio Duque, en Padre Claret, en la zona del antiguo parque de bomberos, y la de Melitón Martín, en la zona de la Loza de Vía Roma.
Así las cosas en febrero de 2005 el Ayuntamiento aprobó la licitación de las obras del aparcamiento, con la previsión de que comenzasen en junio de ese mismo año. Sin embargo, los trabajos no comenzaron hasta abril de 2007 y empezaron con las rotondas, una mejora que incorporó a su oferta la adjudicataria, la UTE Isolux-Corsan y Santander de Infraestructuras.
Antes, en mayo de 2005, se hicieron los primeros estudios geotécnicos. La oferta de la adjudicataria fue la que recibió la mejor puntuación de las cuatro presentadas, aunque la que quedó en segunda posición, Azvi, tenía «el mejor planteamiento técnico», según trascendió de la Comisión municipal de Urbanismo.
El PP, que apoyaba la construcción del aparcamiento pero insistía en que también era necesario el del paseo del Salón, se abstuvo en este caso al considerar que las valoraciones eran subjetivas en el caso de las mejoras que ofrecían las licitadoras.
En octubre se realizó una prospección geotécnica que duró tres semanas e incluyó 12 sondeos, testigos en diferentes puntos y distinta profundidad para definir las necesidades de la excavación.
La firma del contrato se llevó a cabo el 29 de noviembre y en enero de 2006 el pleno aprobó el proyecto de ejecución. El concejal de Urbanismo entonces, el arquitecto Juan José Conde Arambillet, afirmó que era una propuesta de «extraordinaria» calidad técnica y marcaría «un antes y un después en la movilidad.
La Comisión de Patrimonio aprobó el proyecto, con condiciones, en febrero pero el acta de replanteo no se firmó hasta abril. Arahuetes comentó ese mes que las infraestructuras en marcha, incluyendo una modificación parcial de la calle de San Gabriel en su tramo de unión con Vía Roma permitiría que «todo el tráfico que llegue desde Madrid y carreteras de Soria y Valladolid pasará por la boca del aparcamiento, lo que permitirá restringir el acceso al recinto amurallado y solo permitir por esta avenida y por la plaza Oriental el paso de autobuses urbanos, vehículos de emergencias y residentes». De hecho, la peatonalización había comenzado en diciembre de 2006 en la Plaza Mayor.
El proyecto se modificó al menos dos veces, la primera incluso antes de la excavación, para reajustar rasantes y alineaciones, necesarios para salvar una galería de saneamiento hallada a 18 metros de profundidad. La excavación fue relativamente rápida porque la capa de roca granítica fue «más blanda» que lo que apuntaban los estudios geotécnicos.
Después llegaría la construcción de la estructura, con ocho módulos conectados. El grueso de la nueva urbanización de la avenida se llevó a cabo a contrarreloj sobre todo en los primeros meses de 2009. Además fue necesario modificar la calzada ampliándola unos centímetros, después de hecha, porque el ancho dificultaba el cruce de dos autobuses.
El parking abrió sus puertas el día de San Pedro de 2009 y poco después el presidente de la asociación de taxis alertaba de que más que adoquinado había «empedrado», por defectuoso, y que los pasos elevados eran excesivos (poco después se rebajaron). La primera reparación, en el marco de rejillas de ventilación, se hizo ese diciembre.
En total fueron 26 los meses que tardó en construirse este aparcamiento subterráneo de Padre Claret, que inicialmente tenía un plazo de ejecución de 19 y cuyo inicio se retrasó también ocho meses por las dificultades para utilizar un terreno privado del talud de Vía Roma.
Con una longitud de 375 metros, se distribuye en tres niveles bajo rasante, con 6.343 metros cuadrados de ocupación por planta, lo que supone más de 19.000 metros de superficie total.
La estimación de metros cúbicos de materiales excavados en el subsuelo de la avenida es de 85.000 metros cúbicos, mientras que la cifra aproximada de metros cúbicos de hormigón que se utilizaron para el parking asciende a 14.800 metros cúbicos.
Por otro lado, los metros cuadrados de forjados que contiene esta infraestructura de movilidad suman 19.700.
Diez años después. El actual alcalde, José Mazarías, ha comentado esta semana en Vive Radio Segovia que el gobierno municipal quiere encontrar la solución definitiva a los problemas constantes de hundimientos, baches etc. que presenta el tramo de la avenida de Padre Claret en la superfiicie del parking "para que la próxima obra sea la última y por eso hemos contratado un estudio profundo, con una empresa especializada en ese trabajo, que tiene además capacidad de análisis y de diagnóstico, para que detecte lo que está mal y los problemas patológicos que llevamos sufriendo 15 años".
Añadió que, además, "este estudio nos va a permitir conocer por una parte qué pasó con la última obra, la que ahora va a cumplir un año y que todo el mundo puede ver que está llena de desperfectos graves y si podemos resolver así el conflicto sobre si la empresa tiene que asumir las reparaciones de tantos baches como han aparecido o si realmente le toca asumirlo al Ayuntamiento".
Mazarías sotiene que si fuera esto último,í, si es el Ayuntamiento el que tiene que afrontar esas obras, se debería a una mala decisión política del anterior gobierno municipal, responsabilidad de la entonces alcaldesa socialista Clara Martín y del concejal de Obras, Miguel Merino.
"Estábamos en precampaña y había mucha prisa en el gobierno municipal anterior por acabar la obra, cambiando incluso el proyecto inicial", insiste.
Por otra parte, ha recalcado que el citado estudio externo permitirá conocer también si cuando se construyó el aparcamiento subterráneo se hizo con previsión para soportar el tráfico actual, incluido los autobuses urbanos, "o si como sospechamos se hizo con la previsión de peatonalizar la zona y soportar solo tráfico de servicios y de hecho esa es la consecuencia de que tengamos ahora mismo esas dificultades y esos problemas continuos".
El estudio de dianóstico de patologías, que debe aportar también soluciones, tiene que entregarse al Ayuntamiento en menos de un mes y se adjudicó por algo menos de 13.000 euros a la empresa Servicios Externos y Aprovisionamientos, especializada, entre otros aspectos, en trabajos de evaluación de calidad en estructuras ya construidas.