Así es la vida de Sito Miñanco en la cárcel de Segovia

Nacho Sáez
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El narco gallego se prepara en la prisión de Perogordo para el macrojuicio que afrontará entre noviembre y enero en la Audiencia Nacional.

Sito Miñanco, en una imagen de archivo. - Foto: Efe

Este es un centro discreto y, claro está, próximo a Madrid». Funcionarios de prisiones explican por qué la cárcel de Segovia es una de las predilectas para acoger a presos mediáticos; el último, el joven que mató a un niño en la localidad toledana de Mocejón. También gusta su capacidad, muy inferior a la de las de cárceles de Madrid, lo que facilita el control de los movimientos dentro de la prisión de los internos que siguen delinquiendo en las calles aunque se encuentren privados de libertad. Por ejemplo, José Manuel Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco, tiene una nueva organización, según aseguran investigadores al periódico 'Infolibre'.

A pesar de estar en la sombra, el capo gallego continúa en el foco de la policía y sigue despertando el interés de la prensa. Solo este año ha protagonizado decenas de noticias en medios digitales, catapultado es verdad por la popularidad que le granjeó 'Fariña', la serie de televisión basada en el libro del mismo nombre del periodista Nacho Carretero. Y en este último trimestre de 2024 acaparará más titulares ya que en noviembre comenzará a celebrarse el juicio por la Operación Mito, que permitió evitar que introdujera casi cuatro toneladas de cocaína en España en 2017.

Miñanco aguarda el comienzo de las vistas en el centro penitenciario de Segovia, donde se encuentra desde hace al menos un año. Su presencia no ha pasado inadvertida para los funcionarios de la prisión, que no han podido evitar depositar su mirada sobre la figura de un hombre al que se ha llegado a comparar con el narco más famoso del mundo, Pablo Escobar.

«A la hora de hablar de estos presos más mediáticos hay que buscar un equilibrio para no generar conflictos dentro de la prisión, porque  hay internos mediáticos que otros internos no saben que están aquí.  Pero si se enteran nos pueden generar altercados o darle una paliza», explica uno de esos funcionarios, que prefiere no revelar su idenidad. Sito Miñanco se ha salvado –al menos de momento– de esos peligros en Segovia, ayudado por su comportamiento en la cárcel, que todas las fuentes consultadas califican de ejemplar. Ha trabajado como ordenanza y ha colaborado como preso de apoyo de internos con problemas psiquiátricos.

«Es una persona que tiene muy buena cabeza para estas cosas digamos. Su filosofía es que a la cárcel se va para salir lo antes posible, así que lo que hace es adaptarse totalmente al sistema y tener el mejor comportamiento posible», apunta otro funcionario de prisiones que también pide mantener el anonimato. «Al tener ese perfil y ese comportamiento no está en relación con internos conflictivos ni con gente que anda en cosas raras. Lleva una vida muy tranquila y tiene la tarea y la responsabilidad que tiene, que le mantiene bastante ocupado», añade.

El centro penitenciario de Segovia cuenta con seis módulos. Uno para personas ininmputables por su perfil psiquiátrico, otro antidroga, dos muy conflictivos y otros dos llamados de respeto. En uno de estos últimos se encuentra Miñanco, según 'La Voz de Galicia', que también ha desvelado que el narco ha recibido permisos para salir de prisión a la espera de ser juzgado por la Operación Mito. En este procedimiento, en el que también está encausado el abogado Gonzalo Boye, conocido por defender al expresidente catalán Carles Puigdemont, a 31 años y medio de cárcel por dirigir presuntamente la red que pretendía introducir en España casi cuatro toneladas de cocaína.

Según 'La Voz de Galicia', la junta de tratamiento de la cárcel de Segovia subrayó a principios de este año que existía riesgo de fuga en los permisos concedidos a Miñanco por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. «Tiene un comportamiento excelente y está haciendo de interno de apoyo de otros internos que tienen problemas. Me imagino que eso está conectado con el hecho de que el juez le ha seguido dando permisos», señala un funcionario de prisiones, que insiste en elogiar su actitud en la prisión: «Diría que es un hombre sabio en este sentido. Sabe que lo mejor es pasar inadvertido, no ser problemático tener un buen expediente penitenciario, buen comportamiento, destinos, trabajos...».

Fue el mismo camino que siguió Miguel Ángel Flores,  organizador de la fiesta en el Madrid Arena en la que fallecieron cinco jóvenes y otro de los presos mediáticos que ha tenido la cárcel de Segovia. Una lista en la que también figuran el exsecretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, el expresidente de Baleares Jaume Matas, el exsecretario general de Nuevas Generaciones Ángel Carromero o Francisco Javier Almeida, el hombre que violó y asesinó a un niño en Lardero (La Rioja) en 2021 y fue condenado a prisión permanente revisable.

«Es gente que lo que no quiere son problemas. Pasan desapercibidos en la medida de sus posibilidades», señalan fuentes de la prisión, que no obstante remarcan que esa situación contrasta con las de los módulos conflictivos, donde faltan medios materiales y humanos y más dureza, según denuncian: «Antes, para pasar a segundo o tercer grado, tenías que tener canceladas las sanciones. Eso hacía que la gente se comportara y pasara el tiempo sin crear problemas. Ahora la prioridad es sacar a la gente de dentro».

La droga también sigue haciendo estragos en la cárcel de Segovia  a muy pocos metros de donde se encuentra uno de sus mayores traficantes históricos. «Su familia debe vivir cerca de aquí y también se le derivó a Segovia para sacarlo del mogollón de Madrid. Aquí es más difícil que siga manejando redes porque controlamos mucho los paseos», concluye un funcionario.