Emprender en el medio rural es una forma de vida. Son muchos los autónomos que viven en los pueblos, pero es menos habitual que los jóvenes se lancen a la aventura de gestionar su propio negocio y más si el área de trabajo es poco común.
Raúl Pilar de 22 años y natural de Cuéllar y su amigo y socio Guillermo de Pedro de 24 años y de Arroyo de Cuéllar se han subido a 'la noria' del emprendimiento montando un estudio de grabación en la entidad local menor de Arroyo de Cuéllar. De hecho, por los avatares que supone emprender en el medio rural y varias circunstancias graciosas durante los estudios, 'La Noria' es el nombre que han decidido poner al estudio.
Ambos están ligados a la música desde bien pequeños. Como muchos jóvenes de Cuéllar y la comarca han crecido en la Escuela Municipal de Música Cecilio de Benito y eso los llevó a profundizar en facetas relacionadas con el estudio y manejo adecuado del sonido.
Aunque se conocían de vista no fue hasta que coincidieron en el grado superior de técnicos de sonido cuando comenzó su amistad. «Los dos teníamos claro que nos gustaba el tema de los estudios de grabación. Tuvimos la suerte de hacer las prácticas en el que consideramos el mejor estudio de grabación de Castilla y León en Palencia y con buenos técnicos de estudio. Ellos nos dieron la motivación de que se puede conseguir. Si ellos podían vivir de sus estudios de grabación, ¿nosotros por qué no?», comenta Guillermo.
Aunque tardaron en decidirse, la apuesta por el medio rural fue clara. Es generalmente en las ciudades donde se abren este tipo de estudios, pero también existe un precedente cercano a Cuéllar como es el estudio de grabación del excomponente de Celtas Cortos, Carlos Soto en la localidad vallisoletana de San Miguel del Arroyo a apenas 15 kilómetros de Cuéllar. «Podemos ofrecer algo diferente para que la gente se desplace a un pueblo a grabar y pensamos en hacer del defecto virtud.
Queremos que sea nuestra seña de identidad, que además de que tengan la experiencia de venir a grabar, lo puedan hacer en un entorno tranquilo, rodeado de naturaleza, en un estudio grande, profesional y luminoso y que puedan venir una semana y que puedan estar con el grupo desconectando de lo habitual y centrados con tranquilidad en su proyecto musical», explica Raúl. Tras esta reflexión, destaca la importancia de trabajar en comunidad porque considera que del proyecto de 'La Noria' también se pueden beneficiar otros pueblos de alrededor.
Además de estudiar en la Escuela de Música de Cuéllar, ambos han tenido la experiencia tanto de grabar en un estudio como de trabajar en los diferentes ámbitos que ofrece la técnica de sonido.
Precisamente la primera vez que Raúl acudió a un estudio fue al de Carlos Soto con una cofradía de Semana Santa de Cuéllar y esa experiencia hizo que le picara aún más el gusanillo. Guillermo por su parte probó a trabajar de técnico de sonido en directo, pero se dio cuenta que le gusta más la parte de estudio. «Con la música en el estudio mezclas las dos vertientes: la creatividad de las canciones y la técnica de la grabación, y es una manera de juntar nuestras pasiones: el sonido, con crear música y con tocar», explica.
Ambos forman parte de la charanga 'La Huevera'. Raúl lleva desde sus inicios y Guillermo se incorporó el verano pasado. Además, este último cuenta con bastante experiencia en grupos ya que toca en dos de música rock y versiones, de Arroyo de Cuéllar 'La Fundición' y 'Respontia' y ha pasado por otras formaciones de la comarca.
«La charanga es más festiva pero hay que saber tocar los instrumentos igual de bien que en el estudio de grabación», comenta Raul, mientras Guillermo apostilla que la experiencia de ambos, con la espontaneidad de la charanga y el hecho de qu cuenten con probada experiencia tanto como músicos como intérpretes les ayuda a hacer un buen tándem en el proyecto que están emprendiendo. «Podemos ayudar en las diferentes ideas, tanto más profesionales como espontáneas, en función de los intereses de cada grupo o persona que acuda al estudio», comenta Guillermo.
La formación es algo que también continúan potenciando y por ello ambos continúan en la Escuela de Música, pero han dado un paso más. En el caso de Raul Pilar, está apunto de iniciar el segundo curso en el Conservatorio de Música de Segovia y Raúl empieza este año la carrera de Musicología a distancia y además recibe clases de batería en Madrid con el que considera uno de los mejores baterías de España y que pertenece al grupo Sober. Guillermo toca la batería y el bajo y a Raúl le gustan más los instrumentos de viento y el piano.
Aunque aún están terminando de ultimar las instalaciones del estudio, esperan que pueda estar en funcionamiento a finales de este año 2024 o principios de 2025. Tras todos los altibajos y quebraderos de cabeza que supone emprender, se muestran ilusionados con el proyecto e incluso ya cuentan con algún proyecto de grabación cerrado para empezar a trabajar.
Si todo va bien su siguiente sueño es, como plantearon en aquel proyecto de clase, poder complementar el estudio de grabación con un complejo de turismo rural y spa. Quien sabe… de momento 'La Noria' cada vez está más cerca de empezar a girar para grabar buena música como los antiguos vinilos en los tocadiscos.