Apatrullando Segovia con su menuda fauna

Gonzalo Ayuso
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La misma Policía Local de las multas de tráfico tiene una cara más amable y simpática, localizando a los propietarios de mascotas y objetos extraviados o reanimando a personas en parada cardiorespiratoria

Entrega de unos audífonos que se habían extraviado, tras localizar a su propietario. - Foto: DS

La población se Segovia tiene buena imagen, en general, de su Policía Local, aunque a muchos conductores les mude el semblante cuando se topan con un control policial al cambiar de sentido en una calle. Los mismos agentes de las multas tienen otra cara B más simpática y amable, más cercana. Casi todos los niños pequeños admiran sus uniformes, sus motos y sus coches patrulla, para algunos son lo más parecido a la patrulla canina que conocen y si encima rescatan gatitos, cachorros o hasta cigüeñas, se convierten en sus héroes, aunque sea solo por un rato.

Entre los centenares de servicios de este cuerpo municipal de Policía Local, el año pasado se colaron algunas historias realmente dignas de una serie de televisión. Y es que en una ciudad pequeña como Segovia la buena voluntad de sus agentes, suboficiales y oficiales, unida a la colaboración ciudadana, da como resultado sucesos con buen final, aparentemente anecdóticos pero que dicen mucho del buen trabajo a pie de calle. Una de esas historias curiosas tuvo lugar el pasado mayo y tiene como protagonista a un par de audífonos extraviados. Poco después de que la Policía Local difundiera en sus redes sociales que se buscaba al propietario, informaba de su localización gracias a la colaboración del personal de un establecimiento especializado de la ciudad e informaba de que el objeto perdido estaba valorado en más de 5.000 euros.

A finales de junio, sin embargo, fue encontrado en plena Calle Real, muy cerca de la Plaza Mayor, otro audífono perdido pero en esta ocasión no parece que el/la propietario/a fuera localizado.

Este servicio municipal lleva a cabo a lo largo del año decenas de intervenciones con animales, por lo general mascotas, sobre todo perros y también gatos, conejos y hasta canarios, pero también otros perteneciente a la variada fauna urbana de Segovia: vencejos, cigüeñas, palomas, tordos, culebras y hasta alguno exótico como una tortuga, según ha quedado reflejado en los partes diarios de incidencias que remite el Ayuntamiento de Segovia a los medios de comunicación locales.

En sus redes sociales suelen incluir una o varias fotografías del animal localizado como, por ejemplo, la que acompañaba en Facebook al texto: «Esta linda gatita busca a su dueñ@». Si la reconoces como tuya o sabes de quién puede ser, ponte en contacto con la Protectora de Animales».

Había sido rescatada por la Patrulla Verde de Policía Local en las inmediaciones de la plaza de La Tierra y depositado en las instalaciones de la Asociación Protectora de Animales de Segovia.

Las intervenciones por animales comenzaron hace ahora un año con una denuncia, en base a la Ley de Cuidado de los Animales, al dueño de un caballo localizado suelto en la proximidad del caserío del barrio de Hontoria, junto a la carretera, «por no adoptar las medidas necesarias para evitar que el animal ocasione peligros, amenazas o daños a las personas, a otros animales o cosas». La última se produjo el día 26 del pasado mes de diciembre, cuando fueron recogidos dos perros perdidos y no fue posible contactar con su propietario.

Abejas y avispas. Riesgo para las personas pueden tener también los enjambres de abejas que la pasada primavera motivaron varios dispositivos policiales con el apoyo de un apicultor experto. La primera alarma fue el 16 de abril en el Parque de la Dehesa, la siguiente fue el fin de semana del 5 de mayo en el parque de Villángela. El 8 de mayo el enjambre fue localizado en la cubierta y parte de uno de los laterales de una furgoneta estacionada en la céntrica plaza de los Espejos y el 12 de ese mismo mes un vecino dio a viso de otro en una farola de la avenida del Acueducto. En cuanto a avisperos, el 2 de septiembre Policía Local colaboró con los bomberos en la retirada de uno localizado en el alero de un edificio.

Quizá no pueda calificarse como heroísmo pero para ciudadanos atendidos en los múltiples incidentes sanitarios que se registran diariamente, y para sus familias, los policías involucrados son sus héroes porque llegan a salvar vidas o a evitar males mayores. Así fue, entre otros ejemplos, la tarde del 19 de julio, cuando una patrulla de Policía Local fue advertida de que una persona había sufrido una caída en la calle de José Zorrilla y los agentes comprobaron que estaba sufriendo una parda cardio-respiratoria, por lo que procedieron a colocarle un desfibrilador semiautomático que portaban el coche patrulla y consiguieron que saliera de la parada con una descarga, iniciando después maniobras RCP hasta la llegada de una ambulancia.

Lo mismo puede decirse de la forma en la que atendieron avisos por personas desorientadas en plena calle o incluso cuando rescataron, en el mes de abril, a una persona atrapada en el baño de un establecimiento o, junto a bomberos, a una mujer de edad avanzada, que se subió a un tejado el 26 de agosto.