Francia, Alemania, Polonia, Italia, España y Reino Unido, así como la Unión Europea en su conjunto, han reafirmado su apoyo a Ucrania y han instado a conceder a Kiev "garantías de seguridad" para que el país logre una paz "justa y duradera".
"Esperamos discutir el camino a seguir junto con nuestros aliados estadounidenses. Nuestros objetivos comunes deben ser poner a Ucrania en una posición de fuerza. Ucrania y Europa deben participar en cualquier negociación", han resaltado en un comunicado conjunto.
En este sentido, han reiterado que apoyarán a Ucrania hasta que "se alcance una paz justa, amplia y duradera" que garantice no solo los intereses de Kiev, sino los intereses de sus socios. Esto, argumentan, sería "una condición necesaria para una seguridad transatlántica fuerte".
Asimismo, el grupo de seis países europeos, incluyendo el bloque comunitario, se han comprometido a trabajar para "fortalecer" la defensa colectiva. "La seguridad del continente europeo es nuestra responsabilidad común", han sentenciado.
Esto se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, mantuvieran el miércoles una conversación telefónica en la que abordaron la guerra en Ucrania y se comprometieron a iniciar negociaciones "de inmediato" para acabar con el conflicto.
La OTAN pide no excluir a Europa
Los ministros de Defensa de la OTAN se han unido también a esta petición, y reclaman que el país ucraniano debe ser parte de las negociaciones de paz. En declaraciones previas a la reunión, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha insistido en que todos los miembros de la OTAN quieren la paz en Ucrania "más pronto que tarde" y todos quieren poner a Kiev en la "mejor posición posible" para asegurar un resultado exitoso a las conversaciones.
Por su parte, varios ministros de Defensa aliados han expresado su cautela sobre las negociaciones anunciadas por la Casa Blanca, apuntando que "no puede haber negociación sin Ucrania", como ha defendido el titular de Defensa británico, John Healey, quien ha reivindicado que "la voz de Ucrania debe estar en el corazón de cualquier conversación".
El objetivo debe ser una paz "duradera" y que no vuelva la guerra a territorio ucraniano, ha ahondado Healy. "No hay que olvidarse de que Rusia seguirá siendo una amenaza más allá de Ucrania", ha avisado.
Su colega sueco, Pal Jonson, ha apuntado que lo "natural" es que los europeos estén presentes en las negociaciones de paz, tras recalcar que Europa aporta el 60 por ciento de la ayuda a Ucrania frente a la agresión rusa.
"Europa tiene que ser parte de estas negociaciones, no es algo que sea cuestionable. De otra forma no será la paz duradera que queremos ver", ha subrayado el ministro estonio, Hanno Pevkur, en la misma línea, al tiempo que ha defendido el papel de la UE para aplicar sanciones a Rusia, integrar a Kiev en el bloque y aportar ayuda militar y financiera frente a la agresión rusa.
Igualmente, Pevkur ha indicado que deben ser los ucranianos los que decidan cuando entrar en conversaciones de paz y sus parámetros deben ser tenidos en cuenta para el proceso que se lance con Moscú.
La ministra de Defensa de Lituania, Dovile Sakaliene, ha insistido en que está en manos de los europeos "quedar a un lado o cumplir con las expectativas" para luchar por Ucrania y por su propia libertad. Así ha advertido que el continente tiene que elevar su peso militar y producción armamentística para defenderse de futuras amenazas, señalando que si no trabaja como un grupo en favor de la democracia se acercarán los tiempos más oscuros.
En este sentido, ha avisado de la "trampa mortal" de pensar que Putin y Trump resolverán la seguridad de los aliados europeos, por lo que ha reclamado que la situación sea una llamada de atención y Europa se haga cargo de su Defensa y decida sobre la situación en el continente europeo.