El callejero del barrio de Nueva Segovia está formado por una pléyade de ilustres nombres de la literatura española, que dan nombre a las vías por las que transitan los vecinos de este populoso enclave de la ciudad. Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Vicente Espinel, Fernando de Rojas… forman parte de la vida cotidiana del 'barrio de las letras', en el que hasta uno de los dos centros educativos de infantil y primaria lleva el nombre de la escritora Elena Fortún, la autora de la saga infantil de las aventuras de 'Celia'.
En un barrio tan vinculado a la cultura, Nueva Segovia tenía el orgullo de contar en su tejido comercial hasta con tres librerías, que a su inequívoca faceta comercial unían la de dinamizadores culturales de una comunidad que les acogió como parte propia.
De Fábula, Gorudi y Silver formaron durante mucho tiempo el triunvirato de librerías que se repartían el favor no sólo de los vecinos del barrio, sino el de muchos otros de la ciudad e incluso de los pueblos de la provincia que elegían estos establecimientos para adquirir novedades editoriales o libros de texto en las campañas de inicio de curso en los colegios e institutos.
Gonzalo Ruiz y Miguel Ángel Jiménez, de las librerías Gorudi y Silver - Foto: M.GPero el tiempo ha ido modificando los hábitos de consumo de los ciudadanos, y el calor de un establecimiento próximo y cercano como es una librería se ha ido enfriando en favor de la comodidad que supone poder comprar libros sin salir de casa a través de las grandes operadoras comerciales por internet. Así, los nuevos usos han ido limándola capacidad de atracción de las librerías hasta hacerlas decaer. En el caso de Nueva Segovia, primero desapareció De Fábula, y este año cerrarán sus puertas Gorudi y Silver, ya que sus propietarios han decidido jubilarse tras varios lustros abiertos al público.
Judith Pérez, presidenta de la Asociación de Libreros de Segovia y propietaria de la librería Intempestivos, asegura que el cierre de una librería "es siempre una pequeña tragedia", aunque en estos dos casos sea la jubilación la causa del cese de la actividad comercial. Además, lamenta que Nueva Segovia "se vaya a quedar sin librerías siendo un barrio tan grande, y también lamento que no haya un relevo generacional que pueda asumir el negocio".
Pese a ello, reconoce que el comercio "es un negocio muy esclavo, con horarios infumables que nos hacen estar abiertos de sol a sol de lunes a sábado para conseguir un salario poco menos que digno por lo que es difícil aguantar a menos que no sientas mucho amor por los libros".
Pérez asegura que las librerías siguen teniendo el espíritu dinamizador de la cultura y expresa su confianza en que el repunte del sector detectado en los últimos años -uno de los pocos frutos positivos de la pandemia- pueda también hacerse patente en una ciudad que ama el libro y la cultura.
Así, el Mapa de Librerías de España 2022 ha contabilizado 2.977 librerías, lo que supone 6,2 librerías independientes por cada 100.000 habitantes (8,3 en los municipios de más de 500.000 habitantes), según un estudio elaborado por CEGAL, con la colaboración de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, del Ministerio de Cultura y Deporte.
En un estudio comparativo con los datos de 2016, se observa "una progresión favorable". En este sentido, ha aumentado la facturación en libro, se ha ampliado la gama de productos que se ofertan en los puntos de venta y se han fortalecido los equipos de trabajo con más profesionales en plantilla y menos temporalidad.
El sector del libro atraviesa un momento de "tendencia positiva" y mejorando facturaciones de años pandémicos. Así lo ha explicado a el portavoz de Cegal, Álvaro Manso, quien confirma que "la sensación sigue siendo buena" en 2022 tras cerrar un histórico año 2021, con crecimientos del sector superiores al 15%.
Manso ha confirmado que a mediados de año las cifras de facturación son superiores al mismo periodo del año anterior, si bien con un "crecimiento más pequeño".
Gonzalo Ruiz. Librería Gorudi: "Supongo que Amazon estará muy contenta cuando cierra una librería" Hace casi 25 años, Gonzalo Ruiz se atrevió a dar el salto y plasmar su amor a los libros dejando atrás su trabajo en una residencia para emprender la aventura de abrir una librería en Nueva Segovia, nada más y nada menos que en la calle Leopoldo Alas 'Clarín', el autor de 'La Regenta'. Aunque se asemeja a un apellido vasco, el nombre de su librería surge de unir las primeras sílabas de su nombre, dando así carta de naturaleza a un negocio en el que ha visto evolucionar a un barrio joven que confió en su proyecto y que le ha dado vida durante un cuarto de siglo.
Pero ahora ha llegado la hora de la jubilación, y Gonzalo Ruiz ansía comenzar ya una nueva vida, aunque no será hasta el mes de noviembre cuando eche el cierre de forma definitiva. «Tengo compromisos adquiridos con clientes para la próxima campaña de libro escolar, y quiero cumplirlos, pero después será la hora de cerrar», asegura el librero.
Ruiz asegura que una librería «es más que un comercio, es un espacio cultural en el que los libreros nos convertimos en prescriptores y asesores de nuestros clientes que llegan buscando un libro», aunque las circunstancias del negocio han obligado a incorporar otras variantes como la papelería o la reprografía para intentar cuadrar un difícil presupuesto anual. Reconoce también una cierta tristeza por dejar atrás una buena parte de su vida profesional al echar el cierre, y asegura que la jubilación es la causa próxima de su decisión, pero también argumenta que la presión insoportable de las grandes superficies hace cada vez más difícil la supervivencia de los pequeños negocios como el suyo.
«Seguro que en Amazon estarán muy contentos cuando cierra una librería», ironiza el veterano librero, que confía en poder seguir disfrutando de la lectura como hasta ahora, pero ya delante del mostrador.
Miguel Ángel Jiménez. Librería Silver: "Me parece triste comprar un libro sin visitar una librería". En un recóndito rincón de la Plaza de Bécquer, en el corazón del barrio de Nueva Segovia, Miguel Ángel Jiménez emprendió en 2007 su particular periplo como librero apostando por un modelo participativo y dinamizador para ir algo más allá de las ventas de libros. Su afición por el comic y la novela negra le llevó a ser una de las pocas librerías de la capital especializada en estos géneros, y en los primeros años no dudó en organizar actividades culturales como recitales poéticos o presentaciones de libros.
El tiempo pasa para todos, y al igual que su compañero de Gorudi, Jiménez se ha encontrado con la jubilación y no ha dudado en poner fin a su aventura «porque creo que ya he cumplido mi trabajo aquí».
De este modo, a final de este año dejará el negocio tras liquidar "todo lo que pueda" aunque echará de menos el contacto directo con los clientes, sobre todo con aquellos que se acercaban de forma habitual a su establecimiento.
Los últimos cinco años, la lucha de la librería Silver ha sido por "aguantar" en medio de la crisis, y de tratar de competir con las grandes empresas de distribución online, y reconoce su tristeza por el hecho de que Nueva Segovia comience el año 2024 sin ninguna librería.
«Los tiempos están cambiando y los clientes se están pasando al comercio electrónico, sin salir de casa», asegura el librero, que señala que «me parece triste comprar un libro sin visitar una librería».
Ahora llega una nueva etapa para este veterano librero, que reconoce su «pesar» por dejar este oficio. «Nos hemos dedicado siempre al comercio de barrio, y hemos incluido también papelería como otras muchas librerías, pero en este caso la llegada de un gran bazar al barrio también ha sepultado nuestras ventas».