El Mesón de Cándido solo ha cerrado dos veces en sus 128 años de historia. En la pandemia y dos semanas en enero de este año por sus obras de ampliación, el sueño de Alberto López, el hijo del genio que descubrió que dar de comer cochinillo y adornarlo con el ritual de romper un plato se iba a convertir en un negocio con clientes en todo el mundo. Sin abandonar la tradición y sus señas de identidad, el emblemático restaurante segoviano da un paso más para seguir adaptándose a los nuevos tiempos a través de la suma de 1.000 metros cuadrados más a sus actuales instalaciones.
«Es la expansión que necesitábamos para completar un restaurante con las más modernas instalaciones y la más moderna tecnología», explica Cándido López, actual director del restaurante y tercera generación de esta audaz familia. Tras terminar la obra en este último trimestre o a principios de 2025, el mesón estrenará cocinas, ascensores para ser más accesible, montacargas, vestuarios para el personal y un salón con capacidad para 150 comensales, que se añadirán a los 350 que ya podían acoger hasta ahora.
Esta aventura para crecer comenzó en 2012. Ese año compraron el adyacente Mesón La Criolla. «Hacer esta ampliación era el sueño de mi padre, Alberto, y va a poder verla terminada», apunta Cándido. Las obras comenzaron hace dos años y medio y no han estado exentas de dificultades. «Las hemos hecho a conciencia. Con trabajos muy artesanos, baldosas de casas antiguas... Es un proyecto muy cuidado», destaca el propio Cándido, que también pone el acento en la elevada cantidad de granito que encontraron al vaciar el solar.
La inversión ha ascendido a alrededor 2,5 millones de euros y supondrá también el aumento de la plantilla del restaurante, que en estos momentos se sitúa en torno al medio centenar de trabajadores. Un equipo rejuvenecido recientemente gracias a varias incorporaciones, entre ellas la del hijo de Cándido, también llamado Cándido López Manuel. Graduado en Administración y Dirección de Empresas y máster en gestión de restaurantes por el Basque Culinary Center, tiene encomendada la modernización y digitalización de la gestión del restaurante.
Este incorporará nuevos platos con la ampliación y el estreno de las nuevas cocinas. «Vamos a mantener y a conservar las raíces gastronómicas de la casa, pero también vamos a trabajar en la creatividad de nuestra cocina. Con productos autóctonos de la tierra, mejorando la presentación...», remarca Cándido desde las nuevas instalaciones, que también disfrutarán de unas vistas privilegiadas del Acueducto.