El cuarto de los encierros de las Fiestas de Cuéllar, declaradas de Interés Turístico Internacional, se ha saldado con dos heridos, uno de ellos por asta de toro, en un tramo campestre en el que los toros de la ganadería de Núñez de Cuvillo han mostrado su peligrosidad en su primera aparición en estos tradicionales encierros.
La salida de los toros desde los Corrales del río Cega ha sido fulgurante y muy peligrosa, puesto que uno de los astados se ha desviado y ha arremetido contra los espectadores que, situados a un lado del camino para presenciar la suelta, han tenido que refugiarse en los vehículos para no verse corneados en un incidente que se ha saldado con dos heridos, uno de ellos por asta de toro.
Una vez reconducida la situación y devuelto el toro al grupo, éste ha llegado sin mayores complicaciones al inicio del encierro urbano donde la manada ha descendido compacta por el Camino del Terrero hacia Cuéllar, para disgregarse de manera paulatina ya en las calles de la localidad.
De esta manera, dos toros han encabezado el encierro desde la avenida Camilo José Cela, donde los corredores han comenzado a lucirse con sus carreras muy cerca de los astados. Por detrás, tres toros más han corrido con menos velocidad, dando tiempo a que se vieran más carreras en la calle de la Resina.
Ha sido el último de los toros quien ha protagonizado unos momentos de tensión al quedarse parado a doscientos metros de la entrada a la plaza, aunque finalmente los pastores y los mozos han conseguido guiarle hacia el coso, terminando el encierro urbano seis minutos después de su inicio