La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León ya tiene en su poder la denuncia formulada por la Guardia Civil contra el presidente del Club Deportivo La Granja, Javier Montero, por haber vendido bebidas, en el transcurso del partido que disputaron su club y la Cebrereña el pasado 21 de noviembre, mientras estaba vigente el cierre de la hostelería decretado por la Administración autonómica, que además había prohibido la comida y la bebida durante la celebración de espectáculos públicos, actividades recreativas y de juego en todas las provincias que se encontraran en nivel de alerta 4 de transmisión del coronavirus. La Junta iniciará ahora la tramitación del expediente sancionador, que tendrá que ser resuelto en el plazo de seis meses.
El presidente de la entidad granjeña se podría enfrentar a una multa de hasta 600.000 euros si se considera que en el recinto había más de 150 personas, un extremo de las diligencias realizadas por la Guardia Civil que no ha trascendido. Agentes del Instituto Armado se personaron en el campo de El Hospital cuando el partido no había finalizado, ordenaron el cierre del bar e identificaron a su responsable.
Montero ha pedido disculpas por un "error" que ha tratado de justificar en base a que "hicimos lo que hemos visto en otros campos". Sin embargo, la apertura de locales, celebración de actos o realización de actividades que hayan sido expresamente prohibidas o suspendidas es una de las infracciones tipificadas por el régimen sancionador específico por el incumplimiento de las medidas de prevención y contención sanitarias para afrontar la situación de crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19 en la Comunidad de Castilla y León.
Cuando esa conducta supone un riesgo de contagio para 150 personas o más, se considera una infracción muy grave y conlleva una multa entre 60.001 y 600.000 euros. Si la asistencia al mencionado encuentro osciló entre los 15 y los 149 espectadores, el castigo se quedará en una infracción grave y una sanción entre 3.001 y 60.000 euros.