No hay hermandad ni asociación rociera que no cuente con un estandarte mariano que identifique su devoción a la 'Blanca Paloma'. El 'Simpecado' - nombre que recibe este elemento distintivo- es la seña de identidad de cada hermandad y se venera de forma especial, sobre todo en celebraciones de especial relevancia como el Corpus Christi o en las peregrinaciones anuales al santuario de la localidad onubense de Almonte donde se venera la imagen de la Virgen del Rocío.

La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Segovia contará a partir de este fin de semana con su simpecado, con el que avanza para conseguir la filialidad con la hermandad matriz de Almonte, que pondrá fin a una singladura de dos décadas desde que un grupo de devotos del Rocío en Segovia decidieran honrarla con la creación de una hermandad en el año 2000.

José Manuel Ansoleaga, presidente de la hermandad segoviana no oculta la emoción ni la satisfacción por contar ya con el simpecado, que será bendecido el  domingo 13 de octubre a las 11,00 horas en el marco de una misa solemne en la Catedral presidida por el obispo de Segovia César Franco a la que asistirán representantes de un gran número de hermandades rocieras procedentes de varios puntos de la geografía nacional, e incluso de Europa, como el caso de la Hermandad de Rocío de Bruselas (Bélgica), que ha confirmado su presencia en el acto. La ceremonia religiosa contará con la ambientación musical del grupo rociero 'Brumas', que cuenta con una trayectoria de 35 años  y medio centenar de discos de folclore popular vinculado al Rocío. 

Ansoleaga señala que tener el Simpecado «es el último obstáculo que nos quedaba por salvar para conseguir ser hermandad filial de la de Almonte, ya que hasta ahora estábamos bajo el madrinazgo de la de Huévar del Aljarafe, y ahora podremos participar en los actos religiosos con el nuestro propio, como cualquier otra hermandad».

No ha sido tarea fácil, y el esfuerzo económico realizado por los 116 integrantes de la hermandad ha sido notable para financiar una pieza de verdadera artesanía en la que ha trabajado durante siete meses un equipo de 35 bordadoras dirigidas por el sevillano José Antonio Grande de León, considerado uno de los mejores bordadores de arte sacro de España, y que se ha encargado del diseño y la confección del Simpecado.

El trabajo ha dado como resultado un estandarte bordado en oro y seda con el fondo azul celeste como símbolo del cielo segoviano, y en cuya parte central figura la imagen de la Virgen del Rocío con el Acueducto de fondo para poner de relieve la filiación segoviana de la Hermandad. El Simpecado se mostrará en un varal repujado en plata con baño de oro que también tendrá motivos marianos y rocieros.

El presidente de la Hermandad señala que el Simpecado «es un objeto de culto para las hermandades como puede ser el paso de Semana Santa de una cofradía», y en el caso de Segovia, podrá verse en solemnidades como la procesión eucarística del Corpus Christi, pero no procesionará junto a la imagen de Nuestra Señora del Rocío que participa en la 'Procesión del Encuentro' del Domingo de Resurrección, ya que "para las hermandades, el simpecado es su señal identitaria".

Ansoleaga  reconoce que la devoción al Rocío «sólo se entiende desde la fe», por eso señala que hay hermandades rocieras por todos los rincones del mundo. «Yo soy riojano y vivo en Segovia, pero me enamoré del Rocío en mi primera visita al santuario y ahora más que una devoción es un modo de vida. Para mi, el año no termina el 31 de diciembre, sino cuando concluye la romería en Almonte», explica.