Es una pequeña fuente, como otras distribuidas por la ciudad para dispensar agua potable, en principio sin la función ornamental de las grandes fuentes situadas, por ejemplo, en rotondas. Está en la plaza de Santa Eulalia, vallada y señalizada con una banda de plástico de color rojo y blanco como las que utiliza la Policía para precintar determinados espacios. Antes del verano, en torno a mayo o junio, según distintas fuentes, un vehículo se la llevó por delante y ha pasado casi medio año sin que el Ayuntamiento la haya repuesto, para sorpresa del vecindario y también de los centenares de personas que transitan por esta zona, en el entorno de la calle comercial de José Zorrilla. La última explicación de fuentes municipales es que está pendiente «de reclamaciones a los seguros», que no se han resuelto todavía y, aunque afirman que se repondrá, no hay fecha para ello en este momento.
En una primera versión, las mismas fuentes informaron de que el vehículo que se llevó por delante la fuente pertenecía a la empresa que realizó las obras de acondicionamiento del amplio piso bajo situado enfrente, en el número 9 de la plaza, para adaptarlo a las instalaciones del primer supermercado en la provincia de Segovia de la cadena gallega Gadis, que abrió sus puertas el pasado mes de junio.
Se da la circunstancia de que el 13 de mayo, durante la ejecución de esas obras en el citado edificio del supermercado, desde la acera, en una zona muy próxima a la fuente, brotó hacia arriba un gran chorro de agua potable que alcanzó mucha altura, a semejanza de un 'géiser', al menos por encima de cinco metros.
Las obras del supermercado habían comenzado en noviembre de 2023 para acondicionar el bajo del edificio, espacio que fue durante años sede de la escuela de informática de la Universidad de Valladolid, antes de la construcción del actual edificio del Campus María Zambrano, y también de una sucursal bancaria anexa, propiedad de la Fundación Torreón de Lozoya, antes Caja Segovia.
La coincidencia de ambos incidentes en pocos metros de la misma acera ha provocado, por lo tanto cierta confusión, según sostienen en el departamento de Comunicación de Gadis, donde aseguran que el 'géiser' se produjo por un problema en el acoplamiento de tuberías durante las obras del supermercado pero «la avería se solucionó de forma inmediata, en ese momento».
Al mismo tiempo, este departamento recalca que ni Gadis ni la empresa que llevó a cabo los trabajos de reforma «tienen nada que ver con la fuente» y que, por la información que maneja, indagando incluso con testigos que estaban en el lugar cuando se produjo el suceso y vieron lo ocurrido, el causante fue un vehículo «totalmente ajeno» a las obras y al supermercado.