Daniel de Lucas afronta su primera legislatura al frente del Ayuntamiento de San Martín y Mudrián. Ambas localidades se unieron hace siglos formando un único concejo perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Según los últimos datos de 2024 del Instituto Nacional de Estadística (INE) el municipio cuenta con 251 habitantes.
¿Qué le ha animado a presentarse como alcalde de la localidad?
Yo llevaba ya cuatro años como concejal antes de las elecciones municipales de 2023, y consideraba que se pueden hacer muchas cosas en los pueblos pequeños. Es cierto que es mucho más sufrido, pero tanto al grupo de concejales como a mí lo que nos ha animado a seguir es el ver un futuro mejor para el pueblo e intentar aportar nuestro granito de arena.
¿Qué es lo mejor de ser alcalde?
El hacer algo y que la gente te lo agradezca. El ir por la calle y que la gente reconozca tu esfuerzo, tu tiempo invertido, etc. Es la satisfacción de sentirse útil.
¿Y lo peor?
Que tanto el alcalde como los concejales están 24 horas al día durante los siete días de la semana. La gente te llama a la hora que sea y las averías siempre salen los fines de semana. Tenemos una disponibilidad total y absoluta, y más en un pueblo pequeño en el que hay poco personal municipal.
¿Cómo afronta esta legislatura?
Con ilusión. Tenemos como reto el poder dar la vuelta a una situación que vivimos en muchos pueblos, y es con el objetivo de que tengamos un futuro próspero.
Tenemos una hoja de ruta muy marcada y entendemos que siguiéndola de la mejor manera posible y escuchando a nuestros vecinos podemos cumplirla.
¿Cuál es esa hoja de ruta?
Nosotros nos presentamos con la idea de conseguir un único objetivo, que es permitir que la gente que quiera vivir aquí, lo haga. Para ello hay que tener en cuenta varias patas. En primer lugar el empleo, para lo que nos estamos moviendo en varios ámbitos y hablando con las empresas. Aquí tenemos dos industrias muy potentes y estamos muy satisfechos en ese ámbito, pero también estamos trabajando con más gente. En segundo lugar, ofrecer los máximos servicios posibles, para lo que estamos hablando con todas las instituciones para generar los servicios que la gente necesita: ocio, sanidad, transporte, etc. El Ayuntamiento aquí llega hasta donde llega, pero es nuestro deber insistir. Y., por último, el tema de la vivienda. Tenemos un problema de vivienda porque muchas están en ruinas y otras tantas vacías. A esto se suma que tenemos un problema urbanístico por lo que no tenemos mucho terreno para construir. En cuanto a esto, estamos trabajando para elaborar normas urbanísticas propias.
Sabemos que esta hoja de ruta no es fácil y que seguramente nos lleve más de cuatro años de legislatura, pero esperamos conseguirlo.
¿Han aprobado los presupuestos de 2025?
No, aún estamos redactándolos.
¿Puede adelantar dónde irán destinadas las principales partidas?
Continuaremos con las obras de mejora y mantenimiento del pueblo, aunque no es lo prioritario porque lo principal es generar el ecosistema completo para que la gente pueda venir a vivir. No sirve tener las mejores calles si no tienen al lado una casa en la que vivir.
También continuaremos con el mantenimiento del colegio y apostando por la eficiencia energética, además de destinar una partida a eventos culturales.
¿Hay algún proyecto pendiente de otras legislaturas?
Está prevista la finalización de la Estación Depuradora de Aguas Residuales este año y la finalización en junio de una rehabilitación de una vivienda que se va a destinar a alquiler social.
¿Qué balance hace de 2024?
Positivo. Los primeros seis meses de mandato fueron de aterrizaje y de comprender cómo funcionaba el Ayuntamiento, pero en 2024 ha ido todo más rodado. Hemos llevado a cabo una obra importante con un presupuesto de 130.000 euros para el cambio de tuberías en una calle que estaba en muy estado y acometimos mejoras en la Casa Consistorial y en el colegio. Además, buscamos hablar con las asociaciones del pueblo, agricultores, ganaderos, culturales, jubilados... Y todos juntos hemos trabajando y hemos ido viendo esas pequeñas cosas que necesitan y que no son proyectos importantes de dinero o de impacto, porque muchos no se ven . Pero esto está generando un movimiento en el pueblo que antes no había.
¿Qué medidas se llevan a cabo desde el Ayuntamiento para evitar la despoblación?
Actualmente tenemos una vivienda alquilada y otra que destinaremos al alquiler a mediados de año. Además, tenemos otra pero no tenemos más presupuesto, por lo que la finalizaremos cuando podamos.
En cuanto al tema de construcción, queremos tocar el Plan Urbanístico para intentar ofrecer diversos terrenos. Tenemos un registro de unas 20 personas interesadas en venir a vivir pero no tienen dónde. A estos se suman los trabajadores de las empresas. Por ello, estamos trabajando en dos líneas: por un lado, estamos hablando con los propietarios de las casas cerradas o en ruinas y ya el año pasado se han rehabilitado varias y otras se han derruido y se van a hacer nuevas. Por otro lado, tenemos que buscar una solución a las viviendas que están vacías durante todo el año y ver cómo se pueden sacar a la venta. Se nos ocurre facilitar la conexión entre propietarios y demandantes o bonificar ciertos impuestos, pero aún no lo hemos decidido.
En el último año el padrón municipal ha aumentado aproximadamente en 20 vecinos...
Eso significa que las medidas están funcionando y creo que vamos por buen camino, pero también creo que los frutos de todo esto no los vamos a ver en estos cuatro años.
Hay que tener en cuenta que somos alrededor de 260 empadronados pero trabajando en el pueblo hay unos 350, lo que supone que hay unas cien personas que vienen a trabajar más de las que tenemos empadronadas sin tener en cuenta que no todos los empadronados trabajan en el pueblo. Las propias empresas demandan una solución al problema de la vivienda porque incluso subiendo los sueldos los trabajadores no se quedan porque no tienen vivienda, ni aquí ni cerca. Y lo cierto es que no hay mes en el que alguien no llame para preguntar si hay alguna casa disponible.
¿Qué necesidades ve en la localidad?
Las demandas más urgentes a día de hoy son la sanidad y el transporte. En el tema sanitario, la médica pasa consulta tres días en Mudrián y a la demanda en San Martín, y ella misma nos transmite que no da a basto. Pero según el decreto de la Junta de Castilla y León hasta que no superemos la barrera de los 500 empadronados no se pueden aumentar las consultas. Ante esto, hay que tener en cuenta que hay picos de trabajadores temporeros que hacen aumentar la población hasta las 400 o 500 personas. O en temporadas como verano puede haber entre 600 y 700 personas viviendo en la localidad.
Otra demanda es el transporte, y es que no pasa ninguna carretera importante cerca del pueblo por lo que no hay transporte público. En lo que se refiere a temas sanitarios o de ocio, esto es un gran problema. De hecho, desde el Ayuntamiento hace años que si alguna persona tiene que acudir al médico y no tiene cómo hacerlo, se les pone un taxi para ello. Estamos supliendo algo que no es nuestra competencia, pero que es necesario.