Un grupo de jóvenes matriculados en el primer curso del Grado de Educación Infantil y Primaria del Campus María Zambrano de la UVa esperan en el pasillo del centro para entrar a su próxima clase. La mayoría de ellos han nacido en el año 2005, por lo que una gran parte ya ha solicitado el Bono Cultural Joven, una iniciativa que tiene como objetivo por un lado, promover la fidelización de los jóvenes como público y consumidor cultural y, por otro, ofrecer un respaldo adicional al sector cultural.
Al preguntarles sobre cómo tienen pensado hacer uso de la ayuda, la respuesta es unánime. Ellos gastarán una parte de los 400 euros que se les concede en asistir a conciertos.
Natalia Cerezo revela que la dieron el bono hace relativamente poco, por lo que aún no ha podido comenzar a usarlo, pero ya tiene pensado en lo que lo hará. «Lo gastaré en alguna plataforma digital como Spotify, para escuchar música, o Disney Plus, para ver películas. También en conciertos o algún espectáculo», aunque lamenta que en Segovia haya muy poca oferta. «En la página web del bono hay una opción que te dice en qué te lo puedes gastar. Yo busqué en qué me lo podía gastar en Segovia y no me aparecían muchas opciones». Y es cierto, ya que en toda la provincia tan sólo se puede canjear en diez establecimientos físicos.
Su compañera, Alejandra Gómez, es de Madrid a pesar de estudiar en Segovia, por lo que la resulta más sencillo acceder a una oferta cultural más amplia. «He hablado con gente de aquí y me han dicho que en Segovia hay poco que hacer. Yo en Madrid lo tengo mucho más fácil», apunta, y añade que los 200 euros que se pueden destinar a artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales lo gastará en festivales y conciertos musicales. A pesar de que la parece una gran idea, se queja del dinero que se desperdicia. «Hay mucho dinero que no se llega a usar porque a lo mejor las cantidades no son exactas», y lamenta que haya eventos o productos que no puedan pagarse con el bono cultural. «Hay cosas que deberían incluir, como los libros de texto». Linabel, que se encuentra a su lado, comparte opinión con su compañera. «Como iniciativa está bien, pero sí que es cierto que hay cosas en las que podría haberse empleado mejor, como los libros de texto». No obstante, señala que ella ya lo ha usado para pagar la suscripción a Netflix. «También buscaré algún libro que me interese para comprar y también quiero gastarlo en festivales», añade.
Lucía Gabía explica que ella, sobre todo, va a invertir el dinero del Bono Cultural «en ocio, cine y conciertos» y a pesar de que la parece una gran iniciativa, señala que, en su opinión, «debería haber opción de utilizarlo en comercios locales o en más sitios». Sentada junto a ella se encuentra Celia Fernández, quien explica que cuando la llegue el dinero lo gastará seguramente en festivales, conciertos y algún juego de ordenador.
Ella, junto a Iván Hernádez y Laura Yllera comparten opinión en lo que respecta a que el Bono Cultural favorece a los jóvenes con una menor capacidad económica. «Me parece muy bien la iniciativa porque antes a lo mejor no ibas a ciertos sitios o hacías diferentes actividades por no tener dinero», explica Fernández,mientras que Hernández añade que «es una iniciativa que ayuda mucho a los jóvenes y que fomenta el ocio en la juventud». Él explica que lo invertirá en conciertos y libros de lectura, aunque le hubiera gustado poder ir al cine en su ciudad, por lo que lamenta que el local segoviano dedicado al séptimo arte no esté adherido a los espacios en los que se puede canjear el Bono Cultural. Algo que sorprende a alguno de sus amigos que se encuentran presentes.
Entre ellos se encuentra Daniel García, madrileño, que señala que tiene más opciones para poder gastar el Bono Cultural en su ciudad. «Hay más oferta y suelen aceptar más el Bono». Hasta allí también tendrá que desplazarse Claudia Roldán, quien lamenta que no se pueda gastar la ayuda en Segovia por la escasa oferta de conciertos. Y la música también es la primera opción en la que invertirá su Bono Irene Lorenzo. «Quiero ir a conciertos porque son bastante caros y una persona de 18 años no tiene suficiente poder adquisitivo como para pagar para ver a todos los artistas a los que le gustaría», apunta.
CIFRAS. Un total de 838 jóvenes segovianos ya han solicitado su bono cultural, cifra que supone un 52,8% del total de beneficiarios potenciales de la provincia (1.587). En lo que se refiere a Castilla y León, son 13.624 las peticiones realizadas, un 64,1% del total de jóvenes que pueden solicitarlo en la Comunidad (21.254).
Aún se puede solicitar. El Ministerio de Cultura y Deporte ha ampliado hasta el 31 de octubre el plazo de solicitud del Bono Cultural Joven. Para solicitarlo, , las personas que hayan cumplido o vayan a cumplir 18 años en 2023 han de registrarse y realizar el procedimiento de solicitud en la página web 'https://bonoculturajoven.gob.es'. Los jóvenes nacidos en 2005 pueden realizar la solicitud en su nombre, o bien a través de un representante mayor de edad, adjuntando un modelo de representación firmado por ambas partes.
La empresa pública Correos, entidad encargada de la gestión del pago del Bono Cultural Joven, ya inició el pasado 14 de septiembre el envío de las tarjetas virtuales y físicas a los jóvenes beneficiarios. Desde ese momento y una vez revisada la documentación presentada, las tarjetas se están emitiendo de forma progresiva hasta alcanzar el total de jóvenes solicitantes.
El Bono únicamente funciona en las empresas que forman parte del programa y se pueden consultar a través de la página web. Dentro de éste, habrá 200 euros para gastar en artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales como entradas y abonos para artes escénicas, música en directo, cine, museos, bibliotecas, exposiciones y festivales escénicos, literarios, musicales o audiovisuales, y espectáculos taurinos; 100 euros para productos culturales en soporte físico como libros, revistas, prensa, u otras publicaciones periódicas; videojuegos, partituras, discos, CD, DVD o Blu-ray y 100 euros para consumo digital o en línea, por ejemplo suscripciones y alquileres a plataformas musicales o audiovisuales,compra de libros digitales, suscripciones a videojuegos en línea o suscripciones a prensa.