Dos semanas después de ser inaugurada la iluminación navideña que en estos días adorna Segovia en sus calles y plazas, pocos dudan de la excelente acogida que ha tenido entre la ciudadanía el espectáculo de luz y sonido que la ciudad ofrece en este tiempo. La instalación de las estructuras que por las noches ponen el color navideño en Segovia emplean las infraestructuras de la propia ciudad para su montaje para hacer posible esta efímera cascada de arcos y adornos lumínicos.
Este año, una de las novedades ha sido la instalación de un árbol luminoso en las inmediaciones de la iglesia de San Millán que incluye un espectáculo de luz y sonido del que los segovianos pueden disfrutar todos los días en tres pases y que complementa el peculiar paseo por la iluminación que puede disfrutarse en la Avenida del Acueducto.
Las peculiaridades de su estructura y la orografia del terreno han obligado a los instaladores de la empresa adjudicataria de la iluminación a establecer puntos de anclaje para garantizar su sujeción ante cualquier eventualidad. Uno de ellos se encuentra nada mas y nada menos en el muro exterior del ábside central de la iglesia románica, a escasos centímetros de la cornisa y los canecillos de lo adornan. Esta circunstancia no ha pasado desapercibida para algunos ciudadanos, que han hecho llegar a esta redacción su estupor por una acción que consideran puede poner en riesgo la integridad del templo, considerado una de las joyas del románico segoviano.
Desde la Delegación Diocesana de Patrimonio se señala que el anclaje que permite sujetar la parte superior del cono luminoso no ha sido instalada 'ex profeso' a tal fin, sino que la empresa ha aprovechado un antiguo anclaje colocado durante las obras de rehabilitación de las cubiertas del templo en el año 2012. Además, se señala que esta circunstancia ya se ha puesto también en conocimiento de los responsables de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que conminarán al Ayuntamiento a que establezca los medios oportunos para que si el emplazamiento del árbol luminoso vuelve a repetirse el próximo año se evite el empleo de éste o cualquier otro anclaje que pudiera haber próximo al templo.
Otras fuentes vinculadas a la conservación del patrimonio señalan que la instalación no pone en riesgo el monumento, ya que los sillares de piedra que conforman esa zona perimetral se conservan en un buen estado, y el anclaje en su día sirvió para sustentar estructuras de andamiaje de mayor peso y complejidad que la que ahora sujeta, pero precisan que este anclaje tendría que haber sido retirado en su día.
Declarada Monumento Nacional en junio de 1931, la iglesia de San Millán está considerada como uno de los más valiosos ejemplos del denominado románico segoviano. Construida en el siglo XII, su planta se asemeja a la de la catedral de Jaca, y destaca su altar mayor de diez arcadas cegadas, así como sus pórticos y atrios.