David Matarranz

Segovia Pasión

David Matarranz


León solo, Segovia con leche

14/07/2024

Andan los medios de comunicación nacionales alucinando con el 'Lexit' o el proceso en el quelos políticos de León mantienen para intentar dejar la autonomía de Castilla y León y ser la 18ª autonomía española. Todos los artículos coinciden en que el proceso autonómico de nuestra tierra dejó flecos colgando, que cuarenta años después siguen ahí molestando, y el desarrollo autonómico tampoco han sabido arreglar.

Desde el origen León siempre quiso ir solo, y no unirse a Castilla, como finalmente sucedió. Incluso después de cerrado el mapa autonómico, miles de leoneses salieron a las calles a reclamar su autonomía. La provincia tiene un partido localista que fundamenta su programa en la independencia autonómica de León, como es la Unión del Pueblo Leonés (UPL) y cada elección autonómica consigue enviar diputados a las Cortes Regionales. Por lo tanto, hay un caldo de cultivo y un problema.

Ya he mencionado esta columna que Castilla y León se ha concebido muchas veces como una federación de provincias. Incluso los políticos de los grandes partidos se han sentido cómodos en esa consideración. Con sus cuotas de poder, y sin promover demasiado el sentimiento autonómico, no vaya a ser que perdamos pie.

Y claro, todo esto visto desde Segovia, pues se observa con curiosidad, máxime cuando nuestra provincia protagonizó escarceos con la autonomía uniprovincial. Los más jóvenes, ni les sonará, pero los más mayores todavía recordarán aquellas cuñas de radio con su lema "Segovia autónoma, Segovia independiente" con su conveniente música de dulzaina de hilo musical. 

Como todos los que se estudian el Estatuto de Castilla y León para preparar las oposiciones sabrán, Segovia entró en la autonomía, por decreto, tiempo después que el resto de las provincias. Para conocer de ello con detalle les invito a leer a Jesús Fuentetaja Sanz, que ha investigado y publicado del asunto, con el privilegio de vivirlo profesionalmente en la primera línea como funcionario de carrera en la Diputación de Segovia.

Lo estructuración de España por autonomías se puede considerar un éxito social y económicodespués de todos estos años. Ha permitido que cada territorio administre con eficacia sus competencias y sus presupuestos hasta niveles de autonomía que no existen en todo el mundo. A pesar de todo, hay regiones españolas, como Cataluña, empeñadas en mucho más, hasta la independencia total. Son una piedra en el zapato insoportable. Lo de regiones lo pongo a propósito, ya que les sienta muy mal esa consideración.

Pero el éxito no se saborea en lugares como Segovia, que siempre hemos sentido desdén desde la Junta. Rácana en inversiones y sin potenciar una provincia que es privilegiada por su ubicación y cercanía a Madrid. A veces se percibe cierto miedo a que Segovia crezca y se desarrolle demasiado, no vaya a competir con otras provincias que siempre han sido pujantes en lo industrial como Valladolid y Burgos.  Así y todo, los datos de Segovia son los mejores de Castilla y León en población y desarrollo económico, aunque solo sea por el rebufo de Madrid. Sin demasiadas ayudas.

Algo así suena en León, con una sangría de población tremenda desde la constitución de la autonomía. Acusan de centralismo a Valladolid, pero se les olvida que el cierre de las minas de carbón en la provincia pesa negativamente en su ecuación. Estas aportaban músculo económico y por tanto población.

Para cerrar, solo pedimos un poco más de cariño de la Junta con Segovia, más generosidad en sus inversiones y que apuesten por la provincia que mejores perspectivas de futuro ofrece como puerta de entrada a Madrid. Ahora con todas las instituciones locales y provinciales gobernadas por el PP no hay excusas, porque a veces daba la sensación de castigo a los segovianos por votar mal. Qué oportunidad de demostrarlo tienen con el desarrollo del Plan de Desarrollo industrial, por ejemplo.