La Policía Local ha intensificado su presencia en zonas como las calles de Infanta Isabel (calle de los bares) y Escuderos, junto a otras del recinto amurallado, donde se han producido conflictos relacionados con el ruido, labor preventiva en pro de una convivencia «equilibrada y compensada» con el resto del vecindario, según explica la concejala de Seguridad Ciudadana, Raquel Alonso.
La Concejalía también está analizando el volumen de las sanciones por tramitar por este motivo para hacer frente con nuevos recursos al atasco existente, aunque Alonso pone el acento en la labor de concienciación.
La defensora de la Ciudadanía de Segovia, Paloma Serrano Postigo, lleva unos años insistiendo en que el ruido, la contaminación acústica, es un grave problema que se ha convertido en sistémico y genera a su vez una falta continua de respeto y convivencia. Recientemente ha insistido en que la ciudadanía reclama a la Administración local, como demuestran las «múltiples quejas» que recibe en su oficina, la aplicación de la normativa ante la situación existente en varias zonas de la ciudad, que «afecta gravemente a la salud de las personas, al derecho al descanso y a la inviolabilidad del domicilio», afirma.
Por otro lado, solo en este mes de septiembre la Policía Local ha 'mediado' al menos en once conflictos entre vecinos motivados por exceso de ruido, según la información facilitada por el Ayuntamiento en sus partes de incidencias diarios, a lo que se suma la denuncia a una persona que pretendía entrar en una vivienda de estudiantes universitarios sin permiso de los moradores, e incluso causó daños en la puerta y profirió amenazas.
El jueves pasado, por ejemplo, intervino en tres conflictos en materia de ruidos, uno de ellos por aglomeración de personas en vía pública frente al acceso a un establecimiento de ocio, con el resultado de una denuncia por consumo de alcohol en vía pública. En otra zona, no espeficada por los responsables de este cuerpo policial municipal, una medición por ruido, tras una discusión entre vecinos, ofreció resultado positivo, por lo que los agentes formularon una denuncia de acuerdo con lo establecido en la Ordenanza sobre ruidos y vibraciones.
La Plataforma contra el Ruido de la ciudad denunció el primer fin de semana de septiembre que vecinos de la calle de Santa Ana, en la judería, tuvieron que soportar fiestas en viviendas alquiladas por alumnos de IE University desde la 1 a las 5 de la madrugada.
Además, el pasado día 7, agentes de la Policía Local tuvieron que disolver un botellón no autorizado en el que participaba un centenar de personas en un paraje del barrio de San Marcos.
El alcalde, José Mazarías, ha manifestado que en los días previos al inicio del curso universitario se produce la llegada de muchos estudiantes de procedencias muy distintas, encuentros tras el periodo vacacional y, sin disculparlo, ha comentado que «es habitual que en estas primeras semanas se celebren fiestas universitarias». Sin embargo, ha dejado claro que el gobierno municipal se ha propuesto actuar «de una manera mucho más intensa y con todo el rigor que permite la normativa», para evitar la sensación generalizada «de que no se tramitan las denuncias, lo que genera cierta sensación de impunidad».
El presidente de la corporación municipal hace extensivo ese propósito a otras conductas incívicas, desde pintadas, colectivos organizados dedicados a la mendicidad, etc.
Apuesta Mazarías por trabajar paralelamente en la concienciación ciudadana y ha anunciado que eso pasa «por hablar con los centros educativos donde estudian estos jóvenes, no quiero hablar únicamente con uno, así como con los hosteleros, que pueden tener un papel importante».
La referencia a los dos campus universitarios, el público y el privado, ha generado cierto malestar en ambas comunidades universitarias, que se sienten señaladas por conductas incívicas que consideran minoritarias aunque reprobables.
Desde el Campus María Zambrano de la UVa, su vicerrector, Agustín García Matilla, recalca que se trata de una institución «que educa a ciudadanos que actúan con civismo y no hemos recibido quejas de ningún tipo en todo el tiempo que he venido ocupando cargos de responsabilidad en esta Universidad».
Añade que están orgullosos de su alumnado y en las jornadas de bienvenida al inicio de curso «avisamos a todos nuestros estudiantes de nuevo ingreso de las normas de comportamiento que se esperan de un universitario».
"El trascendental papel de la UVa en esta ciudad se objetiva con datos en positivo. Siempre enseñamos valores éticos y comportamientos cívicos que tenemos la suerte de sentir como asumidos por nuestro alumnado", concluye García Matilla.
Por su parte, en IE University trasladan el mensaje de que esta institución académica promueve el comportamiento responsable de sus alumnos, "consciente de la importancia del respeto en la experiencia de aprendizaje".
En esa línea, asegura que trabajan con los alumnos y con las instituciones en Segovia "para impulsar la mejor convivencia".
"Para nuestra institución es un privilegio formar cada año alumnos de 140 países en el campus histórico de Santa Cruz la Real, en Segovia, una ciudad acogedora, cálida, y un entorno único que sin duda deja una huella imborrable en nuestros graduados", aseguran en un comunicado remitido este jueves por la tarde, tras las declaraciones del alcalde, José Mazarías, en las que informó de que el gobierno municipal ha avanzado en la resolución del problema y Policía Local está preparando encuentros con grupos de alumnos para "re-educar" ante ese tipo de conductas y para hacerles ver que la administración municipal tiene la obligación de encontrar el equilibrio entre la diversión de estos estudiantes y el descanso y la convivencia con los ciudadanos.
La propuesta de esos encuentros con Policía Local ha partido del Rectorado de IE University, según reveló el alcalde.
En el anterior mandato corporativo del Ayuntamiento de Segovia ya se realizaron acciones similares con esta universidad privada en la que estudian centenares de estudiantes de una gran variedad de países.
Normativa aplicable. La Ordenanza municipal de Ruidos y Vibraciones (de 2014) recoge una serie de prohibiciones, infracciones y sanciones, independientemente de la aplicación de las Leyes estatal y autonómica en este ámbito.
Entre otras, en espacios exteriores está prohibido permanecer por la noche con otras personas o grupos de personas, reunidas en la vía pública o espacios públicos o privados de uso público, sin autorización, ocasionando ruidos que generen molestias y perturben el descanso y la tranquilidad de los vecinos.
Asimismo, no están permitidas actividades perturbadoras del descanso ajeno en el interior de viviendas, siempre que por su intensidad o persistencia, provoquen molestias que resulten inadmisibles, como fiestas, juegos, funcionamiento de instrumentos musicales, cantar, vociferar, gritar, patear, dar golpes, arrastrar, silbar o cualquier otra conducta similar.
Si los niveles superaran los límites permitidos, la Policía Local formulará denuncia y, en el caso de no identificar a los responsables in situ, pueden ser denunciados los propietarios de la vivienda o los inquilinos titulares del contrato de alquiler.
Las sanciones oscilan entre los 50 y 600 euros para infracciones leves; 601 y12.000 para las graves y 12.001 y 300.000 euros si se consideran muy graves.