«Los vecinos están viniendo a firmar por su cuenta. No hace falta que les digamos nada. Llegan y piden: 'dame las hojas que venimos a firmar'». De esta forma tan gráfica comentan en el Bar Soto, de la plaza de Tirso de Molina, la movilización prácticamente generalizada que se ha producido en Nueva Segovia desde que a mediados de la semana pasada un grupo de personas comenzase a recoger firmas contra la reducción del 50% del aparcamiento en superficie en cuatro plazas del barrio, entre ellas ésta que, además, concentra una importante actividad comercial, hostelera y de servicios. La recogida de firmas es un primer paso a la espera de que el gobierno municipal concrete las actuaciones pero son numerosos los residentes de la zona que no descartan más movilizaciones, desde concentraciones o una gran manifestación a impedir el paso de la maquinaria para las obras necesarias si el Ayuntamiento decide seguir adelante sin contar con la ciudadanía.
Bien con el boca a boca o a través de grupos de WhatsApp, de manera muy rápida, se ha corrido la voz de esta recogida de firmas contra el proyecto municipal de renaturalización de cuatro de las nueve plazas del barrio: Tirso de Molina, Fernando de Rojas, Bécquer y Calderón de la Barca. Los promotores quieren dejar claro que «esta iniciativa no está vinculada a ningún grupo político ni partido. Somos los vecinos quienes estamos preocupados y movilizándonos para encontrar una solución que beneficie a todos. Nuestro único objetivo es proteger la calidad de vida en el barrio y asegurarnos de que las decisiones que se tomen no perjudiquen a los residentes y comercios de la zona».
En este sentido, valoran la mejora de los espacios públicos pero añaden que «encontrar sitio para aparcar ya es complicado» debido, entre otros motivos, a la utilización de la zona por conductores de otros municipios que trabajan en la capital y cogen aquí los autobuses urbanos, por clientes de servicios, por usuarios de instalaciones deportivas, etc. y añaden que, dentro de unos meses, también por los del centro de salud en construcción, que no solo atenderá a la población del barrio sino también a los de las áreas de salud Segovia Rural Este y Oeste.
Por esa razón proponen una revisión del proyecto más equilibrada, buscando alternativas «que mantengan un número adecuado de plazas de aparcamiento».
Desde la Asociación de Vecinos 'San Mateo', su presidente, Francisco Fernández-Caro, está de acuerdo con el sentir general aunque dice que su directiva está a la espera de que desde el equipo del alcalde, José Mazarías, ofrezcan la información y las explicaciones que ya han solicitado. Sostiene que en el anterior mandato municipal fueron informados sobre el proyecto Acueductos de Biodiversidad, que contempla, entre otras inversiones, esta de más de dos millones de euros, pero no de que implicaría la supresión de más de 200 plazas de aparcamiento.
En la farmacia de Tirso de Molina también recogen firmas y aseguran que solo una persona, al ver las hojas, se ha manifestado a favor del proyecto de renaturalización de las plazas.
A pocos metros se encuentra otro negocio del barrio, una peluquería, donde una vecina explica que en su casa necesitan tres vehículos por motivos laborales, solo disponen de una plaza de garaje y argumenta que por las tardes es muy difícil encontrar aparcamiento en esta plaza.
En el mismo sentido, una empresaria cuestiona el planteamiento del proyecto: «Somos el barrio con más zonas verdes de la ciudad», dice, y añade que las que peor cuidadas son las públicas, las del Ayuntamiento, mientras las plazas privadas, gestionadas por las comunidades de propietarios, presentan una imagen envidiable.
Próximas reuniones. La Asociación de Vecinos 'San Mateo' está apoyando a los vecinos y responsables de negocios y se ha puesto en contacto con el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Gabriel Cobos, que se ha comprometido a celebrar una reunión o asamblea abierta a todos los interesados para dar a conocer los detalles de un proyecto que desde el gobierno municipal insisten en que no está cerrado y quieren abrir a la participación ciudadana, según ha explicado el presidente del colectivo vecinal, Francisco Fernández-Caro, quien también ha anunciado que otros grupos políticos como el Socialista han pedido reunirse con ellos.
Hay que tener en cuenta que este proyecto, financiado con fondos europeos, comenzó a gestarse durante el anterior mandato, cuando gobernaban PSOE e IU.