La Plataforma "Cega el río que nos une" reclama la paralización de las obras de la tercera fase de recarga de los acuíferos del Carracillo que se están ejecutando en los pinares de Gomezserracín al considerar que están provocando importantes daños medioambientales y tienen irregularidades normativas y de tramitanción.

En una nota de prensa, la plataforma señala que las obras se están realizando "a las puertas de la época de máximo peligro de incendios forestales y en período de reproducción de la fauna, lo que supone vulnerar todos los códigos de buenas prácticas en las obras públicas".

Asimismo, señala que estas obras que promueve la Junta de Castilla y León a través del Itacyl y que se están llevando a cabo, estos días, por la empresa Tragsa en los pinares de los vecinos de Gomezserracín, "están arrasando miles de pinos y destrozando el ecosistema de dunas y pinares", y precisa que tanto las obras y las declaraciones de utilidad pública e interés general están recurridas en los Tribunales por Ecologistas en Acción y la Plataforma 'Cega el río que nos une' "por supuestas irregularidades normativas y de tramitación, así como por una deficiente evaluación ambiental que también está pendiente de resolución de un recurso contencioso administrativo".

Después de más de un año de la presentación del primer recurso contencioso administrativo y sin haber aun sentencia firme, el Itacyl ha comenzado las obras "cuando existen serias dudas sobre la validez de su aprobación", asegura la plataforma.

Además, señala que se están talando los pinares de los vecinos de Gomezserracín "mediante una maniobra de expropiación parcial de sus parcelas que resulta especialmente gravosas para sus legítimos dueños. El objetivo final de este proyecto, a beneficio de la Comunidad de Regantes del Carracillo, es extraer el agua del Cega y de estos pinares para llevarlo a la zona norte de esta comarca y regar las fresas y hortalizas de las macroempresas, que a su vez perjudican a los pequeños y medianos agricultores".

Además muchas de estas explotaciones freseras se ubican en los cientos de hectáreas de pinar roturados en las últimas décadas y que pretenden legalizar ahora con otra concentración parcelaria.

'Cega, el río que nos une' indica que este proyecto es "todo un ejemplo de insostenibilidad donde el poder económico, a toda costa, intensifica aún más un modelo agrario agresivo que contamina y sobreexplota el agua y los suelos, aniquilando los bosques, y buscando únicamente un rendimiento económico a corto plazo. La sinrazón de este proyecto, contrario a los objetivos de desarrollo sostenible y de medidas contra el cambio climático también será examinado por Europa, quien ya ha sancionado en varias ocasiones por hechos similares".