El próximo 1 de enero entra en vigor la ordenanza municipal que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que se corresponde con el recinto amurallado de Segovia, y contempla una serie de restricciones para determinados vehículos. Sin embargo, el alcalde, José Mazarías, ha avanzado que durante ese primer mes de 2025 se desarrollará una campaña de comunicación dirigida a la ciudadanía para, informar, concienciar y sensibilizar, de manera que las sanciones, en su caso, no se impondrán al menos hasta febrero.
Mientras tanto, los responsables municipales confían en que a lo largo de las próximas dos semanas concluyan los trabajos de instalación de todos los elementos del sistema integral de control del tráfico, una inversión vinculada a la implantación de la ZBE, una inversión que cuenta con financiación de fondos europeos.
El alcalde ha recalcado que «merece la pena que hagamos un poco de didáctica» con la ciudadanía sobre cómo funciona todo lo relacionado con la ZBE «y advirtamos de cuáles pueden ser las consecuencias de no hacer caso a las señales, por eso dejaremos el mes de enero para que todos nos familiaricemos con esta fórmula de movilidad».
Por su parte, la portavoz socialista, Clara Martín, afirma que la subvención para poner en marcha la ZBE en Segovia incluye una importante campaña de comunicación, pendiente, y que todos los gastos financiados con esa ayuda "tienen que estar ejecutados y justificados a 31 de diciembre" de este año.
Más de 45 cámaras. Mazarías ha recordado que ya están instalados en diferentes puntos de la ciudad las cámaras, paneles informativos, así como sensores, entre otros y, cuando la empresa adjudicataria, Orange, finalice, el sistema estará integrado por más de 45 cámaras en 17 puntos, 14 en las entradas de la ciudad y 3 en los accesos al recinto amurallado, la ZBE declarada en el municipio conforme a la normativa estatal.
Ha comentado, además, que se trata tanto de cámaras de recogida y grabación de imágenes como también de lectura de matrículas y algunos de los puntos de la instalación cuentan con sensores para medir la calidad del aire y el ruido, entre otros datos. El centro de control del sistema estará en dependencias de la Policía Local.
Con este nuevo sistema integral de control del tráfico se podrá conocer, por ejemplo, el número de vehículos que entra y salen de los límites de la ciudad, en qué horarios la circulación es más intensa , la ocupación de las plazas de aparcamiento y las vías más saturadas, así como cualquier incidencia para «poder gestionar desde ese centro de control estas situaciones y desviar el tráfico o cortar la circulación si se considera necesario, todo en tiempo real».
El Ayuntamiento podrá enviar mensajes a los conductores a través de las pantallas o paneles informativos del sistema.
Plan de movilidad. Los datos obtenidos gracias a todos estos dispositivos instalados, que deben estar en funcionamiento en enero, permitirán, por otra parte, la elaboración de un nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, «pero esta vez realista y que se aplique y no como ocurrió con el de 2008, modificado en 2012, y que los socialistas dejaron en un cajón. Nosotros nos comprometemos a ello».
Mazarías ha lamentado nuevamente que cuando llegó a la Alcaldía no había prácticamente nada avanzado respecto a la ayuda económica obtenida para actuaciones destinadas a poner en marcha la Zona de Bajas Emisiones, salvo «el ineficaz carril bici que nadie utiliza pero que no podemos eliminar, precisamente porque está vinculado a esta subvención».
Por otra parte, ha anunciado que a lo largo de este mes de diciembre la empresa adjudicataria del servicio de transporte público urbano en recibirá los cuatro autobuses eléctricos que también forman parte de esa convocatoria.