Puñonrostro se cansa de esperar y sopesa desistir

M.Galindo
-

La Fundación Condes de Puñonrostro se plantea abandonar el proyecto de trasladar su archivo a Segovia por las trabas administrativas

El edificio de la calle Daoíz que albergará el archivo, a la espera del inicio de las obras. - Foto: Rosa Blanco

La llegada a Segovia del Archivo Histórico de los Condes de Puñonrostro se complica, lastrada por el lento proceso administrativo de la tramitación de la documentación necesaria para el ansiado inicio de las obras en el edificio de la calle Daoiz que la Fundación Condes de Puñonrostro adquirió a tal fin. Los responsables de la fundación han obtenido el apoyo «explícito y entusiasta»del actual equipo de Gobierno, según explica el patrono fundador de la Fundación y actual conde de Puñonrostro Manuel Arias-Dávila y Balmaseda, pero las buenas intenciones de los responsables municipales no van unidas a la agilidad de los trámites, por lo que desde la Fundación se plantea la posibilidad de desistir del proyecto si la situación no mejora en las próximas semanas.

En mayo de 2024, la fundación solicitó formalmente al Ayuntamiento la licencia de obras para la construcción del archivo en el solar del número 16 de la calle Daoiz, correspondiente a un edificio del románico civil adquirido por esta institución. El proyecto cuenta ya con la memoria técnica, presentada ya ante el servicio de Urbanismo, que envió varios requerimientos técnicos que ya han sido respondidos por la fundación, pero que de momento no han significado su aprobación.

Manuel Arias-Dávila señala que el proyecto básico ya está desarrollado, por lo que si se aprobara la memoria técnica, «se podría presentar el proyecto de detalle de la obra, lo que nos permitiría sacar a concurso las obras y poder adjudicarlas en el menor plazo posible».

El retraso en los trámites administrativos ha sumido en la confusión al patronato de la fundación, que ha realizado ya inversiones significativas «sin haber hecho nada hasta ahora». Así, el conde de Puñonrostro señala que «en la prospección arqueológica que se ha realizado previa a las obras, se encontraron una gran cantidad de trocitos de cerámica que hemos tenido que entregar al Museo de Segovia y que nos han exigido su limpieza, lo cual ha obligado a invertir algunos miles de euros en este asunto, cuando quizá el propio museo podría haber realizado esta tarea».

«Nosotros no somos la Fundación Juan March, la nuestra es una fundación de una familia que no es millonaria y será en un momento dado el patronato quien tendrá que decidir si quiere seguir con esta aventura, porque llevamos ya muchísimos años con este asunto», precisó.

De igual modo, Manuel Arias-Dávila señala que la Fundación «no tiene ninguna necesidad de llevar ese archivo a Segovia, porque está inscrito en el inventario de bienes de patrimonio cultural de la Comunidad de Madrid y está divinamente guardado, ni tampoco la de desarrollar el proyecto de exposición temática que iría aparejado, pero por razones históricas la familia tiene mucha vinculación con Segovia y nos haría mucha ilusión que fuera la sede del archivo».

Pese a ello, se muestra optimista sobre el futuro desarrollo del proyecto y asegura que «creo que se arreglarán las cosas, porque desde el Ayuntamiento tenemos un apoyo enorme tanto con este equipo de Gobierno como en el anterior, nunca ha habido un matiz político y siempre lo han mirado con muy buenos ojos».

El proyecto nace con el fin de trasladar a Segovia el Archivo Histórico de los Condes de Puñonrostro, que incluye documentos importantes para la historia de Segovia y nacional. Además, dará cabida a diversas salas abiertas al público creadas específicamente para albergar una exposición temática permanente sobre las intervenciones de esta familia en la historia de España. La zona expositiva se plantea en dos niveles y se organiza en torno a dos volúmenes. Por un lado, el edificio románico de la calle Daoíz, que se rehabilitará manteniendo la estructura general, así como los elementos arquitectónicos originales y de suma importancia para el patrimonio de Segovia, como la portada románica o el arco gótico apuntado en su interior.

Por otro lado, el gran volumen trasero erigido el pasado siglo para acoger la actividad industrial de la fábrica de tapones que se vaciará para generar una gran sala diáfana de proporciones regulares y estructura de arquería, que organiza sus dos alturas en torno a un patio central, generando así un juego de contrastes en alturas y de juegos visuales. La planta inferior de esta misma pieza, cuyo acceso se produce por la travesía de las Canonjías, se destinará a usos diversos, como el depósito del Archivo de los Condes de Puñonrostro.