Viene repitiendo la ministra de Defensa, Margarita Robles, que invertir en Defensa "es una inversión en la paz y seguridad".
Estoy de acuerdo. Sin duda sería fantástico que el mundo fuera de otra manera y que los países pudieran dedicar la totalidad de su presupuestos a educación, sanidad, pensiones, I+ D, pero la realidad es la que es y por tanto decir que hay que invertir en Defensa no es un "sí" a la guerra, es un "sí" a la paz.
Lo cierto es que Donald Trump se ha convertido en Presidente de Estados Unidos, por una abrumadora mayoría de votos, y ha dicho a los países de la OTAN y a la mismísima Unión Europea de que es hora de que inviertan en su propia seguridad. Lo ha dicho con esa zafiedad que le caracteriza, pero no olvidemos que antes de Trump, dos presidentes demócratas, Barack Obama y Joe Biden, ya habían pedido a Europa lo mismo: que inviertan en seguridad.
Y me permito añadir que los tres tienen razón ya que Europa tiene la suficiente entidad y peso económico y político para que los países que la conforman, inviertan en su propia seguridad. Ni Obama, ni Biden, ni tampoco Trump han planteado la desaparición de la OTAN, o que Estados Unidos vaya a abandonar esta alianza militar, lo que han pedido es no correr con la mayoría de la cuenta de gastos, tanto en dinero como en personal.
Por tanto, la Unión Europea, en vez de quejarse, lo que debería es ponerse a trabajar para hacer un proyecto de seguridad. No se puede confiar en exclusiva en el primo de Zumosol por más que resulte cómodo que en caso de necesidad sea este quien dé la cara.
Naturalmente invertir en Defensa lo suficiente para que la U. esté a la par o al menos se acerque a lo que invierte Estados Unidos no es algo que se pueda hacer de un día para el otro, sino que llevará años y cada país en particular, y la UE en general, tendrán que encontrar la manera de asumir ese gasto, sin duda ineludible.
Ya es hora de mirar de frente la realidad, por más que en nuestro país, seguro que el debate público, va a resultar de lo más movido ya que forman parte del Gobierno partidos que son afines a la Rusia de Putin y que siguen con la cantinela de OTAN NO.
Precisamente pertenezco a la generación de OTAN NO, y yo también coreaba la consigna sin que vocearamos al mismo tiempo "PACTO DE VARSOVIA NO".
Les recomiendo que lean "El fin de la inocencia" del historiador Stephn Koch. Seguro que les ayudará a "caer del guindo" como en su día me ayudó.
De manera que sí, que por mucho que la afirmación de la ministra de Defensa, Margarita Robles, pueda chirriar a algunos, la realidad es la que es y por tanto hoy invertir en Defensa es invertir en la paz.
Vivimos un momento en el que es difícil otear por donde irá el devenir de Europa, y escuchamos discursos de todo tipo, pero lo cierto es que la Unión Europea ya es más que mayor de edad y, por tanto, tiene que abordar tener una política de seguridad propia. Para eso, tanto la UE como los países miembros tendrán que buscar el equilibrio para que los gastos en Defensa no supongan una merma en el estado del bienestar, la educación, la sanidad, las pensiones, etc, continuen siendo los "pilares" sobre los que sustentan los valores europeos.
No es fácil, sobre todo porque en estos momentos falta liderazgo en Europa, por más que en los últimos días el francés Macron y el británico Keir Starmer estén dando pasos al frente con un discurso en ocasiones belicoso.
En cualquier caso, la Unión Europea tiene que creerse que es una potencia, lo que no resta para seguir manteniendo una relación estrecha con Estados Unidos más allá de Donald Trump.
Eso sí, va a resultar interesante observar como en nuestro país Pedro Sánchez torea tener que aumentar el gasto en Defensa con las quejas de sus socios de gobierno, que tienen el corazón más cerca de la Rusia de Putin que de la propia UE y por supuesto de Estados Unidos.