El primer autobús eléctrico, de los tres que se incorporaron a finales del mes de diciembre a la flota de vehículos que integran el transporte urbano de la ciudad, ya está en funcionamiento por las calles de Segovia. En concreto, está realizando el trayecto de la Línea 11, una de las dos que trasladan viajeros hasta la estación de alta velocidad y de las que más kilómetros diarios realiza, alrededor de 207.
Este vehículo es de la marca Mercedes-Benz e-Citaro, tiene una longitud de 12 metros, con 588 kw/h de potencia embarcada y un mantenimiento de 10 años para las baterías. Su capacidad es de 76 pasajeros entre sentados y de pie. Hay cuatro plazas para viajeros con discapacidad sentados y dos espacios más para sillas de ruedas o carritos de bebés. Hay cargadores usb distribuidos por todo el vehículo y va equipado con sistema de pago con tarjeta o móvil.
El resto de los autobuses eléctricos se irán incorporando de manera paulatina, a medida que avancen las semanas, según informan fuentes municipales, que añaden que con su adquisición el Ayuntamiento de Segovia contribuye a fomentar el transporte público sostenible, a reducir las emisiones y modernizar el transporte urbano.
La llegada de estos vehículos ha sido posible gracias a la subvención obtenida dentro del programa de ayudas a municipios para la implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado con fondos NextGeneration.
El Ayuntamiento recibió del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana 1.430.000 euros, de los que 800.000 euros se han destinado a la compra de cuatro autobuses eléctricos, cuyo coste total ha supuesto una inversión de 2.280.000 euros. Los 630.000 euros restantes de la subvención han servido para financiar el 90% del coste de la electrificación del Centro de Operaciones del transporte urbano.
Todavía falta por incorporar uno de los cuatro autobuses objeto de la subvención, aunque tenía que el suministro tenía que estar finalizado antes del 31 de diciembre pasado, lo que ha generado dudas sobre si el Ministerio o la UE reclamarán la devolución de la misma o de parte. En cualquier caso, el propio alcalde, José Mazarías, ha explicado que es la empresa concesionaria del transporte público en autobús urbano, Avanza, la que tendría que hacer frente a ese coste.