En los últimos tres años, el comercio segoviano vive «agarrado al flotador», tal y como asegura un comerciante local a la hora de definir la delicada situación de un sector económico que ocupa entre autónomos y trabajadores a más de 9.000 familias en la provincia, según los datos de la Agrupación de Comerciantes Segovianos (ACS).
Este precario panorama queda reflejado en los datos del Barómetro del Comercio Segoviano, con el que periódicamente la ACS toma el pulso a esta actividad, y cuyos resultados auguran un año 2024 marcado por las dificultades para el mantenimiento del pequeño comercio, lastrado por el impacto de la crisis y la pandemia y golpeado de forma inmisericorde por las nuevas tendencias de consumo por internet, y la influencia de las grandes superficies comerciales.
La metodología del barómetro responde a una encuesta con una serie de preguntas que sirven para analizar la evolución de la actividad en los últimos meses, así como las perspectivas de futuro. Sobre este último aspecto, los comerciantes segovianos no son optimistas sobre el resultado de las ventas de 2023, y el 44,4 por ciento de los encuestados asegura que han sido peores que las de 2022, mientras que el 33,3 considera que se han situado en parámetros similares a las del anterior ejercicio; y solo el 22,2% han tenido un sesgo optimista al asegurar que el negocio ha ido mejor en el año recién concluido.
A estos resultados se añade el incremento de los gastos fijos de los negocios comerciales, y el 75 por ciento de los empresarios y autónomos han evidenciado un aumento con respecto al pasado año.
Con estas cifras, la posibilidad de incrementar el empleo se reduce sensiblemente, y la encuesta asegura que el 62,5% de las empresas mantendrá su plantilla; teniendo en cuenta que un elevado porcentaje son negocios de carácter familiar.
La crisis señala también la decadencia de las zonas comerciales más tradicionales, y esta preocupación se recoge en el barómetro de la ACS. Así, y de forma unánime, aseguran que el número de locales vacíos en las zonas comerciales perjudican la imagen, y evidencian que están aumentando en los últimos meses.
En cuanto a las previsiones de futuro, tal y como ya han apuntado en otras ocasiones los responsables de la patronal comercial, el relevo generacional es un problema cada vez más patente en el sector, donde no se ve un horizonte claro acerca de la permanencia de negocios otrora familiares y que ahora penden de un hilo debido al escaso interés de las nuevas generaciones.
De este modo, la encuesta pone de manifiesto que el 67 por ciento de los comerciantes señalan que cuando se jubilen, su negocio no tendrá continuidad. En este sentido, uno de cada tres comerciantes asegura que en menos de cinco años abordarán la jubilación, y el 70 por ciento señala que si hubiera continuidad en el negocio "nunca sería regentado por un familiar", lo que añade aún mayor dificultad.
En cuanto al perfil de la clientela de los establecimientos, se indica que la franja de edad se sitúa por encima de los 40 años como media, y de ellos, mas de la mitad supera los 50 años, lo que prueba el progresivo alejamiento de los jóvenes del comercio tradicional en detrimento de otras formas de comercio.
Por otra parte, la tarjeta de crédito también comienza a extenderse como medio de pago preferido por los consumidores, y el 62,5 por ciento de los clientes que la usan está por encima de los 40 años, mientras que el 25% se encuentra en una franja de edad entre los 25 y los 30 años.
Las nuevas tecnologías se antojan fundamentales para tratar de competir con las grandes superficies, y - desde sus posibilidades- los comercios tratan de adecuar sus infraestructuras para satisfacer la demanda de los clientes. Así, el barómetro asegura que el 100 por ciento de los encuestados cuenta ya con wifi en sus establecimientos, y el 67 por ciento ha implantado soluciones en materia de ciberseguridad para su equipos y redes sociales.
Conclusiones. De los datos de este balance, la ACS infiere su preocupación por la evolución del sector en lo referido a la continuidad del modelo de formato comercial más tradicional. En este sentido, ponen el acento en el relevo generacional, cuyas dificultades son cada vez mayores, y expresan su confianza en que el futuro Plan Estratégico del Comercio que prepara la Junta de Castilla y León contemple medidas que contribuyan a paliar esta situación. En este sentido, ACS, a través de Conferco, ha presentado alegaciones al Borrador de la Estrategia de Comercio Minorista y Rural de Castilla y León 2024-2027 que está elaborando la Junta de Castilla y León con las aportaciones del sector, y que servirá de base para la política que seguirá la Junta de Castilla y León hacia el sector.En el plano positivo, la ACS valora la adaptación del sector a las nuevas tecnologías, en función de la demanda de la clientela.