En defensa de Villa Estrella

M.Galindo
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Arquitectos y expertos defienden la conservación de uno de los primeros edificios que el arquitecto Pagola construyó en Segovia, que será demolido en menos de seis meses.

El edificio, en una foto reciente. - Foto: Rosa Blanco

Sin el aval de una figura de protección urbanística que lo impida, el chalet diseñado por el arquitecto Silvestre Manuel Pagola y construido en 1925 en el número 47 del paseo Ezequiel González será demolido, merced a la autorización municipal aprobada en Junta de Gobierno el pasado 16 de marzo.

El anuncio ha reabierto el debate que, sistemáticamente se produce cuando hay intervenciones que afectan a edificios del importante legado que Pagola ha dejado en la ciudad, y que ha visto desaparecer o modificarse algunos de ellos.

Las redes sociales y los medios de comunicación han dado voz a aquellos que se han mostrado contrarios a esta medida, y abogan por persuadir tanto al Ayuntamiento como a la sociedad propietaria del edificio a que puedan revertir esta situación y conservar en alguna forma este edificio.

La operación empezó a fraguar con un acuerdo de 2015 incluido en el marco de la tramitación del Plan Especial de Áreas Históricas (Peahis) que precisaba que el espacio no ocupado por la edificación y sus espacios libres privados o patios necesarios", es decir, "el más próximo y colindante con la iglesia de Santo Tomás y el parque público" del mismo nombre, será calificado como espacio libre público, según aquel acuerdo.

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Segovia valoró por ello la cesión de 1.125 m2 para la ciudad que facilitarán "una extensa zona verde" de unos 9.285 m2 en total, contando el parque público y el Jardín Botánico, "en un ámbito especialmente denso"

En principio se preveía su derribo para construir un edificio de 66 viviendas como máximo con planta baja más cuatro y cinco alturas hacia Ezequiel González y Santo Tomás, respectivamente, si bien Izquierda Unida precisaba que la previsión final es construir 44 viviendas, 3 locales, 72 plazas de aparcamiento y 46 trasteros.

El Peahis no incluía este edificio en el catálogo de edificios protegidos, y la solicitud de la sociedad propietaria del edificio recibió el visto bueno municipal, por lo que cuenta con un plazo máximo de seis meses para iniciarla y 36 meses para llevarla a cabo.

Este panorama deja muy poco margen de maniobra para futuras intervenciones, por lo que el edificio está abocado a su desaparición. Los arquitectos Darío Nuñez y Carlota González; que promovieron una campaña para proteger el edificio de Pagola en la Plaza de Santa Eulalia también condenado a la demolición, confían en que algo similar pueda producirse en este caso, aunque la confianza cuenta con muy pocos apoyos en los que poder sustentarse.

Darío Núñez recuerda que Villa Estrella es quizá el primer edificio diseñado y construido por Pagola en Segovia, ciudad a la que llegó en 1921 como arquitecto municipal, pero que no impidió que pudiera compaginar su trabajo con la dirección de obras de carácter privado.

Así, en 1925 proyectó este chalet para la familia Rueda Seibane, en la línea de la "arquitectura regionalista" de la época, basada en las haciendas y caseríos de montaña del norte de España cuyo estilo comenzó a extenderse en el resto de la península como seña de identidad de la arquitectura española.

Núñez señala que el chalet "es el comienzo del proceso creativo y de evolución de Pagola en Segovia, donde evidencia el gusto por los adornos, que de forma gradual va dejando en el resto de los edificios a medida que va evolucionando como profesional". En este sentido, indica que Villa Estrella tiene similitudes estéticas con el ya desaparecido chalet que se ubicaba unos metros más arriba en la calle Conde Sepúlveda, sobre el que se ha construido un bloque de viviendas.

El valor patrimonial de villa Estrella es para el arquitecto "muy importante", ya que en su opinión, la historia de Segovia "no sólo se lee en el románico y en el acueducto, sino que sigue contándose en los edificios del siglo XX, en los que pueden verse filosofías distintas".

"En el chalet de los Rueda, puede verse el gusto por el ornamento con el que Pagola inició su carrera – explica Núñez- pero en obras similares posteriores en el tiempo, como pudiera ser el chalet construido para la familia de Nicomedes García, apuesta por un diseño mas limpio, despojándose de los ornamentos".

Para Núñez, los planes especiales de urbanismo en ciudades como Segovia deberían tener una mayor flexibilidad a la hora de poder resolver o dar solución a problemas de esta índole.

"En este caso, creo que es ya un poco tarde – señala- pero habría que abrir oportunidades para poder poner a todos los actores sobre la mesa, tanto políticos como profesionales, y poder replantear de forma más ágil el catálogo de bienes a proteger.

En el caso del Peahis, se tuvo que hacer de forma rápida porque la ciudad llevaba mucho tiempo parada, pero, las figuras de protección en el planeamiento deben ser unas herramientas dinámicas, no como la Biblia, algo que no se toca".

IU y San Quirce suman esfuerzos. A las opiniones de los profesionales se suman las de instituciones como la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, que en su día ya presentó una alegación a este convenio, en la que expuso varias razones para no derribar el chalet.; donde señalaba entre otros aspectos, que su destrucción supondría eliminar el último vestigio de una concepción urbanística de otro tiempo, y que también se causaría un perjuicio de cara a la contemplación de la iglesia de Santo Tomás, aislada hasta ahora gracias al jardín del inmueble.

Por su parte, Izquierda Unida -socio en el Gobierno municipal con el PSOE – hacía público su malestar con esta decisión, recordando que en 2016 ya había expresado su postura contraria a este plan en lo referido a este área urbanística, que planteaba "un desproporcionado aumento de la edificabilidad y de número de viviendas". La organización lamenta que "un plan que debería haber servido para evitar una construcción desproporcionada (especialmente en una ciudad Patrimonio de la Humanidad) apostase por lo contrario". "No hay necesidad de ampliar el suelo urbanizable a costa del medioambiente y del patrimonio. Con estas decisiones solo se está consiguiendo un beneficio particular de los propietarios, y no para la ciudad y para la población segoviana".