Si había una posición en los Países Bajos que antes de la Eurocopa era toda una incógnita, esa no era otra que la de portero. Desde junio de 2021, un total de ocho metas intentaron estabilizar un puesto sin dueño hasta la irrupción del joven Bart Verbruggen, que con su actuación frente a Turquía cerró un debate que duraba demasiado en la selección.
En un solo segundo, el que tardó en sacar una mano antológica a un remate a bocajarro en el 92 de Semih Kilicsoy, terminó con los experimentos de los tres últimos años en la 'Oranje'. Con su intervención, los hombres de Ronald Koeman se salvaron de una prórroga inicierta y se citaron con Inglaterra en semifinales.
Verbruggen no recibió muchos aplausos. Fue más mediático el gol de Stefan de Vrij que sirvió a su equipo para empatar; o el buen momento de Memphis, que regaló a su compañero medio tanto; o incluso Cody Gakpo, que con su insistencia provocó el tanto en propia meta de Turquía, el 2-1 definitivo. El portero del Brighton recibió los abrazos de sus compañeros tras su estirada, pero poco más.
Quien sí estaba seguro de que ese momento iba a llegar era Koeman. Decidió arriesgar para cortar por lo sano con el baile de arqueros y le salió bien. Los datos bajo los palos del bloque neerlandés arrojaban una inestabilidad alarmante: desde junio de 2021 pasaron por la portería Tim Krul (un partido), Maarten Stekelenburg (cinco), Justin Bijlow (ocho), Jasper Cillessen (cinco), Mark Flekken (siete), Remko Pasveer (dos), Andries Noppert (cinco) y, finalmente, el mismo Verbruggen.
El seleccionador de Países Bajos ha tenido tanta seguridad en su guardameta que no le ha importado su edad, 21 años. De hecho, Verbruggen es el segundo cancerbero de la historia más joven en participar en una Eurocopa. Solo le supera un mito como José Ángel Iribar, que en 1964 jugó frente a Hungría un encuentro de la fase final del campeonato continental con 21 años, tres meses y 17 días, por los 21 años, nueve meses y 30 días del portero neerlandés cuando debutó en Alemania frente a Polonia.