Los 29 humedales visitados en 2023 durante el censo de aves acuáticas invernantes realizado durante el año pasado registraron un total de 1.498 aves de 14 especies que representa el 2,2% del total de aves censadas en Castilla y León.

Las cinco especies más abundantes fueron el ánade azulón con 1.199 aves, la cerceta común (117 aves), el tarro blanco (55 aves), el ánade rabudo (46 aves) y el cormorán común (26 aves). Los humedales más importantes en la provincia son el embalse de Linares del Arroyo, la laguna de Caballo Alba, la laguna de la Iglesia, Laguna Rodrigo, y las lagunas de Cantalejo. Todos ellos con valores de abundancia entre 300 y 100 ejemplares.

El análisis de la tendencia general de la población invernante de aves acuáticas en la Comunidad es negativo en los últimos años. En el territorio de Castilla y León se concentraban más de 100.000 aves acuáticas invernantes hasta el año 2011, pero estos valores han ido en descenso hasta llegar al mínimo de 60.000 ejemplares en el censo realizado en el año 2022.

Esta fuerte caída está motivada principalmente por la reducción de la población invernante de ánsar común, que ha pasado de un máximo de 65.823 ejemplares en el año 2006 a 3.044 aves en el censo realizado el año pasado. Sin embargo, hay otras especies que muestran una tendencia positiva en el número de ejemplares que pasan el invierno en Castilla y León, como son el tarro blanco o la garceta grande.

Desde el año 1967, la organización Wetlands International promueve y coordina un programa de censos de aves acuáticas invernantes en zonas húmedas, que se lleva a cabo anualmente a lo largo del mes de enero, periodo en el que muchas especies de acuáticas se congregan en enclaves concretos, por lo que su recuento es más sencillo y fiable que en otras épocas del año, y que se desarrolla en todos los continentes. Las fechas establecidas para el año 2024 han sido entre el 10 y el 20 de enero.

En Castilla y León, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio se encarga de coordinar y realizar este seguimiento, enmarcado dentro del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, y en el que participan agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural.

Los agentes medioambientales del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia desarrollan, durante este mes de enero, el censo de aves que pasan el invierno en esta provincia; por un lado, el de aves acuáticas invernantes presentes en los principales humedales que existen en la provincia, y por otro, el censo de la población invernante de milano real que se agrupa en gran número en sus dormideros habituales.

Para la realización del censo de las aves acuáticas invernantes, los agentes han estado en estos días inspeccionando los principales humedales (lagunas y embalses) de la provincia y, con la ayuda de prismáticos y telescopios terrestres, proceden a identificar las diferentes especies de aves acuáticas presentes y cuantificar el número de individuos de cada especie.

Por otro lado, el pasado día 13 de enero, agentes medioambientales de las diferentes comarcas de la provincia, colaboraron censando varios dormideros de la población invernante de milano real (Milvus milvus) de la provincia; acción que se coordina junto con un gran número de voluntarios aficionados a la ornitología, para intentar cubrir la totalidad de los dormideros presentes en la amplia superficie de la provincia.

El milano real es una rapaz de tamaño medio, que se alimenta principalmente de carroña y pequeñas presas como insectos, reptiles o ratones; es un ave migradora fácil de ver en los cielos segovianos. En esta época del año acuden a pasar el invierno gran cantidad de ejemplares provenientes de países del centro y norte de Europa, que se agrupan para pasar la noche en grandes dormideros localizados en zonas arboladas como choperas, pinares, etc.

Los datos obtenidos durante estos censos son analizados por personal técnico de la Sección de Espacios Naturales, Flora y Fauna del Servicio Territorial de Medio Ambiente para interpretar la dinámica de la población de estas especies, y poder así elaborar los planes de gestión correspondientes.

Conocer la biología de las diferentes especies, así como sus costumbres y el medio en que habitan es fundamental para una correcta ejecución de estos trabajos de seguimiento de fauna. Por eso esta tarea se realiza con métodos que interfieren lo menos posible en la vida diaria de la especie, procurando causarles las menores molestias.