Piden firmas contra el veto a pescar con lombriz en el Eresma

Nacho Sáez
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Un grupo de aficionados logra más de 200 apoyos contra la nueva normativa de la Junta de Castilla y León. Creen que alejará de esta actividad a los principiantes y a los veteranos.

Juan Ramírez, uno de los que se oponen a la normativa de la Junta, mira el Eresma desde el puente de la Casa de la Moneda. - Foto: Rosa Blanco

Juan Ramírez aprendió a pescar en Madrid en el río Jarama pero desde que su familia se mudó a vivir a Valsaín cuando él tenía dieciséis años, ha sido un habitual entre los que tiran la caña en el Eresma a su paso por Segovia. Ahora, con 47 años, asiste con tristeza a la reciente prohibición de la Junta de Castilla y León de prohibir la pesca con lombriz en el tramo del Eresma comprendido entre la presa de Batanes y el puente situado junto al Centro de Capacitación Agraria. Junto con otras personas ha iniciado una campaña de recogida de firmas que ya ha conseguido más 200 apoyos.

«Todos hemos aprendido a pescar con nuestro corchito, con nuestra lombricita», se lamenta de pie en el puente de la Casa de la Moneda. «La gente que se va a iniciar o la gente que ya tiene una edad no van a cambiar de modalidad de pesca. La están echando del río», añade. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León publicó el pasado 31 de enero en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) una orden para declarar los cotos de pesca, escenarios deportivo-sociales, aguas en régimen especial y refugios de pesca de nuestra comunidad autónoma. Un documento de 858 páginas que dedica un apartado al mencionado tramo del río Eresma, declarado a partir de esta orden aguas en régimen especial. Aunque continuarán categorizadas como aguas no trucheras, a partir de ahora la modalidad de pesca que estará autorizada será la de sin muerte.

Hasta el momento los pescadores no podían capturar y transportar (dar muerte) truchas pero sí otras especies, como gobios y bogas, aunque Ramírez asegura que nadie lo hacía. La controversia principal de la nueva normativa tiene que ver con el veto a utilizar  los cebos naturales y los anzuelos con arpón. «La restricción de excepción que ahora se impone no se da en ningún otro tramo de aguas no trucheras de ninguna otra provincia de Castilla y León», indica el escrito que han presentado en la Junta de Castilla y León. «Es tanto más grave toda vez que hace ya nueve años que se cerró el Coto de Pesca Intensiva de Revenga, modalidad de régimen de pesca que se creó para que, entre otros, los pescadores con las limitaciones expresadas (avanzada edad, movilidad reducida...)pudieran practicar su afición de un modo adecuado y económicamente accesible. Tras su cierre, dichas personas solo encontraron, cerca de la capital de la provincia, como tramo en el que desarrollar su actividad deportiva sin grandes esfuerzos, precisamente el tramo que ahora se cierra totalmente para ellos al suprimir la pesca con la única modalidad factible para sus condiciones físicas, como es la pesca con lombriz a fondo».

Quienes se oponen a la normativa creen que detrás de ella están las presiones de un grupo reducido de personas. «Les molestaba que venía la gente con la lombriz y cogía cuatro truchas. Aunque las soltaban, les molestaba que se las pinchasen. Es una zona que no es truchera y seguramente de la provincia de Segovia sea donde más truchas hay, así que mucho daño no estaba haciendo que se pescara con lombriz. Lo que pasa es que hay media docena de personas que se piensa que este tramo del río es suyo y, aunque estés pescando a ninfa o a mosca, te miran mal o no te saludan», cuenta Ramírez.

Esta polémica ha enrarecido el comienzo de la temporada de pesca en las aguas trucheras de Castilla y León, iniciada en Segovia, Salamanca y Valladolid el pasado sábado y prevista a partir del sábado 29 de marzo en Burgos, León, Palencia, Soria y Zamora. Han existido iniciativas en el pasado para lograr la declaración de aguas trucheras para el tramo del Eresma del conflicto, pero la Junta las ha rechazado. «No le interesa que sean aguas trucheras porque no le interesa al Ayuntamiento. Cada vez que aparece una trucha muerta sería una multa para el Ayuntamiento por el mal estado en el que se encuentra el colector», apunta Ramírez, que sí aplaude que del 15 de noviembre al 15 de febrero vaya a estar prohibida cualquier modalidad de pesca para favorecer la reproducción de las truchas: "También tenían que prohibir después de esa época venir como vienen algunos a pescar con el vadeador. Esos pescadores puristas que protegen todo y luego se meten en el río y y pisan todas las huevas. Pero ellos solo ven lo de los demás".