"Hay una esperanza en las elecciones de este domingo"

Nacho Sáez
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Jaime Castillo, periodista venezolano exiliado en Segovia, cree que sus compatriotas han perdido el "miedo" y confía en una victoria de la oposición al chavismo.

"Hay una esperanza en las elecciones de este domingo" - Foto: Rosa Blanco

«El pueblo perdió el miedo». Jaime Castillo, periodista venezolano exiliado en Segovia, trata de cargarse de razones para confiar en que esta vez sí ganará las elecciones en su país la oposición al chavismo. Los sondeos más fiables lo refrendan. A pesar de que la líder de la oposición, María Corina Machado, ha sido inhabilitada por el régimen, el desconocido Edmundo González  Urrutia han logrado  mover multitudes en solo unas semanas, casi siempre acompañado por Machado, a la que ya ha transmitido que tendrá el cargo que desee si gana.

La del domingo puede ser la buena, aunque los mismos que lo defienden reconocen que la esperanza convive con la incertidumbre en sus estados de ánimo. «En cualquier país donde existe una verdadera democracia, cada persona elige al candidato desde su gusto y cada candidato hace la campaña electoral en el pueblo donde que quiera con absoluta libertad. En el caso de Venezuela no. Aparte de que inhabilitaron a la doctora Machado,  la dictadura –porque es una dictadura lo que se está viviendo en Venezuela– yle ha cortado las calles e incluso han hecho agujeros enormes en calles para impedir que esta señora se dirija a donde iba. Sin embargo, la doctora Machado y el señor González Urrutia se han vestido de un ánimo tremendo y están culminando la campaña. Y esto el pueblo lo ve», argumenta Castillo, que fue víctima en sus propias carnes del amedrantamiento del chavismo a quienes critican el discurso oficial.

Popular en su ciudad, Barquisimeto, por su labor como informador, se quedó sin acceso a alimentos y medicinas y recibió amenazas a su familia. «En una ocasión en un autobús un hombre se dirigió a mí e insinuó que iba a ir contra mi chico. Me fui corriendo a su instituto con unos sudores fríos tremendos. En ese momento decidía que tenía que irme», relata. Él es uno de los más de siete millones de venezolanos que han protagonizado el mayor exilio de la historia de Latinoamérica, empujados por un país que además se encuentra en bancarrota. 

 «Los procesos electorales en mi país han sido obras teatrales en los últimos tiempos. El oficialismo sale victorioso porque tiene las máquinas amañadas. Hay un miedo a que esto vuelva a ocurrir, pero también hay una esperanza. La gente dice: ¿Qué me puede quitar más si me has quitado las libertades, me has quitado las medicinas, me has quitado el ver a mi familia...? Ya solo nos pueden quitar la vida», continúa Castillo. La comunidad internacional, liderada por los presidentes de Brasil y Colombia, Lula da Silva y Gustavo Petro, buscan estos días que el chavismo y la oposición firmen un acuerdo en el que se comprometan a respetar el resultado de las elecciones del domingo.  «La doctora Machado ha dicho –en respuesta al planteamiento de Nicolás Maduro en cuanto a que si pierde va a haber un baño de sangre– de manera muy clara que para que haya una contienda tiene que haber dos bandos. Un bando es el chavismo, pero hay un pueblo y la doctora Machado no va a estar llamando a que se enfrenten al chavismo. Porque no es la idea de un demócrata llamar a que se produzca un enfrentamiento entre hermanos», remarca este venezolano.

Aun así le preocupa el día después aunque su intención, a sus 60 años, no sea la de volver a su país. «El cambio no va a ser de inmediato. Hay que esperar a que se desmonte la estructura del chavismo y para que en mi país haya apertura comercial, haya libertad de propiedad y renazca la industria, va a pasar mucho tiempo. Sin ser economista cre que en cinco o diez años se va a empezar a ver la luz al final del túnel», señala Castillo, que no tiene dudas de que apoyaría a Edmundo González Urrutia en las elecciones pero que no ha llegado a tiempo para registrarse.