'Los Que Roban lo Cavao' celebra su fiesta anual

DS
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La actividad cultural y recreativa marca el trabajo de la asociación en Fuenterrebollo

Los ganadores de los sorteos de los regalos. - Foto: DS

La jornada festiva organizada por la Asociación Recreativo-Cultural "Los Que Roban Lo Cavao" de Fuenterrebollo reunió a sus socios en torno a un aperitivo y una posterior comida en el Salón Multiusos "El Trinquete" de la localidad.

Esta fiesta anual contó con la animación del grupo de versiones de pop "Alto Stanley". Los socios, que acudieron a la fiesta con la camiseta de la asociación, también disfrutaron de un sorteo de regalos y de una "barra libre" posterior para continuar la fiesta.

 

A lo largo de estos años, la asociación ha ido incrementando tanto en el número de actividades y eventos culturales y deportivos, como en el número de socios estando en la actualidad cerca del millar, cifra a resaltar teniendo en cuenta que el municipio cuenta con unos trescientos cuarenta vecinos censados.  Dieciséis años después de ese comienzo, y gracias al trabajo y colaboración de muchos socios, está asociación está asentada en la vida de Fuenterrebollo, siendo uno de los colectivos más importantes del municipio.

 

Según su presidente, Daniel Sacristán, el nombre curioso de la asociación viene del apodo con el que se conoce a los vecinos de Fuenterrebollo como cuenta una leyenda…

Una tarde, ya calurosa de primavera, un buen mozo, cogiendo el azadón, y las alforjas colgándoselas sobre el hombro, montó en su bici y se encaminó a las viñas, a unos 3 Km del pueblo y linderas con las de su vecino pueblo, Fuenterrebollo. Era momento de cavarlas y nutrir esas arenas para luego tener buena cosecha de uva para hacer ese vino de pijacha que contentaba las tardes del aburrido invierno y acompañaba comidas y

meriendas, entre amigos, en la bodega.

El camino se le hacía pesado, malditas las ganas que tenía, pero el genio del padre obligaba, refunfuñando y a trompicones llegó a las viñas y ni largo ni vivo, sino todo lo contrario, corto y perezoso, allí mismo, bajo la sombra de ese pino, continuó la siesta de la que su padre le levantó hacía un rato, y así hasta que se puso el sol y a casa. La tarde siguiente más de lo mismo y las demás pues más de lo mismo.

Tenía engañados a todos, pero su padre, espabilado él, se dio cuenta de que todos los días traía la botella del vino entera, ¡Poco reseco pasa este año el mozo, algo pasa! Ya sabéis, se sabe más por viejo que por pellejo y, no estando el chaval, se fue por la viña y claro viendo que nada estaba cavado.... ;¡la que le espera con el cinturón esta noche, que se vaya preparando! "Bueno Juan, hoy me pasé por las viñas y, después de cuatro

tardes que llevas, eso sigue igual que el año pasado, te vas a enterar tú de lo que es bueno" (poniéndose en pie para soltarse el cinturón) y el zagal, vivo como un gitano, "pero padre si ya tenía todo cavado, a ver si nos han robado lo cavao los del pueblo vecino"… y desde entonces, a los vecinos de Fuenterrebollo se les conoce por "los que roban lo cavao".

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