Los talleres artesanos de Cabañas de Polendos están de aniversario. Este 2025 cumplen 25 años en los que han buscado fomentar la artesanía y dar facilidades a los artistas que aún apuestan por los oficios tradicionales. En ellos se une la ilusión de las primeras veces y la experiencia de la veteranía. Doce talleres que antiguamente ubicaban establos y corrales abandonados se han reconvertido y disfrutan de su segunda vida acogiendo y ayudando a conservar oficios tradicionales. Elena, Frutos, Nela, Diego, Álvaro, Miguel Ángel, Paula, Esther, Alexandra, Miguel Ángel, Antonio y Mónica ocupan estos espacios para dar rienda suelta a sus proyectos, ideas, sueños y pasiones, abiertas al visitante el primer fin de semana de cada mes.
Programación. Además, en paralelo, Cabañas de Polendos celebra durante el fin de semana los Días Europeos de la Artesanía en los que los talleres dan a conocer su trabajo. Dentro de la programación, el viernes a las 12.00 horas se realizará una visita por los talleres para prensa y autoridades, sucedida por el descubrimiento de la placa conmemorativa del 25 aniversario de Las Caravas y un vino español. El sábado 5 de abril a las 11.00 horas se podrá disfrutar de un taller de cocción de cerámica raku de la mano de Esther Atienza -Greda-. Una hora después, tendrá lugar el taller de joyería y esmalte sobre metal de la mano de Paula Velásquez; una demostración de pintura en acuarela con Frutos Casado; un taller demostrativo de torno de alfarería con Álvaro Góme zy una demostración de soplado de vidrio a cargo de Diego Rodríguez. A las 14.00 horas será la hora de la comida, con un cocido en el restaurante El Rincón del Tuerto Pirón a un precio de 14 euros. Por la tarde continúan las actividades y demostraciones a partir de las 17.00 horas, comenzando por una cocción de cerámica raku a cargo de Elena Cuesta mientras que Nela Sánchez, en paralelo, realizará un taller participativo sobre iniciación en el barro y creación de una pieza. Además, Diego Rodríguez hará una demostración de soplado de vidrio. Al caer la noche tendrá lugar en encendido del 'carárbol de fuego' a las 20.00 horas, acompañado de una cata de cerveza de Maltman, lo que dará paso al espectáculo de danza tribal con fuego de la mano de Sue espectáculos. El día finalizará con una cena de chorizo a la brasa. El domingo 6 de abril comenzará en la localidad a las 11.00 horas con la demostración de cocción de cerámica por el grupo Ricardo Arroyo y el taller para niños telarera. Una hora después, tendrán lugar varias demostraciones: de grabado con Miguel Ángel Maroto, de torno alfarero con Álvaro Gómez y de soplado de vidrio con Diego Rodríguez. A las 14.30 horas se celebrará la entrega de premios 'Artesanía verde' acompañada de paellada y el concierto de Masa Madre.
CONOCE LOS TALLERES:
Taller de cerámica 'Luume', de Elena Cuesta
«Me enamoré de la cerámica», es lo primero que se la pasa por la cabeza a Elena Cuesta al preguntarla por lo que actualmente no es solo su profesión, sino también su proyecto de vida: la cerámica. Una pasión que comenzó tras apuntarse a un curso de cerámica. «Decidí entrar en la escuela de arte y compaginarlo con el trabajo. Ahí supe que el barro había trastocado mi vida», desvela, y así fue. Ya que tras esto apostó por continuar su formación en esta disciplina y montar su propio taller.
Así, se enfoca en componer sus propias piezas, piezas por encargo y la realización de clases y talleres. Sus obras se pueden ver en el restaurante de Rubén Arnaz -chef segoviano con una estrella Michelin- o en el trofeo de la Feria del Tomate en Martín Muñoz de las Posadas.
Taller de pintura, de Frutos Casado
En los paisajes castellanos encuentra su inspiración Frutos Casado, quien encuentra en la pintura su religión. Más de 2.000 cuadros avalan una trayectoria que comenzó cuando era pequeño. A pesar de las exposiciones que ha protagonizado, los premios recibidos y los cursos impartidos, revela que «profesional» no ha sido nunca.
Su pasión es la acuarela y su forma de proceder a pintar es, en primer lugar, elegir una temática. Entre el trazo de sus pinceles se pueden observar principalmente paisajes de Castilla y León, pero también lugares que han sorprendido al autor, como Timanfaya. «Generalmente tomo apuntes sobre el lugar o hago fotos y, sobre ellas, interpreto. Un pintor, está pintando siempre», revela, y es que cuando ve el lugar idóneo se imagina cómo quedaría plasmado en la pintura.
Taller de cerámica, de Nela Sánchez
La historia de Nela Sánchez con la cerámica comenzó como un juego que se ha tornado en una relación seria. «Empecé con clases extraescolares sin ninguna intención profesional, sino con la intención de disfrutar», explica, pero añade que a medida que más ha ido conociendo, más ha querido continuar.
«Para mí la cerámica son muchas cosas, no es solo una. Es una forma de vida, mi profesión, mi terapia en momentos duros, mi ayuda para sentirme mejor. Es un camino que estoy recorriendo», desvela, y eso es lo que manifiesta en cada una de sus piezas. Sus lámparas muestran una línea inspirada en la naturaleza que surge a raíz de la necesidad de mostrar luz. «Hay piezas que invitan a tener luz y que se proyecte», explica, y así ha sido.
Taller de vidrio soplado, de Diego Rodríguez
El soplado de vidrio es un oficio artesanal al borde de la desaparición, pero aún quedan personas, aunque pocas, como Diego Rodríguez que buscan mantenerlo a flote. En su caso, la pasión ha sido heredada generación tras generación de una familia con un gen mágico: el moldeado del vidrio. «Toda mi familia trabajaba en la Real Fábrica de Cristales, y siempre tenías inculcado lo que era el vidrio», explica.
«El vidrio para mí es toda una vida, es la manera de poder transmitir en un material todos tus sentimientos, todo tu saber, todas las experiencias», revela, y es por ello que busca, a través de la realización de cursos de cara al público, dar a descubrir el mundo del soplado del vidrio, su mundo, además de luchar para que el oficio no desaparezca.
Taller de cerámica, de Álvaro Gómez
La herencia familiar de Álvaro Gómez es la cerámica. «Somos varias generaciones de ceramistas, es el oficio familiar», revela. Pero explica que actualmente su objetivo es innovar. Por ello, sus piezas tienen un estilo único en el que destaca la creación de esculturas basadas en cabezas.
«Se están perdiendo las tradiciones, y estos oficios no deberían dejar que mueran», lamenta, y es que en la actualidad considera que es muy complicado vivir de los trabajos artesanales por lo que él lo compatibiliza con la creación de escenografías para teatro. Además, denuncia que los artesanos actuales no disponen de un espacio físico en la ciudad en el que poder poner a la venta sus productos, algo que ayudaría mucho a fomentar la compra de sus piezas y su trabajo.
Taller de grabados 'Numen', de Miguel Ángel Maroto
La galería Numen de Miguel Ángel Maroto cumple 25 años en Las Caravas, y es la único que se conserva desde que se pusieron en marcha los talleres. Su proyecto ha ido cumpliendo años de la mano de su estudio en Cabañas de Polendos. «Es un taller, museo, estudio y galería», explica sobre el espacio en el que se pueden contemplar sus grabados y en el que hace sus ideas realidad. En total, suma más de 115 colecciones, alguna de ellas con 100 modelos diferentes de grabados. «Soy un superviviente y un sobreviviente, porque este es un oficio que por desgracia en España no tiene toda la trascendencia que merece», lamenta.
«Soy el artista maldito entre los artesanos y el artesano maldito entre los artistas», revela.
Taller de joyería y esmaltado, de Paula Velásquez
La pasión de Paula Velásquez son las joyas, y así lo demuestra en su taller dedicado a la joyería y al esmaltado al fuego de las piezas. «Para mí era muy importante buscar un oficio creativo y trabajar con las manos, por lo que empecé a trabajar con marcas de joyería», explica. Hace 30 años de eso, pero es una pasión que ha permanecido en el tiempo y a día de hoy intercala la realización de piezas en su taller con su trabajo junto a otras marcas, además de dar clases y talleres.
Sus piezas destacan por ser diseños muy orgánicos generalmente inspirados en la naturaleza. «Para mí las joyas funcionan como un talismán. Es más importante su significado simbólico y emocional que su valor monetario», recalca. Es por ello que también realiza piezas únicas como anillos de pedida o alianzas.
Taller de cerámica 'greda', de Esther Atienza
Esther Atienza remonta su primer contacto con la cerámica a cuando tenía 18 años, y lo que fue estudiando durante una gran parte de su vida ahora se dedica a transmitirlo a través de diversos cursos y talleres. «Es algo que compagino con mi trabajo porque es muy difícil vivir solo como artesano, ahora necesitas unos ingresos más estables», explica.
Aunque para ella la cerámica es una válvula de escape. «Además de que me enriquece, se te olvidan los problemas. El torno es una meditación en movimiento y una terapia en sí. Para mí es un canal de salvación», señala. Por ello, en sus clases lo que intenta transmitir es a disfrutar del proceso de creación. «En las clases dejo total libertad en los moldeados, el torno y el esmaltado para que vean que la cerámica es más que hacer un botijo», explica.
Taller textil 'Telarera', de Alexandra Navarro
El taller Telarera aúna en un pequeño espacio las dos pasiones de Alexandra Navarro: las esculturas textiles y la botánica. «Hice diseño textil y floristería, me interesan las dos cosas y por eso ahora hago mayoritariamente figuras de plantas con fieltro y telas», desvela.
Aunque lamenta que los oficios tradicionales actualmente no tienen muchas salidas. «Ahora sí que es cierto que hay más artesanos textiles», aunque eso no la impide continuar con lo que la gusta. «Cuando me meto en el taller estás continuamente haciendo cosas, te puedes tirar todo el día», explica, y es que para ella el arte textil significa «una forma de vida». «Es mi pasión. Yo o estoy bordando, o estoy tejiendo o estoy haciendo plantas. No puedo dejarlo», asegura, y lo más importante: tampoco quiere dejarlo.
Taller de cerámica, de Miguel Ángel Fernández
«Igual que nosotros moldeamos la arcilla, la arcilla me ha moldeado a mí», revela Miguel Ángel Fernández. Y es que su contacto con la cerámica comenzó de manera casual hace 25 años, pero se ha convertido en su día a día.
Así, Fernández compagina la la docencia en el Centro Regional de Artesanía de Valladolid con la creación de piezas al torno alfarero, lo que denomina como «alfarería creativa», ya que incluye la elaboración de animales como hormigas, pájaros o peces a la vez que continúa con los elementos tradicionales como las jarras o copas destinadas a la hostelería. «Me ha costado mucho, pero la artesanía es un oficio que da frutos a medio y largo plazo. El camino no es fácil, pero merece la pena».
Taller de talla con motosierra, de Antonio Blanco
Antonio Blanco, conocido como 'Cuco', tiene en la madera su forma de evadirse. En ella plasma diversas figuras, generalmente animales, pero de una curiosa forma: con motosierra. Aunque no por ello las falta detalle.
La conexión entre Cuco y la madera nace después de contemplar una demostración de talla con motosierra. A raíz de eso, él que ya trabajaba talla de relieves en este material, comenzó a probar esta destreza únicamente con la ayuda de vídeos de YouTube. «He visto todos los vídeos que había, y me gusta, me entretiene y se me pasa el tiempo rápidamente», desvela. Y hasta ahora, diez años después, por su taller han pasado más de 200 figuras, desde pequeños búhos hasta un cocodrilo de dos metros y medio de largo o un jabalí a tamaño natural.
Taller de cerámica, de Mónica Martínez
«Desde que probé la cerámica no he podido dejarlo», explica Mónica Martínez. «Me siento como pez en el agua y desde el principio supe que quería trabajar con esta materia» a pesar de que desvela que «no es fácil dedicarse a la artesanía».
Sus piezas son utilitarias. «Soy partidaria del consumo responsable, de tener una taza y que sea tu taza, no tener 40 tazas o tener tu propio plato, no una vajilla completa», revela, y es por ello que busca transmitir en sus piezas el cariño que siente por la cerámica y que «tengan alma y transmitan algo». Por ello, señala que «la exclusividad no es algo que lleve por bandera, no busco la perfección.Yo digo que hago familias, porque todas las piezas son distintas pero siempre tienen un nexo común».