Tres puntos más. Y van 41. Solo uno menos que toda la temporada anterior cuando se sufrió, precisamente ante el rival de este domingo, el Cerdanyola, para salvar la categoría. Nada tiene que ver la campaña anterior con esta, aunque el esqueleto del equipo sea el mismo. Este domingo, en horario matutino, la Gimnástica desarboló a un Cerdanyola que salió respondón, pero que pronto supo que en Segovia este año solo gana el de casa. Los catalanes hincaron la rodilla en el Municipal (3-0) en otro brillante partido de los de Ramsés Gil. Rubén, Fer Llorente y Plomer anotaron en un partido en el que casi todo fueron buenas noticias. Los resultados, además, favorecieron los intereses segovianos y la Gimnástica mantiene la tercera plaza del grupo V de la Segunda RFEF, e incluso acortando distancias con los dos primeros de la tabla. Con estas cifras hablar de permanencia quizá suene a chufla, pero el que sabe de la historia de este club conoce que en La Albuera, nada se festeja hasta que se tiene en la mano bien agarrado.
Ramsés Gil planteó un once con Carmona en portería; Borao. Javi Marcos, López y Rubén en la zaga; Manu, De la Mata y Llorente para la creación; Arranz y Borrego en los tres cuartos y Gómez en punta. Bonito detalle de los jugadores, que llevaron una camiseta con el número 8 de Hugo Díaz, que pasará por el quirófano esta semana para restañar ese ligamento cruzado.
Los más de 800 espectadores que acudieron a La Albuera esperaban a un Cerdanyola reservón y con bloque bajo, pero los catalanes apostaron por presionar la salida de pelota local generando incertidumbre en los de Ramsés Gil, que no terminaban de hilvanar jugadas. No encontró la Gimnástica el control de juego hasta que Fer Llorente se hizo con los galones en la medular y empezó a dirigir a los suyos con maestría. Con el segoviano en plan estelar, bien secundado por Juan de la Mata llegó el primero de los goles. Un balón profundo de Juan de la Mata a un desatado Rubén, que rompió por el centro ante la pasividad de la zaga visitante para mandar con la cabeza un balón por encima de Zarraga para hacer el primero de la tarde.
El partido ya era gimnástico y el Cerdanyola apenas se acercaba al balcón de Carmona con balones largos que el cancerbero vallisoletano blocaba con su habitual solvencia. En el otro área, Carbonell y Castillo sufrían con Gómez, y los laterales, Bruno y Marc Valiente, eran torturados por Arranz, Borrego, Borao o Rubén. En medio del asedio azulgrana llegó el tanto de Fer Llorente aprovechando el desconcierto del bando catalán en un balón que le quedó franco al mediocampista segoviano poco más atrás del área pequeña.
Rubén, con cinco amarillas, se quedó en el vestuario en la reanudación siendo sustituido por Arévalo. Por los catalanes, Adam y Boris entraron de refresco sin que su presencia se notara en exceso. El partido languidecía y se hacía algo anodino, porque solo la Segoviana hacía propósito de buscar el gol, pero sin lanzarse a un alocado frenesí, porque no hacía falta. Atrás, Javi Marcos y López se bastaban para contener la poca pólvora del Cerdanyola. Astray por López -también cumple ciclo de amarillas- Plomer, Ivo y Hugo Marcos fueron saliendo al partido para ir otorgando descansos y refrescar piernas. Especial interés tenía la grada en ver a Plomer y el mallorquín tardó cinco minutos en hacer su primer gol al anticiparse al primer palo en un envío desde la esquina.
La jornada resultó fructífera para la Segoviana con los pinchazos de Melilla (2-2) ante el Adarve y Atlético de Madrid B (0-1) ante el Navalcanero. Con estos resultados la Sego mantiene la tercera plaza con 41 puntos a dos del segundo (Atlético B) y a cinco del primero (Melilla). El Navalcanero mantiene la cuarta plaza con los mismos puntos que la Segoviana y el Villanovense es quinto con 39. Sexto queda el Cacereño con 38 y séptimo el Adarve con 34. El play out queda a catorce puntos y el descenso a quince.
En estas circunstancias, la Segoviana tiene la primera oportunidad de amarrar la permanencia el próximo sábado a las 16.00 horas en Alcorcón. Está previsto que haya más de 150 aficionados gimnásticos en las gradas.