Llevar el nombre de 'Títeres' en una ciudad considerada la capital internacional del teatro de esta especialidad es un sello de garantía para el éxito. Así lo está demostrando la banda de rock segoviano que desde 2018 lleva este nombre y que en estos apenas seis años de trayectoria cuenta ya con un bagaje de decenas de conciertos por todo el territorio nacional y dos discos en el mercado, el último de ellos «¿Cómo vamos a la luna… si aún no es de noche?», cuyo lanzamiento oficial se concretó el pasado 16 de agosto en varias plataformas digitales de música.
Sergio, Vity, Chechu, Gonxa y Guzmán forman el quinteto de la banda que presume de realizar un rock poderoso y muy pegado a la calle, con canciones con letras que narran historias «que le pueden pasar a cualquiera», asegura Sergio, uno de los dos guitarras de la formación, que en estos días asume las tareas de portavoz para dar a conocer este disco.
De su apego a la calle surge precisamente el título del disco, que parte de una pregunta que el cantante Vity escuchó a un niño y la contundencia y la magia con la que el pequeño expresaba sus dudas ha servido como hilo conductor a los diez temas que componen el segundo trabajo discográfico; muy en la línea de su exitoso primer elepé «Donde moran los payasos».
A parttir de ahí, canciones como «Estragos», «Cobre Viejo» o «A la orilla de la locura» ejemplifican la línea argumental que sigue la banda, que no reniega de sus influencias de grupos como Marea o Extremoduro a la hora de abordar sus composiciones, ni siquiera del punk rock nacional como La Polla Records o Kortatu.
De este modo, sus canciones son verdaderos disparos al alma en donde Títeres demuestra ser un grupo cercano y comprometido , lo que le ha llevado a alcanzar la notoriedad de la que ahora comienza a disfrutar, e incluso el reconocimiento de la crítica con el premio que en 2022 «El Amplificador» le otorgaba como Mejor Banda Emergente del año.
Para este inicio de carrera musical, Títeres ha sabido rodearse de buenos compañeros de viaje, y en este segundo elepé la banda ha contado con la colaboración de músicos como Michel Molinera, vocalista de Stafas y Canallas, Fernando Madina de Reincidentes o las teclas de Ernie Arranz, y ha sido grabado y producido en ASM Estudios por Lülü, de Forraje.
Para apoyar el lanzamiento, el pasado mes de julio se dio a conocer el videoclip de la canción «A la orilla de la locura (parte 1)», que ya ha superado los dos millares de visualizaciones en You Tube, mientras que el tema tiene ya más de 12.000 reproducciones en Spotify.
En cuanto a la presentación en conciertos, la banda ya prepara un calendario de actuaciones presumiblemente para después del verano, ya que en estas últimas semanas se han visto obligados a cancelar su presencia en algunos conciertos y festivales, y sólo han tocado en el 'Hontafénix' de Hontanares de Eresma, pero confían en poder superar las cifras de su primer trabajo, donde recorrieron un buen tramo de la geografía nacional con más de 30 actuaciones.
El éxito no parece haber modificado su modo de ser y de actuar, y son conscientes de que el actual momento en la industria musical no permite demasiadas alegrías. «A nosotros nunca nos han faltado conciertos - asegura Sergio- pero sabemos que está complicado para un grupo de rock poder estar en los escenarios frente a otras alternativas más comerciales como el reguetón»
De ahí que consideren importante el desarrollo de alternativas musicales y culturales como los festivales, y subrayan la importancia que están cobrando en la provincia, donde comienza a generarse un circuito muy interesante en pueblos como Migueláñez, Coca, Chañe, Vallelado o Bernardos, como pone de manifiesto el portavoz de la banda.
Por otra parte, el apoyo institucional se antoja para Sergio muy importante, y recuerda con agradecimiento la participación de su grupo en iniciativas como el Festival de Música Diversa o el memorial dedicado al músico Juancho Galera, que les llevó a velar sus primeras armas.
A pesar de ser Títeres, el grupo no se deja manipular, y consideran que en sus letras reflejan un modo de pensar y de vivir que va en coherencia con sus propias convicciones. «En la cultura, la autocensura no es adecuada, siempre tiene que haber espacio para la expresión, y desde luego, nosotros no tenemos ningún temor a que nos censuren».