Ya ha transcurrido un mes desde el inicio de la campaña para presentar la Declaración de la Renta, y muchos ciudadanos ultiman la búsqueda de facturas y documentos que acrediten sus ingresos para optar a la devolución o bien para aminorar el pago en el caso de que el resultado resulte positivo. Este año, el contribuyente cuenta con el aliciente de conocer la evolución del sistema fiscal desde la reforma emprendida en 1977 hasta nuestros días de la mano de Carlos Cruzado y José María Mollinedo, presidente y secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA), que con el libro 'Los ricos no pagan IRPF' (Ed. Capitan Swing, 2024) diseccionan casi medio siglo de política fiscal en España y ofrecen algunas claves para afrontar el debate sobre un nuevo sistema equiparable en presión fiscal y en gasto social con los países del entorno europeo.
Carlos Cruzado, que presentó el libro el pasado miércoles en la Librería Intempestivo en el marco del ciclo 'Lectura y compromiso' organizado por el Foro Social de Segovia, asegura que el título elegido se basa en una frase del expresidente José María Aznar que ratifica la creencia instalada en la ciudadanía de que hay una doble vara de medir en la carga impositiva en función del nivel de renta de las personas. En este sentido, señala que el trabajo realizado «trata de poner al descubierto los agujeros que tiene el actual sistema fiscal y los problemas que habría que resolver con una reforma fiscal que es muy necesaria y que cada vez se va demorando más».
Abogado, auditor de cuentas y técnico del Ministerio de Hacienda, Cruzado es colaborador asiduo en periódicos y programas de radio, y ha asesorado en distintas comisiones en el Congreso de los Diputados y en Parlamentos autonómicos. Así, , señala que en los últimos tres lustros los gobiernos del PP y del PSOE «han ido parcheando el sistema con medidas que no han resuelto problemas como la falta de suficiencia para mantener y mejorar el estado del bienestar, porque la presión fiscal está por debajo de la media europea». También señala que la ciudadanía percibe que sus impuestos no sirven para dedicar más recursos a Educación o Sanidad, y que el sistema no es justo «porque no paga más el que mas tiene, y las cifras de economía sumergida y fraude fiscal están muy por encima de la media europea».
El retraso en abordar la reforma fiscal obedece, según Cruzado, a la falta de voluntad política expresada por los gobiernos populares y socialistas, porque los cambios en el sistema realizados hasta la fecha «tienen como fin una rentabilidad política y electoral». «No sólo los partidos conservadores los que bajan los impuestos a las empresas y a las grandes fortunas -considera- siuno que estas medidas se han pasado también a los partidos socialdemócratas, hasta el punto de que el presidente Zapatero llegó a afirmar que bajar impuestos era de izquierdas, afirmación que ahora no sé si podría sustentar Pedro Sánchez».
De este modo, Cruzado y Mollinedo sostienen en el libro con múltiples ejemplos que en España «persiste una doble vara de medir en recaudación fiscal, y aunque nuestro sistema tributario puede calificarse de progresivo, su progresividad es muy imperfecta, especialmente en lo que se refiere a los perceptores de las menores rentas, por cuanto las personas más pobres pagan más impuestos que las de clase media debido sobre todo a las cotizaciones sociales y a los impuestos indirectos».Para el presidente de GESTHA, el hecho de que la ciudadanía tenga esta percepción negativa de la presión fiscal «es lógico, si se tiene en cuenta casos como el de la regularización fiscal de Juan Carlos I, la 'Lista Falciani' o el trato que reciben celebridades del mundo del deporte, el cine o la política». En este sentido, asegura que el Código Penal «es muy benevolente con los delitos ficales», y señala que en los casos antes citados, las demandas se saldan con multas "inferiores a la deuda" o penas de prisión que no se acaban cumpliendo".
Pese a ello, considera que el trabajo de la Agencia Tributaria no depende del sesgo político del gobierno de turno, y asegura que la labor de los funcionarios «como técnicos inspectores es independiente porque se fundamenta en criterios técnicos», aunque reconoce que en ocasiones deben sufrir «intromisiones políticas que dificulta su trabajo».
Cruzado se muestra crítico con la petición de los partidos independentistas catalanes de asumir la gestión del 100 por ciento de la recaudación tributaria en Cataluña y asegura que esta independencia fiscal «trata de comparar las haciendas forales de Navarra y el País Vasco, con la salvedad de que estas están reconocidas en la Constitución, por lo que cualquier excepción en el marco constitucional tiene un muy difícil encaje».
También dirige un mensaje a la ciudadanía en este tiempo de campaña de la renta, y reconoce que ha aumentado la conciencia social hacia la lucha contra el fraude y la economía sumergida, pero asegura que «aunque aún estamos muy lejos de los países europeos más cercanos, los ciudadanos son cada vez más conscientes de la necesidad de una presión fiscal equitativa, y para ello los poderes públicos deben ser transparentes a la hora de ofrecer todas las decisiones para mejorar el sistema».