La situación de la UE ante la crisis de Ucrania es decepcionante, por no decir humillante. El fin de la guerra lo marcarán Rusia y Estados Unidos, ni siquiera Ucrania está invitada a las negociaciones. En cuanto a Europa, el ministro Lavrov, a quien los rusos consideran más déspota que el propio Putin, ha sido muy claro: "No sé qué pinta Europa en esto". Frase demoledora y que indica qué concepto tiene Rusia y Estaos Unidos de la Unión Europea.
Duele, pero se comprende. Hace mucho tiempo que los responsables europeos no están a la altura de las circunstancias, les falta autoridad y capacidad para crear unidad entre países muy distintos. Han dejado "escapar" al Reino Unido, y otros hacen cola para abandonar la UE.
La tibieza que han demostrado ante la guerra que les toca de lleno porque Ucrania geográficamente forma parte de Europa, está a la espera de ingresar en la UE -lo impidió Putin- y esperaba ingresar en la OTAN -lo que provocó la guerra- no tuvo una respuesta valiente por parte de Bruselas. Sobraron buenas palabras a Zelenski y faltaron hechos concretos de apoyo.
Pedro Sánchez ha sido uno de los jefes de gobierno convocados por Macron para tratar sobre la gravísima situación que vive Europa, ninguneada por dos dirigentes decididos a controlar el mundo. China está al margen, pero muy atenta. Tiene poder suficiente como para, llegado al caso, meterlos en cintura si se extralimitan los otros dos en sus ansias expansionistas. Pero la UE, ya lo ha dicho Lavrov, no está pintando pinta nada en ese escenario que vive una situación de máxima alerta.
Escenario en el que el presidente español intentará levantar cabeza, aunque no sea más que porque es el único dirigente socialdemócrata de la UE con cierto protagonismo; a Scholz le queda un cuarto de hora como canciller alemán. Pero el jefe de gobierno español se encuentra en una situación precaria, no hay más que seguir los medios europeos más influyentes para concluir que su imagen no es la más apropiada para quien pretende ser el líder de la izquierda europea.
A la imputación de algunas de las personas más significativas de su entorno familiar y político -alguien tendría que pasarle al Fiscal General lo que se dice sobre él- se añade que no hay día en el que no se amplíe el círculo de corrupción económica y moral que hoy afecta al gobierno y al partido; y que no aparezcan noticias que demuestran la sordidez en la que se mueven algunas de las figuras más representativas del sanchismo, con amantes pagadas con dinero público, comisionistas que alquilan apartamentos con "señoritas" para disfrute de los que facilitan contratos para obra pública, y viajes supuestamente oficiales que no lo son.
Cuando se celebra en el Elíseo una reunión para tomar decisiones sobre el futuro de Europa, de España, provoca cierta vergüenza que el invitado español provoque titulares demoledores protagonizados por familiares y algunos de sus más importantes colaboradores.