Santo Domingo de Guzmán, 'Pieza del mes' en Museo de Segovia

DS
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La escultura formaba parte del retablo de la iglesia conventual de Santa Cruz la Real que en la actualidad se conserva en la iglesia de la localidad de Tenzuela.

Imagen de la talla seleccionada - Foto: DS

Una talla de finales del siglo XVI que representa a Santo Domingo de Guzmán es la obra seleccionada por el Museo de Segovia como 'pieza del mes' de diciembre. La escultura de madera estofada y policromada es un trabajo de Pedro de Bolduque y está datada entre 1591 y 1593. a partir. La pieza forma parte de la colección artística de la Diputación Provincial de Segovia y se encuentra en depósito de 2022 en el Museo de Segovia.

El autor de esta escultura, Pedro Bolduque, nació en Medina de Rioseco en 1545. Era hijo del entallador Mateo de Bolduque y de Juana Muñoz. Mateo desapareció y se hizo cargo del taller su hijo mayor Juan Mateo, donde, años más tarde, Pedro comenzó a trabajar activamente, lo mismo que sus hermanos Diego y Andrés. Con la muerte temprana del mayor de los hermanos, Pedro asumió la dirección del taller.

La influencia de Becerra es patente en su obra, de quien hereda el 'miguelangelismo', como es apreciable en el retablo mayor de la iglesia de San Agustín de Capillas en Palencia, obra característica de su taller. Sin embargo, carece de la monumentalidad de aquél y se acerca más al estilismo de Juan de Juni, captado de una forma blanda y convencional.

Bolduque se traslada en 1575 a Segovia para realizar un trabajo en la Catedral, en el retablo de la capilla de Santiago. Desde 1580 está documentado su asentamiento en Cuéllar, donde mantendrá abierto el taller en los siguientes años. A partir de 1584 consigue los encargos más importantes en Segovia: el retablo de San Pedro para la Catedral, los retablos de las madres concepcionistas de Cuéllar, o los de San Pedro en la iglesia de Santa María de Fuentepelayo, y el del Santo Sepulcro para la iglesia de El Salvador.

Sin embargo, su presencia en Segovia no le impidió compaginar los encargos segovianos con los de su tierra natal en Medina de Rioseco, donde se asienta permanentemente a partir de 1590.

Entre los retablos realizados en tierras segovianas uno de los más importantes fue el de la cofradía del Rosario del convento de Santa Cruz la Real de Segovia, cuyas condiciones y traza datan de 1591. Este retablo, de estrecha semejanza estructural con el de San Pedro de la Catedral segoviana, debía de llevar la imagen de Nuestra Señora del Rosario en la calle central, en los laterales, las figuras de bulto y en pie de santo Domingo de Guzmán y la de santo Tomás de Aquino, en la parte baja. Mientras que en la superior las de san Pedro Mártir y san Vicente Ferrer, además de los relieves del banco, todas ellas obras directas de la mano de Bolduque.

La figura formaba parte del retablo de la iglesia conventual de Santa Cruz la Real

Este retablo estuvo situado en el altar de la epístola de la iglesia del Convento de Santa Cruz la Real en Segovia capital y se creía que fue destruido en un incendio provocado por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Pero el historiador Collar de Cáceres ha identificado el retablo desaparecido con el que se conserva en la actualidad, junto al presbiterio, en la iglesia parroquial de Tenzuela en Segovia, en el lado del evangelio. Aunque ha sufrido importantes mutilaciones, su talla y estructura denotan la mano del Bolduque, además de la presencia de las figuras de santos y frailes dominicos, prueba evidente de su procedencia. En el retablo conservado en Tenzuela quedan aún dos figuras que podrían identificarse con santo Tomás de Aquino y san Vicente Ferrer.

Los motivos por los que la figura de santo Domingo de Guzmán se conservara en el convento de Santa Cruz la Real y, tras la desamortización, pasara a formar parte del patrimonio de la Diputación Provincial se desconocen.