La accesibilidad sigue siendo una asignatura pendiente incluso en el sistema educativo. En el centro histórico de Segovia, la Casa de los Picos, un edificio de los siglos XV-XVI que alberga una Escuela de Arte y Superior de Diseño, un centro público dependiente de la Consejería de Educación, es el ejemplo más claro. Todos los equipos directivos han solicitado en los últimos años a los responsables políticos revertir esta marca negativa de escuela inaccesible. Desde el curso pasado se ha reforzado esta demanda por la situación de una alumna, Belén, con esclerosis múltiple, quien para seguir las asignaturas del grado superior de Diseño de Producto tiene que hacer frente a una carrera de obstáculos que cada vez le resultan más infranqueables a pesar de la buena disposición del personal y alumnado de este centro.
Solo puede asistir a clase, con mucha dificultad y esfuerzo, ayudada por muletas y/o por una barandilla para subir y bajar una treintena de escalones, desde la puerta exterior, al zaguán, patio y en el acceso a la planta primera. No llega, sin embargo, a la planta segunda, donde se ubica un aula técnica en la que debería realizar prácticas, porque se interpone otra escalinata sin barandilla y hay que tener en cuenta que a la primera planta llega ya agotada.
Un dato revelador es que en muchos edificios modernos 30 escalones equivalen a un tercer piso.
A eso se suma, desde el inicio de las obras del Teatro Cervantes, en el solar contiguo, que acceder a esta zona en coche se ha complicado mucho porque las dos plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida en la calle de Obispo Gandásegui han sido suprimidas y valladas. No así las reservadas a motocicletas.
Esta Escuela es el único centro de la provincia que oferta la modalidad de Artes en Bachillerato, además del citado grado superior de Diseño de Producto y tres grados formativos: dos de grado superior (Ilustración y Arte Textil) y uno de grado medio (Revestimientos Murales). Su equipo directivo deja claro que la demanda de accesibilidad no se debe únicamente a la situación de Belén. Es una reclamación antigua y general ante un problema que ha afectado y puede hacerlo a cualquiera, alumnado y profesorado. De hecho, se han dado varios casos de traumatismos en piernas que han puesto en evidencia sus limitaciones.
La Casa de los Picos, una trampa a la movilidad - Foto: Rosa BlancoSin embargo, la reclamación colisiona siempre con el hecho de que se trata de un edificio histórico y protegido, actualmente en el Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (PEAHIS). La ficha del Catálogo Arquitectónico de este último considera elementos valiosos el patio porticado y la fachada.
Uno de los jefes de estudio admite que hay «un contacto fluido» con la Dirección Provincial de Educación y el edificio ha sido objeto de evaluación por una arquitecta y un aparejador de la misma que concluyeron que no es posible adaptarlo para instalar rampas de acceso, sistemas elevadores o ascensores.
El director provincial de Educación, Diego del Pozo, asegura que la Casa de los Picos «tiene protección integral, lo que impide que se modifiquen sus características incluso en el caso de una rehabilitación integral» y añade que «la configuración arquitectónica del edificio impide hacer accesible el mismo sin alterar los elementos protegidos».
Sostiene, por otro lado, que «ninguna normativa, ni estatal ni autonómica, obliga a adaptar la accesibilidad, por la imposibilidad de hacerlo respetando su protección».
Contrastan sus declaraciones con la posición de COCEMFE (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica). En su revista, el técnico de Accesibilidad y Vida Independiente de la entidad, Gonzalo Arjona, admitía hace unos meses que hay un debate sobre qué prevalece, si la accesibilidad o el valor histórico o arquitectónico, pero detallaba ejemplos que han conseguido "conjugar estos ámbitos» como la Muralla de Ávila o el Monasterio del Escorial. Belén, la alumna de la Escuela de los Picos, añade en Segovia el Torreón de Lozoya o el Palacio de Quintanar.
Arjona argumenta que se incumple la normativa por falta de voluntad, de presupuesto y «de aplicación de un régimen de sanciones estricto», que además corresponde a la propia administración. Aunque no es vinculante, apunta al documento 'UNE 41531:2018 IN Accesibilidad al Patrimonio Cultural Inmueble. Criterios generales y metodología' como referente para intervenciones.