La red de equipos universitarios Hispalink estima que la economía de Castilla y León cerrará este ejercicio con un avance del 2,6 por ciento y desacelerará el ritmo en 2025 hasta el dos por ciento, para avanzar hasta el 2,3 por ciento en 2026. Estos expertos calculan que Castilla y León crecerá este año, cuatro décimas menos que la media nacional (tres por ciento); y el que viene, tres por debajo (2,3 por ciento para España), mientras que en 2026 estaría dos por encima (2,1 por ciento para la media nacional).
El informe recogido por Ical, sitúa a la Comunidad, entre las autonomías que menos crecerá el próximo año, sólo por encima de Galicia (1,9 por ciento), con el mismo porcentaje que Extremadura y Castilla-La Mancha, y muy alejada de Murcia, la más dinámica con un 2,8 por ciento. Este año, Castilla y León sería la sexta con menos crecimiento, similar al de Extremadura y Navarra y solo mejor que Galicia y País Vasco (2,5 por ciento) y Castilla-La Mancha (2,4 por ciento). Para 2026, por el contrario, encabezaría la clasificación junto a Baleares, Cantabria, Madrid y Murcia.
La red de Modelización Regional Integrada justifica la ralentización en 2025 por la pérdida de ritmo de la economía europea, así como por las incertidumbre políticas, con «ausencia de líneas maestras generalmente aceptadas en el marco de la Unión Europea, especialmente en los grandes ejes, energético, medioambiental, migratorio o industrial». Agrega en su informe de diciembre que «no ayuda tampoco a mejorar o, al menos no deteriorar, las expectativas económicas, la ausencia de un marco-país nacional y regional claro y estable». «No puede, por tanto, extrañar que las perspectivas regionales apunten en Castilla y León a un ambiente desacelerado, donde la economía regional perdería ritmos anuales desde el cuatro por ciento de 2021 a tasas entre el dos y el 2,5 por ciento anual entre 2024 y 2026», agrega.
Sectores.
Bajando al detalle de las previsiones para el próximo año, la rama agraria, tras el significativo aumento de 2024 en las producciones vegetales, es previsible que en 2025 se produzcan ciertos descensos que arrojarían crecimientos globales negativos (-2,7%), por el previsible estancamiento de la producción ganadera, informa Ical.
El crecimiento económico frena en 2025 y se impulsa en 2026 - Foto: FS ICALHispalink indica que el incremento de la economía no agraria para el próximo año podría situarse en el 2,2 por ciento, una décima inferior al de 2024. En concreto, la industria regional mantendría un crecimiento algo menor que este año, situándose en el 2,6 por ciento, cinco décimas por encima del crecimiento nacional, pudiendo alcanzar para el conjunto de los productos industriales el 2,9 por ciento.
La construcción podría recuperar los ritmos estimados en el ámbito nacional, con un incremento del 2,4 por ciento (2,5 por ciento en el conjunto español). En cuanto a los servicios, las perspectivas de crecimiento para el próximo ejercicio son de una cierta reactivación en el ritmo de crecimiento gracias a los servicios privados que compensarán la ralentización de los servicios de no mercado. El incremento global se estima en un 2,1 por ciento, de forma que se seguirá situando por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 2,4 por ciento.
Por lo que se refiere a la evolución de los sectores durante este año, la red indica que el primario se disparará un 7,5 por ciento, tras la mala cosecha de 2023; y avanzarán un 3,8 por ciento la industria, un dos por ciento los servicios, y sólo un uno por ciento la construcción.
En cuanto a 2026, Hispalink advierte que la volubilidad sectorial hace que sea poco más que un avance, aunque indica que la construcción crecerá un 3,3 por ciento; los servicios un 2,3 por ciento; al igual que la agricultura, y la industria, un 2,2 por ciento, en ambos casos.