Según los últimos datos estadísticos del Padrón Continuo, en España viven casi un millón de personas con más de 65 años, lo que supone un 20 por ciento del total de la población. Según la proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE),en 2024 podría haber más de 14 millones de personas mayores, lo que se traduciría en casi un 30 por ciento del total. A esto se suma que se ha producido un incremento en la cifra de personas que viven solas, sobre todo a partir de los 65 años, superando los dos millones de hogares.
Los datos de 2022 reflejan que las personas mayores se concentran en los municipios urbanos, pero la proporción de personas mayores respecto al total es muy superior en el medio rural. Segovia no es la excepción, y en 2023 se registraban casi 36.000 personas con más de 65 años, lo que se traduce en 23,11 por ciento de la población total de la provincia.
La soledad no deseada es uno de los principales problemas del medio rural y un objetivo de muchas administraciones y entidades es procurar, en la manera de lo posible, evitarlo. La Junta de Castilla y León ha aprobado un Plan de Acción contra la soledad no deseada y el aislamiento social 2022-2025 con la activación de un teléfono gratuito (900 264 812) a través del cual los usuarios podrán informarse sobre recursos, iniciativas y actividades que faciliten su integración social, pero también para canalizar hacia los centros de acción social las necesidades que manifiesten los mayores. Por su parte, la Diputación de Segovia cuenta con diversos programas en su área de Asuntos Sociales como el servicio de ayuda a domicilio, el de comida a domicilio, el de teleasistencia domiciliaria, o el de dosificación de medicamentos; además de los cuatro Centros Agrupados de Acción Social de Cantalejo, Cuéllar, Prádena y San Ildefonso (CEAAS). Además, entidades como Cruz Roja o Cáritas también disponen de programas específicos de ayuda a las personas mayores. Pero a veces con todo esto no es suficiente y, por ello, los propios vecinos de los pueblos intentan ayudarse unos a otros, como es el caso de Marugán.
Tu vecino, tu mayor ayudaLos vecinos de la localidad decidieron tomar cartas en el asunto después de que en 2022 varios mayores fallecieran en sus domicilios sin ser encontrados hasta días más tarde. «Un par de personas mayores, que tengamos conocimiento de ello, fallecieron solas y no fueron encontradas hasta días después. Eso a muchos vecinos, y a mí particularmente, nos llegó mucho», explica la representante de la asociación que han creado en la localidad para ayudar a sus mayores, Isabel Lurueña. Fue a partir de ese momento cuando los vecinos dieron un paso adelante para intentar cambiar las cosas, naciendo 'Hoy por ti'. «Es una pena que muchos mayores tengan que morir solos y desatendidos, por eso nació la asociación».
Y es que el hándicap de Marugán en este aspecto es su urbanización 'Pinar Jardín'. «Quieras que no, estando en un pueblo ves al vecino de al lado, te pueden echar de menos si un día no vas a por el pan o no te ven dando el paseo. Pero el problema de la urbanización es que no echamos de menos porque a la gran mayoría no los conocemos. Son parcelas muy grandes y no en todas hay casa, con lo cual esto es como estar en el desierto a la hora de pedir ayuda. Si alguien se cae en un jardín, por más que pidas ayuda nadie te va a oír si no tienes vecinos a ambos lados de tu casa», lamenta.
Es por ello que a través de 'Hoy por ti', unos 20 voluntarios buscan tender su mano a las personas que lo necesiten a través de acciones como supervisar la alimentación, la gestión de trámites administrativos o la realización de actividades y talleres para mantenerlos activos, además de que, al disponer de personal médico entre los miembros de la asociación, también buscan cuidar el estado tanto físico como emocional de sus vecinos. «Vemos si se están alimentando bien, si están más deprimidos o preocupados por alguna circunstancia. Les tomamos la tensión, vemos si respiran bien o si tienen algún tipo de lesión», apunta Lurueña.
A esto se suma el contacto entre la asociación y el médico y la enfermera del pueblo, con el objetivo de detectar posibles casos de soledad no deseada. «A ellos les cuesta mucho dar el paso y aceptar que necesitan ayuda o que se sienten solos porque es como que sintieran que ya no sirven para nada. Por ello, hablamos con los servicios sanitarios del pueblo y ellos les informan a los pacientes de nuestra existencia. También colaboramos con los servicios sociales, y en algún momento nos dicen que necesitan que alguien vaya a ver a algún usuario para leerle el periódico o charlar con ellos».
Pero a pesar de ser voluntarios, es necesaria la financiación económica para la compra de material médico, material de desarrollo cognitivo como cuadernillos de memoria o puzzles, para cubrir los gastos de desplazamiento y la realización de actividades. Además, con el fin de recaudar dinero participan en mercadillos con productos donados o realizados artesanalmente por los vecinos.
Pero a pesar de esto, al ser una asociación creada recientemente, no es suficiente, por ello agradecen cualquier aportación.
En cuanto a las expectativas, Isabel Lurueña revela que a corto plazo su objetivo es realizar talleres nutricionales o para dar a conocer herramientas para hacer su vida cotidiana más fácil. «Por ejemplo, hay cubiertos o vasos especiales para aquellos a los que ya les cuesta un poco comer o partirse los alimentos, y la gran mayoría no lo saben».
Pensando a largo plazo, desde la asociación esperan poder extender su labor a los pueblos de alrededor. «Pienso que esto es algo que se debe extender, porque están en la misma situación que nosotros», indica, y sentencia que «todos tenemos derecho a vivir y morir con dignidad, por ello trabajaremos todo lo que podamos».