El Ayuntamiento invertirá otros 38.000 euros en Padre Claret

G. A.
-

Aplicará las recomendaciones del informe sobre patologías del pavimento que ha realizado una empresa especializada

La empresa Servicios Externos y Aprovisionamiento (SEA) realizó catas y tomó muestras de material el pasado abril. - Foto: Rosa Blanco

La avenida de Padre Claret volverá a estar en obras este año, aunque en fecha todavía por determinar, ya que el gobierno municipal prevé invertir 38.000 euros en el arreglo de los hundimientos que presenta la calzada, una vez conocidas las conclusiones y propuestas de solución del informe sobre patologías del pavimento encargado a la empresa especializada SEA.

El alcalde, José Mazarías, ha explicado que el servicio de Obras y Vías ya está negociando con algunas empresas para conocer su disponibilidad, plazos de ejecución y otras condiciones y poder abordar con ese presupuesto (que permite un contrato menor) una primera actuación «inmediata» que, además de reparar los múltiples hundimientos y deformaciones que presenta el pavimento de esta céntrica avenida, evite «que vayan a más, que crezcan hacia los lados».

El informe de SEA estima que, si se siguen sus recomendaciones, la durabilidad de la obra estaría entre cinco y siete años. Mazarías ha comentado que todavía no se conoce el plazo de ejecución ni los previsibles cortes de tráfico que serán necesarios para acometer las obras.

Esta primera actuación permitirá conocer qué respuesta tiene la vía con la solución planteada, que consiste básicamente en utilizar un material de relleno de mayor resistencia entre la placa de hormigón inferior y el adoquín. Después, una vez se compruebe el comportamiento del pavimento 'arreglado', con un uso continuado de la calzada de la avenida, se descubrirá si la solución ha sido adecuada y no se producen más hundimientos en ese tiempo estimado de cinco a siete años o si, por el contrario, son recurrentes el gobierno municipal tendrá entonces que abordar una intervención integral.

El estudio que ha recibido el Ayuntamiento indica hasta seis motivos que combinados explican las patologías que presenta el pavimento, desde un material inadecuado y de menor resistencia al exigible en una infraestructura de este tipo a la existencia de una armadura ligera en la capa de asiento, que no recogía el proyecto y no está justificada técnicamente, ya que no cumple ninguna función y, al contrario, ha provocado fisuras.

También, la colocación de los adoquines a matajunta, inadecuada para soportar tráfico pesado (debería haberse  hecho en espiga), meteorología adversa durante las obras finalizadas en 2023 y cortes de pavimento con juntas de dilatación no incluidas en el proyecto original, lo que ha contribuido al movimiento de hiladas de adoquines, al deformarse con el paso del tráfico. 

Por otro lado, pone de manifiesto una falta de control de calidad durante las últimas obras ejecutadas en el tramo más próximo al Acueducto y que el intenso tráfico de vehículos pesados; es decir, los autobuses urbanos, incide en el estado del pavimento. No en vano, se ha constatado que el proyecto inicial, cuando se construyó el aparcamiento subterráneo, indicaba un uso simultáneo de esta vía para peatones y vehículos, incluso de medio tonelaje, pero añadía que el paso de vehículos pesados iba a ser ocasional o transitorio, según ha revelado Mazarías. 

Intervención integral. El informe propone hasta tres modalidades de intervención integral con distinta estimación de durabilidad de la obra, hasta los 20 años la más costosa, con retirada de todas las capas y un plazo de ejecución superior a los seis meses, una intermedia que consiste en reafirmar el adoquinado, reduciría plazos y tendría una duración de entre 10 y 12 años y una tercera en la que se sustituiría el adoquín por asfalto coloreado, estampado en superficie simulando adoquín, para conseguir un periodo de entre 10 y 15 años de durabilidad.