"Carlos era incansable y tenía un talento extraordinario"

Nacho Sáez
-

Compañeros y amigos recuerdan la figura del secretario general de la Cámara de Comercio de Segovia, Carlos Besteiro, fallecido a los 61 años.

"Carlos era incansable y tenía un talento extraordinario"

«La relación estaba basada en la confianza mutua; todos éramos un equipo. Si tuviera que resaltar una de sus muchas cualidades sería, sin duda, su integridad». Marian Pozuelo, responsable de Formación y Empleo de la Cámara de Comercio de Segovia, describe a Carlos Besteiro como un líder generoso pero también comprometido y audaz. «Se entusiasmaba mucho con los proyectos y tenía un gran espíritu de cambio y una magnífica e increíble visión a largo plazo», señala tras haber compartido con él dos décadas de proyectos y desvelos en la Cámara de Comercio.

El mundo cameral y empresarial llora la repentina muerte a los 61 años de edad de Besteiro. «Nos deja una persona maravillosa que ha dedicado su vida a la Cámara. Se va un grande de los de verdad. Luchó por la Cámara en sus peores momentos y nos deja una gran Cámara estable al servicio de las empresas y de los emprendedores. Además coordinó magnifícamente a un equipo de diez», dijo la tarde del mismo domingo tras conocer su muerte la actual presidenta de la Cámara de Comercio de Segovia, María José Tapia. «Recordaremos siempre a Besteiro como una persona con gran espíritu cameral, que luchó con ahínco por la entidad a lo largo de su trayectoria, especialmente en los momentos difíciles, además de ser una persona estrechamente vinculada a la red y defensora de su equipo, señaló después el Consejo de Cámaras de Comercio.

Su fallecimiento ha causado una honda consternación en la sociedad segoviana. Exalumno de los Maristas y licenciado en Económicas, trabajó en Nielsen y en la empresa segoviana Útiles antes de aterrizar  en 2003 en la Cámara de Comercio, donde fue durante dos décadas director-gerente y recientemente ascendió a secretario general. «Enseguida tuvimos mucho 'feeling'», subraya quien lo fichó, Jesús Postigo, entonces presidente de la institución. «Era un trabajador incansable con una lealtad tremenda con el tejido empresarial y cameral que además no buscaba para nada el protagonismo. No buscaba estar el primero en las fotos ni en las reuniones, pero era una persona con un talento y una profundidad de conocimientos extraordinaria», añade Postigo, con quien labró amistad.

Ambos compartían afición por el golf: «Los dos éramos zurdos y eso parece que une. Luego quedábamos para tomar café y hablábamos de lo profesional y de lo personal y lo humano». Casado y padre de un hijo, sentía devoción por su familia. «Fuera del trabajo sus aficiones eran  el golf, la familia y sus amigos. Amigos que además eran de toda la vida», señala Pozuelo. Pero también sabía hacerse querer por quienes aparecían en su vida de forma eventual. «Te prestaba una confianza muy grande. Cuando quedábamos a tomar café hablábamos de cosas del trabajo pero también de la Bolsa, la Fórmula 1 y la tecnología, que le gustaban mucho», indica Ernesto San Frutos, trabajador de Cease, una de las muchas empresas que llora estos días su pérdida.

Su legado también se refleja en su gestión de la crisis de las cámaras de comercio tras la eliminación de la cuota obligatoria. «Nos tocó vivir momentos difíciles, pero para él no había horas y era muy perseverante en sus ideas. Eso sirvió para que en la actualidad la Cámara de Comercio de Segovia esté completamente saneada y tenga una velocidad de crucero muy buena», resalta Pedro Palomo, presidente de la institución entre 2012 y 2022. «Tuvimos que ser imaginativos, creativos e innovadores y él generó ideas nuevas y lideró con mucho entusiasmo. Es una enorme pérdida para la sociedad segoviana», concluye Carlos Tejedor, presidente entre 2010 y 2012.