Al problema del fallo en el termostato del Centro de Salud de San Lorenzo se suma la carencia en el material necesario para trabajar. Y es que desde el Centro denuncian que actualmente las vacunas se están conservando en frigoríficos que no son específicos para ello. «Las vacunas tienen que estar entre los 2 y los 6 grados de temperatura. Para ello, hay refrigeradores específicos, que además están conectados a una centralita en la que si baja o sube la temperatura hace que salte una alarma. Nosotros tenemos uno de esos, que son los que tienen la puerta de cristal. Pero ahora que ha llegado una gran cantidad de vacunas para cubrir la campaña tanto de la gripe como de la Covid-19 no tenemos espacio suficiente y hemos tenido que almacenarlas en frigoríficos al uso, de los que tiene la gente en sus casas, y estos no están amoldados a las características de las vacunas», lamenta. Además, añade que por este motivo, «a pesar de que se revisa la temperatura tanto por la mañana como por la tarde todos los días, la semana pasada se han tenido que tirar unas mil vacunas, valoradas en unos 10.000 euros porque estaban guardadas en un frigorífico casero». Ante esto, la respuesta que han obtenido los trabajadores es la adquisición de refrigeradores específicos está dentro del presupuesto de gastos.