La polémica que se ha desatado en los últimos días por las obras iniciadas a escasos días de los Juegos Olímpicos de París en las pistas de atletismo del Centro de Alto Rendimiento de Madrid no han pillado a Águeda Marqués (Segovia, 19 de marzo de 1999), que estos días entrena Segovia a la espera de viajar el próximo 3 de agosto a la capital francesa. Ya sin la tensión de los meses pasados, que reconoce que han sido los más difíciles de su vida, pero sin bajar la guardia. Se ejercita a tope para intentar dar la sorpresa en los Juegos y sobre todo lograr su mejor marca personal.

¿Ha podido ya asimilar que va a participar en unos Juegos Olímpicos después de un último mes tan complejo?
Sí sí, ya por fin lo tenemos completamente asimilado y ahora ya estamos haciendo todos los entrenos que quedan para llegar lo mejor posible allí. Y nada, con mucha ilusión y muchas ganas de que llegue ya por fin.

Ha tenido que romper muchas barreras. De tiempos, mentales...
Sí, sí, ya está. Me he demostrado a mí misma que sí que podía, incluso en una carrera sin liebre, por así decirlo sin liebre. Ya sé que puedo estar ahí, que he llegado y que tengo el nivel. Ahora a pelearlo y a lucharlo mucho.

¿Qué es lo que más le apetece de lo que va a vivir en los Juegos Olímpicos?
Todo, todo. Me apetece todo. Competir, por supuesto, porque me apetece competir, llegar al estadio y estar allí con las mejores del mundo y darlo todo.

Ha puesto estos días en sus redes sociales varias veces una foto que sale de pequeña. Como el final de un sueño cumplido. ¿Qué toca a partir de ahora?
Seguir trabajando así, como dice mi entrenador [Arturo Martín Tagarro]. Esto es una carrera de fondo y llevamos muchos años trabajando para este momento, pero creo que vendrán muchos más y hay que seguir a pico pala y haciéndolo lo mejor posible.

El 1.500 femenino español está dominado por Águeda y otras dos atletas más veteranas. ¿Cuáles están siendo sus consejos?
La verdad es que últimamente tampoco muchos porque he estado muy a lo mío porque no sabía si iba a ir [a los Juegos] hasta hace nada. Son mis veteranas, por así decirlo, y me han dicho que estoy bien, que lo aproveche y que lo disfrute mucho. En el Campeonato de España, Esther me echó una mano en la última vuelta de la final y cuando llegamos a la meta me dijo: 'Jobar, lo hemos conseguido, lo has hecho y ha sido un carrerón'. Así que a seguir.

¿Quedan nervios todavía después de lo vivido?
Bueno, ahora estoy más tranquila. Es que estar más nerviosa era difícil. Yo creo que nunca ha estado tan tensionada y me ha sido tan difícil gestionarlo. A nivel mental., estar dos semanas o incluso toda la temporada en vilo, a ver qué pasaba, es complicado. También fue complicado ver a mis compañeros  en el Europeo de Roma y verme yo mal, que todavía no estaba ahí y que me faltaba un montón por arreglar en general en mi cuerpo y un montón de entrenamientos. Gestionar esto ha sido bastante complicado, así que más difícil que eso yo creo que ya no lo va a haber. Ya va a ser disfrutar y aprovechar estos Juegos, que yo lo siento pero me lo he ganado porque ha sido muy difícil.

Los Juegos van a ser unos 'trials' total. El nivel de exigencia va a ser máximo.
Qué 'trials' ni qué 'trials' (se ríe). No hay nada más difícil que lo que va a haber allí. Son tres rondas -cuatro con la repesca que han puesto ahora nueva- y va a ser cada carrera ir a tope. Es una locura el nivel que hay este año y sobre todo que la gente es que está rompiendo la barrera de los cuatro minutos cada vez más. Está habiendo un montón de mejoras y el nivel es increíble, pero supongo que eso también nos ayuda a mejorar a las demás.

¿Con qué resultado se quedaría satisfecha?
Llegando a meta diciendo lo he dado todo, me he dejado aquí la vida, no puedo más, es que no podía haber corrido más. Así seguro que llego satisfecha. Pero si bato mi marca personal también me vendría muy contenta, y si paso de ronda ya ni te cuento. Lo voy a luchar a tope y nada es imposible, así que a ver qué tal.

¿Le obsesiona llegar a las semifinales?
Hombre, me obsesiona lo justo y necesario que me tiene que obsesionar. Obviamente yo quiero pasar y no voy a ir a pasear. Estoy trabajando un montón para llegar a allí en mi máxima forma posible, pero también soy realista del nivel que hay. Yo voy la 31 de 45 participantes, a la semifinal pasan 24 y a la final pasan 12. Hay muchísimo nivel. ¿Se puede pasar? Sí, claro que se puede pasar porque es un campeonato y en los campeonatos puede pasar de todo. En mi primer campeonato absoluto internacional en pista cubierta yo era la 1.000 y quedé la séptima. Nunca se sabe. Yo voy a ir a lucharlo y a que salga lo mejor posible.

Los Juegos Olímpicos no son la meta ¿no?
Claro que no se acaba aquí. Son mis primeros Juegos Olímpicos, creo que todavía tengo mucho margen de mejora y cada año estoy escalando un poquito más y mejorando un poquito más mis registros en todas las distancias. Creo que en un futuro  estaré mucho mejor y podré, ojalá, disputar otros campeonatos en los que tenga muchísimas más opciones y en los que pueda pelearlo más que en estos. Pero yo voy a ir a tope igualmente. Competir está garantizado.

Todos sus entrenadores y rivales dicen que lo que mejor hace es competir.
Me encanta y disfruto un montón. Unas veces más que otras porque, cuando hay esa tensión de ahora o se acabó, es un poco horrible. Pero me encanta competir y y tengo muy claro que es de las mejores cosas que se me dan y lo que más me gusta, así que eso es lo que importa. Y sobre todo disfrutarlo.

¿Ha visualizado la primera carrera en los Juegos?
Sí, lo visualizo pero es que luego no se sabe y puede ser muy diferente. Yo quiero llegar ahí, ver lo que me espera, el ambiente que hay, las chicas que hay y ya, cuando me tenga que centrar, me centraré y veremos cómo correré. Pero ahora lo que quiero es estar tranquila.

¿Cuáles cree que han sido las claves de su progresión?
La constancia. He tenido mucha suerte entre comillas pero también me la he trabajado. No he tenido lesiones graves y eso en un atleta es muy importante. La constancia y el estar cada día trabajando sin tener parones muy prolongados. Yo creo que esa es la clave.

La semana que transcurrió entre que se quedó a ocho centésimas de la mínima y se rompió emocionalmente y el campeonato de España en el que se clasificó para los Juegos. ¿Ha sido la más difícil de la temporada?
Creo que ha sido la más difícil de mi carrera deportiva mentalmente. Hasta veía series raras con mi novio, Adrián Ben, en la Blume a ver si me distraía un poco. No podía parar de pensar en si iba a conseguir la mínima y tenía un poco de ansiedad, a pesar de que soy súper zen como mi padre. Ha sido difícil de gestionar.