Ha sido una de las frases claves de la crisis política derivada de la catástrofe de Valencia. «Es que aquí no había cobertura». Preguntado por las llamadas y mensajes al móvil por parte de la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Rivera, el día de la DANA que azotó parte de la provincia de Valencia, el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, se excusó así en los problemas de cobertura que tenía en ese momento el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI), donde se tomaban las decisiones durante esa tarde. Salvando las distancias, y muy lejos de esa terrible situación, el Ayuntamiento de Segovia lleva desde el inicio de la implantación de la telefonía móvil con problemas de cobertura en la histórica casa consistorial de la Plaza Mayor, dificultades de las que no se libran ni las dependencias de la propia Alcaldía, aunque fuentes municipales aseguran que, ante cualquier alerta o urgencia, el alcalde, José Mazarías, está localizable y en comunicación perramente por distintos medios, entre ellos por el teléfono fijo.
Todos los últimos alcaldes de la ciudad, desde Ramón Escobar a finales de los noventa, cuando empezó a generalizarse el uso del teléfono móvil, a Clara Martín, pasando por Pedro Arahuetes y Clara Luquero, así como los concejales de sus equipos y buena parte de los servicios municipales ubicados en el edificio de la Plaza Mayor número 1 han sufrido estos problemas de cobertura sin que se haya producido problemas de calado por esa circunstancia, o al menos no han transcendido.
El Ayuntamiento mantiene un contrato con una operadora de servicios de telecomunicaciones que incluye la redes de comunicaciones de voz fija, móvil y datos y correo electrónico de todas sus concejalías y dependencias, así como «el mantenimiento de las infraestructuras necesarias para la correcta prestación de los servicios». Es un contrato hasta de cuatro años que ya ha cumplido su plazo de ejecución y, por lo tanto, está prorrogado.
Fuentes municipales han informado de que en todos los pliegos redactados para los procedimientos de licitación de los últimos contratos, al menos desde 2006, los técnicos municipales han incluido requisitos para cubrir las necesidades técnicas que permitan mejorar la cobertura de la telefonía móvil en el edificio de la casa consistorial pero, por lo visto, las empresas adjudicatarias todavía no han conseguido dar con todas las soluciones para eliminar «zonas de sombra».
Los funcionarios y empleados de dependencias municipales como Tributos (Oficina de atención al contribuyente) o el Registro, las concejalías de Participación Ciudadana, Hacienda y Contratación o Personal conocen bien este problema de cobertura y, como hacen incluso algunos concejales, aprovechan la hora del café para comprobar si tienen alguna llamada perdida o hasta mensajes de WhatsApp que se han quedado en el limbo de las comunicaciones.
También los periodistas de medios locales sufren la falta de cobertura en el Gabinete de Alcaldía, donde se encuentran los interlocutores de prensa del gobierno municipal y, en más de una ocasión, ha habido entrevistas radiofónicas con algún edil lastradas porque se corta la conversación o el sonido no llega con claridad.
La solución, al menos hasta que se adjudique el próximo contrato de este importante servicio municipal, con un coste superior a los 600.000 euros para cuatro años, es salir al exterior, a la Plaza, y evitar así la nomofobia, o miedo a estar sin móvil, que sufren algunas personas. La solución más inmediata, sin embargo, puede ser el próximo traslado de parte de los servicios y concejalías, los que no tienen atención directa con la ciudadanía, al edificio CIDE.