¿Quién está detrás del nuevo hotel de cinco estrellas?

Nacho Sáez
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El Palacio de Paradinas es el proyecto de dos familias, una de ellas con raíces en la propia localidad.

La futura directora del hotel, Noemí Martín Zaplana, también socia del proyecto, posa este jueves en Paradinas. - Foto: N. S.

Se pueden contar con los dedos de una mano los hoteles de cinco estrellas que hay en Segovia. En la capital, solo uno, y en la provincia, apenas un puñado más. Pero a partir del verano de 2025 se sumará otro que, además, permitirá rehabilitar un antiguo palacio que corría el riesgo de perderse. Se trata del Palacio de Paradinas, una pedanía perteneciente a Santa María la Real de Nieva de apenas medio centenar de habitantes donde una empresa madrileña –Imizi SL– creará un hotel de cinco estrellas con el mismo nombre. 

El Palacio de Paradinas contará con ocho habitaciones, un restaurante, piscina, un salón para eventos… Noemí Martín Zaplana está entre los promotores y será la directora del establecimiento. Procedente de una familia hostelera con raíces en Paradinas y licenciada en Turismo y Dirección Hotelera, ha trabajado en el pasado en siete hoteles, entre ellos el Ritz y el Intercontinental de Madrid. Ahora está volcada en este proyecto, en el que comenzaron a trabajar en 2022.

En enero de ese año compraron el palacio, que data del siglo XV aunque posteriormente se le dotó de estilo y forma militar renacentistas. Su construcción, de sillería, ladrilllo y tapial, está cubierta con revoco segoviano y la fachada principal presenta tres balcones, un escudo de los blasones del linaje de Osorio de Virués, una puerta de entrada rematada en arco rebajado y cuatro torrecillas vigías cilíndricas. El comunero Juan de Padilla se hizo fuerte allí en 1520.

«La idea es conservar todo lo que se pueda y ser fieles al propio estilo del palacio. Es verdad que como ha tenido muchas vidas y propietarios –no se ha conservado siempre en la misma familia–, pero la idea es conservar todo lo que se pueda –sobre todo los artesonados, que están en muy buen estado– y darle una estética más rústica porque, aunque fuese palacio, siempre estuvo ligado a las tierras de labranza de los mayorazgos que fueron propietarios desde el siglo XVI hasta que lo compraron particulares», explica Martín Zaplana.

Las obras de rehabilitación para la construcción del nuevo hotel de cinco estrellas comenzaron en febrero y tienen un presupuesto de 1,5 millones de euros para cuya financiación sus promotores han recibido una subvención de fondos europeos para la creación de pymes. «Nos lanzamos a que fuera un hotel de cinco estrellas por las características del edificio y por poder ofrecer una experiencia auténtica, no tanto por ofrecer un lujo exclusivo«, continúa la futura directora del alojamiento.

Todas las habitaciones tendrán más de 30 metros cuadrados y una de ellas, 70. «El hotel puede ser el destino. Conocer el palacio, estar rodeado de la Campiña segoviana, cerca de la ciudad, para pasear, descansar, comer... Lo que ahora llaman el turismo de bienestar», apunta Martín Zaplana cuando se le pregunta por el perfil que tendrán sus huéspedes. El arquitecto Antonio Gil Sanz ha sido el autor de un proyecto que abarca alrededor de 1.500 metros cuadrados entre lo que es el palacio en sí y un anexo que se construirá aparte y que incluye el salón de eventos, una zona de servicios y una habitación con acceso directo desde el jardín.

«Ha sido complejo porque es la rehabilitación de un edificio del siglo XV que estaba muy desvirtuado porque había sufrido importantes modificaciones a lo largo de la vida del edificio y no estaba en muy buen estado de conservación», apunta Gil Sanz, que revela que el hotel mezclará estilos: «Se va a conjugar el estilo rural –gracias a la madera, entre otros materiales– con elementos vanguardistas y espacios abiertos».

El Palacio de Paradinas tiene la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) por una normativa de los años 60 que protegía de facto todos los palacios y fortalezas de España, aunque en las normas urbanísticas subsidiarias de Santa María la Real de Nieva no figura. «Eso me ha sorprendido, pero nosotros hemos intentado en el proyecto mantener la esencia del edificio adaptándolo a la normativa actual para darle el uso que corresponde a un hotel de estas características. Se ha podido conservar la envolvente del edificio, algún elemento singular como una escalera central que tiene con un artesonado…», destaca el arquitecto.

Los promotores tienen en su punto de mira el sector de las bodas sin descuidar el hotel. A menos de cien metros del palacio se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo de traza gótica del siglo XVI con tres naves separadas amplio y grandioso. «Hay muchas casas rurales, pero esta parte del mercado está más limitada en cuanto a opciones», indica la promotora, que también espera que pueda ser un revulsivo para la zona: «Porque si hay una boda en el palacio no se van a poder hospedar todos los invitados. Quizás así abran más casas rurales en Paradinas».

El gastronómico será otro de los alicientes del nuevo hotel. Tendrá un restaurante que combinará la cocina local tradicional y de temporada con toques innovadores. En principio estará reservado para los huéspedes del hotel, aunque su idiosincrasia la marcará la evolución que tenga el negocio. Al igual que los precios o el número de trabajadores, que aún no lo han terminado de definir los socios de este proyecto. Dos familias que probablemente hayan salvado de la ruina el Palacio de Paradinas. «Es un edificio con muchos años y una estructura muy debilitada y las instalaciones están siendo un reto, pero es una aventura y algo muy emocionante», concluye la que será su directora.