El artista, escritor e ilustrador de humor gráfico José Orcajo de Francisco, colaborador habitual de El Día de Segovia, ha recopilado el trabajo que sobre la ciudad realizaron más de 25 dibujantes románticos extranjeros, principalmente franceses y británicos pero también alemanes, italianos, estadounidenses y hasta algún sueco, la mayoría del siglo XIX. Esta semana ha inaugurado la XI edición del ciclo 'Segovianos que hablan de Segovia' que organiza la Asociación Amigos del Patrimonio de Segovia, con una conferencia en la que mostró más de 60 dibujos de 'La Segovia que plasmaron los dibujantes románticos', despertando mucho interés, ya que consiguió llenar la sala de actos del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, la antigua Capilla del Hospital de Viejos.
Orcajo, con comentarios amenos, no exentos de humor, 'descubrió' al público muchos dibujos de la ciudad desconocidos para la mayoría, desde finales del siglo XVIII a entrado el siglo XX. Describió detalles, comentó curiosidades, como las 'licencias' que se tomaron algunos de los dibujantes hasta el punto de que estilizaban monumentos como la torre de la Catedral, o modificaban hasta el mismísimo Acueducto a su antojo o incluían edificios, personajes y paisajes que nunca existieron.
Empezó con los precursores franceses, algunos de ellos con presencia en Segovia durante la Guerra de la Independencia. De Alexandre de Laborde, por ejemplo, mostró una curiosa estampa de la Plaza Mayor con una procesión en la que aparece un obispo bajo palio y gente arrodillada a su paso, u otra de la iglesia de San Martín con una escalera hacia el claustro. De esa etapa es también el dibujante Séverin J. Taylor y su «asombroso dibujo» del Azoguejo donde aparece «un Acueducto raquítico» junto a «una descomunal» iglesia de Santa Columba.
Segovia, plaza de la Constitución. - Foto: Nicolas ChapuyEntre los británicos, proyectó un dibujo del Azoguejo muy bonito de E. H. Locker, y de John Frederick Lewis, «pintor sobresaliente», un paisaje desde la antigua calle de Perocota (hoy desaparecida e integrada en la avenida del Acueducto) o una estupenda escena de una posada con una variada muestra de personajes populares.
Otro gran dibujante de la época fue David Roberts, autor de la famosa vista del Alcázar con una serie de personajes y un carro tirado por dos bueyes en un puente («¿el del Piojo?», se pregunta Orcajo). Mostró también dibujos de arquitectos o de Mathew Digby, «mal dibujante» pero autor de una vista del monasterio del Parral, algo inusual entonces, según comentó.
También, de una mujer dibujante, Louisa Tenison y una variada selección de la segunda ola de dibujantes franceses (a partir de 1840), como la Plaza Mayor un día de mercado de Nicolas Chapuy o del conocido Gustave Doré, «una maravilla», con la Casa del Sol y la Catedral desde el Pinarillo.
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No olvidó otros autores del Romanticismo tardío de distintas nacionalidades.