Un año después de la llegada del PP al gobierno del Ayuntamiento de Segovia, el alcalde, José Mazarías, está en la casilla de salida y no se sale del guión que desde su toma de posesión ha repetido decenas de veces, el del diálogo y el consenso con todas y cada una de las cinco formaciones que integran la oposición municipal. Sin embargo, el pasado mayo hubo movimiento de fichas, primero por parte de VOX, sacando a la luz un acuerdo de estabilidad firmado por el propio regidor semanas antes pero que se frustró por desconfianza mutua, y después por la abstención de la concejala de Ciudadanos, Noemí Otero, en puntos cruciales del pleno celebrado el día 31, lo que muestra a todas luces el acercamiento de los populares a la edil de la formación naranja.

El resto de la oposición, los tres grupos de izquierda o centro izquierda (Segovia en Marcha, Izquierda Unida y el Socialista) observan esos movimientos entre la sorpresa inicial y la expectación por su evolución.  

La portavoz de VOX, Esther Núñez, lo tiene claro. «Estamos y vamos a ejercer de oposición porque es donde nos ha colocado el alcalde. Este mes de junio no hemos tenido más contacto con el PP que en la Junta de Portavoces, en igualdad de condiciones que el  resto».

Añade que «hoy por hoy nosotros no estamos por un acercamiento. El señor Mazarías tendría que demostrar que realmente está convencido de que es positivo, como en otras ciudades. La pelota está en su tejado pero para nosotros ha habido un engaño, ha sido una decepción que el mismo invalide un documento que ha firmado; poco nos podemos fiar de él, por no decir nada».  

Asegura Núñez que para ella fue «una sorpresa tremenda» que la portavoz de Ciudadanos se abstuviera en el pleno y «salvara los muebles» al alcalde, «porque esta siendo de las más agresivas con él», aunque Mazarías tuvo que echar mano del voto de calidad, lo que, a su juicio pone en entredicho esa voluntad de diálogo y de alcanzar consensos con la oposición.

Para septiembre. En cualquier caso en VOX esperan pocos movimientos hasta después del verano, un 'suspense para septiembre' que se suman al suspenso que dan al gobierno del PP en su  primer año de andadura en la capital segoviana porque, según su portavoz, ha primado la improvisación (recuerda episodios como la ubicación del ferial de las fiestas) o la altivez del alcalde, no solo con la oposición sino con distintos colectivos ciudadanos. Eso, dice, «le está pasando factura con los vecinos y la verdad es que hay bastante desilusión y decepción por parte de los segovianos».

Ciudadanos. También Noemí Otero, portavoz y única concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento, dice que «veremos en septiembre si el PP ha cumplido como Cs ha cumplido», primero permitiendo la aprobación de las tasas e impuestos y en el último pleno absteniéndose también para sacar adelante la incorporación de los remanentes de Tesorería al presupuesto de este año.

No niega Otero que el PP haya recurrido a ella para llegar a acuerdos puntuales en los últimos meses y dice que «en realidad nosotros solamente estamos poniendo en práctica lo que el señor Mazarías se hartó de decir hace un año, de que todos los grupos son iguales y está encantado de hablar con todos».

Reconoce también que, al inicio del mandato, en junio de 2023,  «estábamos dispuestos y teníamos voluntad de poder participar del gobierno  de la ciudad, más que nada porque teníamos muchísima ilusión, muchísimas ganas de un cambio radical, de 180 grados, pero no se nos ofreció esa opción y, desde mi punto de vista, el momento era ese».

Sin  embargo, la edil de la formación naranja sostiene que la situación en este momento «es completamente diferente», que se ha agotado una cuarta parte del mandato de cuatro años y «tristemente, yo no veo nada que me haga pensar que esto puede funcionar».

Utiliza también la palabra «decepción» para calificar el trabajo del gobierno municipal en el último año y echa en falta medidas para cambios estructurales, por ejemplo en el área de Urbanismo.

Desde el principal grupo de la oposición, el del PSOE, la ex alcaldesa Clara Martín tiene claro que el PP «tira la caña todos los días a la portavoz de Ciudadanos» y dice «no pongo la mano en el fuego»  por  si, pasado el verano, el actual desencuentro con VOX se reconduce a pesar de que «todos los  segovianos han comprobado que la palabra del alcalde no vale para nada, ni reconoce su  firma».

Martín reprocha a Mazarías y a los concejales de su gobierno que se abran a trabajar con la oposición en una mesa de tasas, sospechando que «quiere incrementar la recaudación» en 2025, y repartir así responsabilidades, pero no quieran crear otra sobre urbanismo.

Mientras tanto, en el PP no hablan de pactos o acuerdos, tras el fiasco con los ediles de VOX, de quienes no se fían. El 'mantra' sigue siendo «ni  contigo ni sin ti», como en la canción de Emilio José. Hablar con todos pero gobernar en minoría.

Disolver Ciudadanos. Todavía con la 'resaca' de los resultados de las elecciones europeas, a principios de semana la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Noemí Otero, comentaba que «no he hecho manifestaciones antes porque no me parecía el caso pero creo que Cs no tenía que haberse presentado a estas elecciones. Viendo las circunstancias, desde hace tiempo, tenía que haberse disuelto la formación».

Como todavía hay cerca de 500 concejales de la formación naranja en todo el Estado, una quincena en la provincia, Otero dice que esa disolución, cuando se produzca, debe tener en cuenta algún mecanismo de protección para ellos, desde el punto de vista económico por si se produce algún litigio, por ejemplo.

Sobre su continuidad en la corporación municipal, explica que «me presenté para estar cuatro años, me votaron más de mil personas y creo que tengo que cumplirlos».