Fue poco después del comienzo de curso cuando la noticia de la aparición de larvas de gusano en menús escolares de una decena de centros deLa Rioja causó alarma entre familias segovianas que han echado en falta información rápida y aclaratoria sobre el alcance de este suceso que en la Comunidad riojana tiene todavía a los padres en pie de guerra, como lo demuestran las concentraciones desarrolladas hace unos días.
Se da la circunstancia de que las larvas o gorgojos aparecieron en comedores con servicio de catering – línea fría – de Serunion, empresa adjudicataria de uno de los lotes de comedores escolares de Segovia y con antecedentes por un caso similar en 2014 en el colegio Las Cañadas del municipio de Trescasas.
Este incidente, que la empresa considera «un hecho aislado» ha puesto de nuevo la lupa sobre los comedores escolares, un servicio público que reciben 3.600 alumnos en 44 centros públicos de la provincia. Hasta este jueves se han servido más de 190.000 raciones de comida en los más de 50 días lectivos transcurridos desde el inicio del curso.
El Día de Segovia ha hablado con padres y madres, en algún caso de la directiva de la Asociación de Madres y Padres (AMPA), de los colegios Villalpando y Fray Juan de la Cruz (en la capital segoviana), del Marqués del Arco, en San Cristóbal de Segovia, y del núcleo de San Rafael del municipio de El Espinar.
Por un lado está la lógica preocupación por el incidente de las larvas en La Rioja y, por ejemplo, familias del centro Villalpando creen que ha habido una mala gestión informativa por parte de Educación ante una crisis de confianza. Las quejas tienen que tramitarse on line o bien, y parece que más efectivo por su testimonio, a través del teléfono 012 de atención al ciudadano. A través de este último, pero también con una gestión directa por correo electrónico una de las madres ha conseguido información detallada del proceso de elaboración y distribución de los menús, la adquisición de la materia prima, etc. así como una invitación a acudir al comedor del centro, aunque tiene que gestionarse a través de la Dirección Provincial de Educación, e incluso a otras instalaciones de la empresa en Castilla y León.
Precisamente, la AMPA del Colegio Fray Juan de la Cruz (conocido también como la Aneja) fue invitada también al comedor a finales del curso pasado y quienes asistieron no salieron muy convencidos. Sí de la seguridad de los alimentos pero no de su calidad, una de las quejas más recurrentes sobre todo en los menús de línea fría. Cuentan, por ejemplo, que ese día comieron una tortilla francesa que poco tenía de lo que en cualquier domicilio familiar entienden por ese sencillo plato. No sabía a tortilla, dicen y, además, incluía entre sus ingredientes aceite de palma, que sin estar prohibido sí es denostado por la mayoría de nutricionistas.
Otro ejemplo es la correspondencia del menú con la información que reciben los padres. No son pocas las familias, entre ellas una madre del Colegio Marqués del Arco, que indican que sus hijos salen a menudo del comedor con tomate frito en la cara, cuando no aparece ese ingrediente. Señalan por otro lado abuso de alimentos procesados, como fritos o rebozados, y hay quien dice que se enmascaran platos como el pescado, que se mezcla por ejemplo con calabaza para que sepa a todo menos a lo que es. El comedor, sobre todo a edades tempranas, es fundamental para que aprendan a comer menús variados, sostienen.
Monitores. En varios colegios una de las reclamaciones más importantes, o la única en el caso del de San Rafael sobre este servicio de comedor, es la falta de formación de monitores/as, así como la inexistencia del programa de actividades educativas y de tiempo libre para los ratos de espera que estipula el contrato con las empresas adjudicatarias.
Buena notay pocas quejas. Desde la Dirección Provincial de Educación han trasladado a El Día de Segovia que hay una Comisión de Comedores Escolares, donde está representada, además de la Administración, las empresas adjudicatarias del servicio y las familias a través de la FEDAMPA. Recientemente se ha reunido y ni los directores de centros ni los padres «han puesto de manifiesto quejas destacables, más allá de cuestiones como cambios puntuales un día de menús y en un cole».
Por otro lado, ha informado de que las encuestas que rellenan las familias a final de curso sobre el comedor escolar otorgan una nota de 8 sobre 10 al funcionamiento del mismo y que, en este curso, las sugerencias presentadas a través de la aplicación específica de la Consejería o del teléfono 012 «no llegan al 0,02% del total de menús servidos» y «son atendidas por las empresas en un plazo de 24/38 horas».
A través de la aplicación – comedoresescolares.jcyl.es – las familias pueden gestionar altas, bajas, comedores esporádicos, etc., así como consultar el menú, que se publica de forma mensual, y presentar sugerencias, a través de una pestaña del menú principal.
Precio máximo. En el pliego del contrato actual, el precio máximo diario del menú habitual se fijó en 4,83 euros en el Lote 1 y 5,12 en el Lote 2, que las empresas rebajaron a 3,15 y 3,63 euros, respectivamente.